México: advierte investigadora ante interés de Monsanto por adquirir germoplasma de maíz purépecha

Idioma Español
País México

La trasnacional Monsanto está profundamente interesada en obtener el germoplasma del maíz criollo de la Meseta Purépecha de Michoacán, debido a la capacidad de éste a resistir la acidez de los suelos y su potencial rendimiento, informó la coordinadora de una investigación que realiza la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Jeannette Bayuelo Jiménez, tras aseverar que es fundamental “tener mucho cuidado” en que las investigaciones que se realizan en la materia se utilicen para el bien social, no de una trasnacional.

Desde hace aproximadamente cinco años, la Organización Mundial para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) ha financiado el estudio de los genotipos de maíz y otros granos resistentes a suelos en condiciones de poca fertilidad, con el objetivo de analizar sus mecanismos de adaptación e insertarlos en las zonas con hambruna en el mundo.

La Meseta Purépecha fue el sitio designado para esta investigación –que se desarrolla simultáneamente en 18 países con diversos tipos de cultivos– que, al concluir, aportará conocimientos para el mejoramiento de granos en continentes como Africa, donde impera la escasez de alimentos.

Bayuelo Jiménez explicó: “uno de los problemas más graves a nivel mundial son las sequías, la falta de agua y los suelos de muy poca fertilidad. Una de las preocupaciones de la FAO es cómo se pueden generar variedades tolerantes a este tipo de condiciones”. Explicó que esta investigación denominada “Selección y evaluación de cultivos (cereales y legumbres) con genotipos tolerantes a bajos niveles de nitrógeno y fósforo en suelos, a través de la técnica de isótopos radioactivos” ( Selection and evaluation of food (cereal and legume) crop genotypes tolerant to low nitrogen and phosphorus soils through the use of isotopic and nuclear-related techniques), trabaja particularmente en el análisis de diversas raíces de maíz criollo que están adaptadas a tierras que carecen de los nutrientes esenciales de las plantas: el nitrógeno y fósforo, y que pese a ello mantienen un rendimiento favorable: “México ha ofrecido al mundo mucho germoplasma de maíz, que es de los cereales más importantes después del trigo y arroz. Este proyecto está encabezado con dos grupos muy importantes: las leguminosas, que son la lenteja, frijol y soya, y por el lado de cereales está asentado en el arroz y maíz. Los chinos están trabajando ahora con arroz, y nosotros con el maíz.

“Buscamos germoplasma que sea tolerante a suelos ácidos, que se caracterizan por un PH muy bajo debido a la deficiencia de fósforo y de calcio. Lo que queremos hacer es buscar todo ese germoplasma que tolera esas condiciones y buscar características promisorias que les permitan a los fitomejoradores usar ese germoplasma para generar variedades más tolerantes aún y altamente productivas”.

La investigadora planteó la necesidad de extender los conocimientos que se deriven del trabajo que se está realizando, se difunda a nivel mundial para el establecimiento de un programa de mejoramiento de granos en las zonas con mayor hambruna como Africa.

Ante ello, informó que la trasnacional Monsanto ha estado interesada en aportar cantidades estratosféricas para el desarrollo de esta investigación y comprar la patente: “ha insistido por dos años en que apliquemos (los conocimientos y resultados) para esa fundación, pero en este aspecto hay que tener mucho cuidado. Queremos compartir toda esta información a la comunidad científica y evidentemente con esta investigación se genera mucha información para futuros proyectos. Lo que sí hay que tener mucho cuidado es con quién y hacia dónde se va a buscar el financiamiento. Evidentemente esta compañía de Monsanto es trasnacional y hay que tener mucho cuidado sobre todo porque este germoplasma es nuestro, es mexicano, y la idea es que a través de la Universidad Michoacana, de la FAO y del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo se generen todas las variedades mejoradas, y que éstas sean de uso público, no restringido. La FAO está preocupada por generar información y satisfacer la canasta básica para todos los sectores, sobre todo para el sector rural, no patentar esta información y después venderla. Eso es para generar información para beneficio del que más lo necesite, evidentemente también es nuestro compromiso en las universidades”.

Expresó que aunque Monstanto está interesada en continuar financiando esa investigación, es un arma de doble filo debido a que aporta grandes cantidades de dinero, pero el costo por cederle los derechos es sumamente elevado: “es un arma de dos filos porque evidentemente tiene apoyos para investigación, pero la pregunta es a qué costo porque es una compañía de semillas muy importante, generan mucha información que después patenta”, el vender la patente representaría un riesgo en la conservación del germoplasma nacional, ya que implicaría que los productores tendrían que adquirir semillas a la trasnacional, sin la posibilidad de un mejoramiento genético particular.

 

Maíz criollo

 

La investigación desarrollada en la Meseta Purépecha arrojó que en países que cuentan con toda la infraestructura necesaria y los insumos agrícolas, aunado a los suelos fértiles, el rendimiento de maíz es de alrededor de ocho toneladas por hectárea, mientras que en la región antes mencionada en cultivos de maíz criollo –con las condiciones adversas indicadas– se ha demostrado un rendimiento de tres toneladas por hectárea: “en estos materiales que hemos utilizado de la Meseta hemos encontrado variedades criollas que no han pasado por un programa de mejoramiento y producen más de cinco toneladas por hectárea”.

Por lo anterior, manifestó que las variedades de maíz criollo en Michoacán tienen un sistema radical más eficiente que incluso el maíz híbrido traído desde Guanajuato y Jalisco. Informó que una variedad endémica de Michoacán es la recién descubierta raza purépecha, que se encuentra únicamente en esta zona a nivel mundial: “no necesitamos incluir material que no está adaptado a estas condiciones, sino que hay que utilizar adecuadamente el que ya tenemos por la simple razón de que este material ha evolucionado y se ha adaptado a las condiciones de esta zona”.

 

Pérdida de variedades

 

Bayuelo Jiménez lamentó que muchas variedades de maíz criollo se están perdiendo, debido a que ya no se cultivan por falta de rentabilidad en la producción. Los productores optan por variedades híbridas más resistentes y rendidoras, ya que son las que exige el mercado, a lo que se le ha aunado la intensa migración y el envejecimiento del campo: “muchos de estos materiales se están perdiendo en sus trojes, ya están muy atacados por insectos. Se va perdiendo la semilla y los jóvenes ya tampoco saben las labores del campo o migran y es una preocupación que va de la mano, la erosión de este material es alta”.

 

Cuerno de la abundancia

“El problema en nuestro país es que somos centro de origen y diversificación de muchas plantas, México ha sido un cuerno de abundancia”, pese a ello, varios países se han llevado especies nativas de México y han aplicado nuevos conocimientos y mejoramientos, tal es el caso de la planta denominada Nochebuena, de la que Estados Unidos se llevó una especie y ahora es uno de los principales cultivos en floricultura, mientras que México importa la planta: “California es el principal centro de investigación y mejoramiento de la Nochebuena. ¿Cómo es posible que nosotros siendo centro de origen en México, sea en otro país donde se esté derivando la mayor cantidad de producción de esa planta y nosotros no tengamos de esas regalías”.

Otro caso es el de la producción de uno de los productos más arraigados en la cultura y gastronomía del mexicano: el chile, “el principal centro de conservación del chile está en China, el programa de mejoramiento más importante de este producto está en China del Sur”.

Por lo anterior, consideró fundamental el apoyo decidido a la investigación, a fin de realizar proyectos que impulsen el desarrollo del país: “estoy admirada cada vez que salgo a campo y que hablo con los productores. Esa riqueza cultura que tenemos es impresionante y las raíces tan profundas en con que nos identifica a nosotros es muy importante. Lo único que necesitamos es más apoyo en investigación, más innovación y tecnología”.

Fuente: La Jornada de Michoacán

Temas: Transgénicos

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