Argentina: Tartagal. Los árboles tienen que volver

Tras los recientes aludes que sufrió el norte argentino, en la ciudad salteña de Tartagal, el Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI) denunció cómo, desde hace 25 años, las topadoras no han parado de derribar árboles nativos para dar lugar a la soja y la ganadería intensiva, desmontando indiscriminadamente la región chaqueña.

Consecuencias que se tornan visibles en los cada vez más frágiles ecosistemas, a la par que las organizaciones campesinas le hacen frente a su lucha cotidiana contra el despojo de la tierra y los desalojos compulsivos. Tartagal "es un escenario propicio para la erosión por agua", explicaron desde el MNCI. Una zona donde "a mayor pendiente y mayor intensidad de la lluvia, arroyos o ríos se improvisarán para desaguar esa inmensa superficie", agregaron en el último comunicado que difundieron. El agua, en su viaje por los suelos desnudos, podrá arrancar puentes, laderas y cerros, llevándose todo lo que encuentre cuando venga la creciente.

Mientras los fenómenos climáticos prometen repetirse con intensidad en la región, la Agencia de Noticias Biodiversidadla conversó con Diego Montón, de la Unión de Trabajadores Rurales sin Tierra de Mendoza (UST) - Movimiento Nacional Campesino Indígena, para conocer sus reflexiones de lo acontecido y analizar las perspectivas a futuro, de seguir profundizándose el modelo de la sojización.

- ¿Qué lectura hacen desde el MNCI de lo que sucedió en Tartagal?

Nosotros vemos que tanto la pobreza estructural de la que tanto se ha hablado en estos días, que está en Tartagal y en todo el país, como estas catástrofes que se han producido, tienen su origen en el modelo económico y en el modelo productivo y de consumo que viene desarrollándose desde la dictadura militar en nuestro país, y que se intensificó en el menemismo y no ha cambiado desde entonces. Entendemos que los desmontes masivos y continuos que se vienen haciendo desde hace 20 años, están empezando a mostrar consecuencias directas en los fenómenos naturales.

La naturaleza es nuestra madre, es justamente de donde venimos y cada daño que le provocamos nos vuelve de alguna manera. En este caso concreto hemos visto lo que provocaron las lluvias. Cuando se ve un poco la historia de las lluvias en la zona, se ve que con esa cantidad de agua no se producían estos fenómenos. Ahora, cuando ya no hay bosques en la zona que amortiguen y absorvan esa agua, inmediatamente las primeras gotas de agua impermeabilizan el suelo y el resto escurre por la pendiente, causando lo que hemos visto.

Este modelo agropecuario ha intensificado la tala y el desmonte de bosque nativo, y por otro lado, lo que ha puesto en su lugar ha sido al agronegocio, a la agricultura industrial, con su referente más clásico que es la soja, y bueno, tiene que ver también eso con toda la cuestión de las catástrofes.

- ¿Ustedes tienen organizaciones amigas o comunidades con las que estén articulando en Salta?

Dentro del movimiento nacional está 'Encuentro Calchaquí', que está en la zona de los Valles Calchaquíes, cerca de Cafayate, y 'Comunidades Unidas de Molinos', que es otra organización que está en la zona más andina de Salta. Esas son orgánicas del movimiento. Después conocemos algunos referentes y organizaciones indígenas más de esta zona, de Yungas, selva, cerca de Tartagal, que hace mucho también vienen denunciando el avance de los desmontes y el avance de las trasnacionales en sus territorios.

- Se proyecta que los fenómenos climáticos extremos van a intensificarse, ¿uds. o quizás los pobladores más antiguos de las zonas y regiones donde habitan, han registrado cambios en el clima?

Sí, acá en Mendoza está por un lado el aumento del caudal de los ríos que provienen de los deshielos de los glaciares, y también lo que se ha ido verificando, es que esos glaciares están retrocediendo. Es decir, se están derritiendo de una manera más acelerada. No solamente lo verifican los pobladores, sino también que ya hay organismos de investigación, que vienen registrando desde hace mucho cómo el aumento de la temperatura en la zona está haciendo que esos glaciares, que son reservas estratégicas de agua, retrocedan. Por otro lado, en estos últimos años han aumentado sensiblemente las precipitaciones en la provincia, lo cual también es preocupante porque por un lado se ha corrido la precipitación de las épocas históricas, por otro lado vienen aumentando, y esto podría afectar un poco al modelo productivo de la provincia. Lo están incluso denunciando sectores de la vitivinicultura. Nos afecta y también nos preocupa. A veces estas situaciones son 'indicadores' de otras cosas. Se ha visto aumentar mucho las tormentas más fuertes, con piedras de granizo muy grandes que han producido muchos daños.

- Algo que comentaban era que de alguna manera las políticas de estado que se dan en estos casos, son como 'curitas para una hemorragia'. ¿No creen que la sociedad en general suele tender hacia esos mecanismos, en vez de ver las causas profundas del modelo que ocasionó lo que sucedió en Tartagal por ejemplo?

Nosotros pensamos que hay un valor que la gente no ha perdido, que es la solidaridad. Es importante que ese valor siga, pero el problema está en cómo los medios de comunicación hacen un centro muy importante en eso, en la 'curita' que mencionábamos ahí, y no en profundizar la causa. Entendemos que no es un problema la solidaridad en este momento. El problema es que no estamos pudiendo lograr identificar colectivamente o masivamente el problema. Entendemos que los medios de comunicación masivos tienen una responsabilidad importante y el gobierno también. Esto se viene denunciando, no es la primera vez que pasa, y de nuevo las 'medidas concretas' que se toman tienen que ver con lo inmediato, no con el modelo que lo está causando.

- Como movimiento campesino y junto a organizaciones urbanas plantean una construcción de alternativas a este modelo, ¿cómo creen que se puede hacer llegar todo eso al resto de la gente?

Nosotros estamos intentando intensificar algunas campañas que tienen que ver con llegar más directamente al resto de las personas en los pueblos, en las ciudades. Evidentemente todavía no hemos podido generar mecanismos más masivos de llegada a la sociedad. Cualquier persona cuando puede identificar cómo está funcionando el modelo y puede ver que hay alternativas que incluso se están desarrollando, seguramente va a sumarse de alguna manera. Tanto como apoyos, como la posibilidad de que se desarrollen organizaciones de consumidores, centros populares de abastecimiento y que pudieramos estar pensando no solamente en otra forma de producir los alimentos, sino en otra forma de distribuirlos.

- ¿Creen que la reglamentación de la ley de bosques puede ser una herramienta más para seguir defendiendo lo que queda del monte?

Entendemos que sí. No hemos podido terminar de estudiar cuál es la reglamentación que se terminó aprobando, pero si esa reglamentación no salía en breve, iba a caer la suspensión de los desmontes que estaba vigente. Es una herramienta, así que el hecho de que se haya reglamentado entendemos que sirve para no retroceder tanto.

En principio que nos preocupaba que el Gobierno Nacional estaba retrocediendo mucho en algunos aspectos que podríamos haber visto positivos desde su gestión en cuanto al ambiente. Algo que se venía denunciando, no solamente desde el Movimiento, sino desde otras organizaciones, era cómo se estaba dejando caer la reglamentación de la 'ley de bosques'. Con la tragedia de Tartagal, se ha decretado una reglamentación. No la hemos podido estudiar mucho aún. Es lamentable que tengan que suceder tragedias de este tipo para que los funcionarios retomen un poco las verdaderas problemáticas.

* Por moc.liamg@ezeyukar para la moc.liamg@aldoibaicnega.

Temas: Agronegocio

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