Ecuador: nos hicieron creer que somos pobres

Idioma Español
País Ecuador

Por muchos años hemos vivido pensando y actuando como pobres. El neoliberalismo colonizó nuestras vidas de forma eficiente y rápida. ¿Cómo? A través de la cultura, los hábitos alimenticios, aspiraciones de “bienestar” consumista, sistema médico y educativo

Mediante varios mecanismos logró implantarse y apoderarse tanto de nuestras vidas, que somos capaces de criticar el libre mercado, las transnacionales, pero comemos lo que nos venden, nos quedamos cautivos con su producción mediática, trabajamos como zombis detrás de dinero y, lo peor de todo, creemos que si no accedemos a ese estilo de vida, somos pobres.

La presión social por acceder al estilo consumista del norte ha llevado al desplazamiento de miles de personas y a la pérdida de tradiciones, provocando mayor pobreza social, violencia y el aumento de la inseguridad alimentaria. Vendemos cereales, exportamos brócoli, quinua, cebada, y, a cambio, compramos gaseosas, galletas importadas, embutidos, cereales encartonados muertos y tantos otros supuestos alimentos que, además de no alimentarnos, nos enferman y nos empobrecen.

Lamentablemente, creemos que el neoliberalismo es un tema exclusivo de política económica que se discute solo en las esferas académicas o por tecnócratas que buscan una alternativa económica y socialmente justa, pero nuestros hábitos siguen alimentando y valorando un modelo que penetra cada vez más en nuestras vidas. El neoliberalismo no es tema únicamente económico sino un asunto cultural. No hay mejor forma de colonización que la penetración cultural.

“Nos hicieron creer que somos pobres y actuamos como pobres”, me dijo un amigo indígena, que vive con dolor la huida de miles de amigos del campo en búsqueda de mayor “bienestar”, dejando la tierra por más dólares, por tener una mansión de cemento en medio de las montañas que tal vez nunca la lleguen a habitar.

¿Por qué? Porque nos hicieron creer que comer mote, habas y quinua es comida de pobre. Este es un aspecto primordial que necesitamos cambiar, la soberanía alimentaria debe empezar por recobrar nuestra cultura alimentaria autóctona y el orgullo por nuestra fabulosa diversidad de recursos y arte culinario.

Somos ricos en recursos, en gente, en cultura y en salud. La nueva constitución es un espacio para retomar estos principios y no permitir que el modelo consumista acabe con la biodiversidad, destruya la cultura tradicional agrícola, las costumbres alimenticias y nuestras formas de conservar la salud.

Únicamente las técnicas de producción tradicionales ecológicas permitirán el verdadero desarrollo humano, generarán alimentos de calidad, lograrán la estabilidad social y fortalecerán las economías locales.

Sería un gran logro que la nueva Constitución no solo incluya al desarrollo agrícola como un eje motor del bienestar social, sino que dé un paso más allá y hable de desarrollo agrícola sustentable, que promueva el rescate de los conocimientos tradicionales y la repartición justa y equitativa de los beneficios como pilares del desarrollo.

El Telégrafo, Ecuador, 29-5-08

Comentarios

04/06/2008
soberania álimentaria, por Ricardo Ramirez
Lograr soberania alimentaria es una aspiracion correcta de los púeblos, pero solamente sera posible cúando haya soberania economica y politica frente al imperialismo y se elimine la explotacion capitalista al interior de cada pais.
Entonces se necesita articular la lúcha por la soberania álimentaria con la lúcha por la liberacion social y nacional.
Hay que lúchar por el socialismo para lograr soberania álimentaria.