El campo colombiano hoy, ¿y mañana? Análisis sobre políticas capitalistas para los campesinos

Idioma Español
País Colombia

A continuación, reproducimos la Ponencia para la III Asamblea Nacional de C.N.A. (Coordinador Nacional Agrario) de Colombia, organización integrante de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones Campesinas y Vía Campesina Internacional: “Quienes hemos nacido y crecido en el campo, y en él hemos desarrollado nuestra vida y le debemos y consagramos nuestra razón de ser, de existir, de soñar, nuestras esperanzas, nuestras luchas; lo amamos, lo trabajamos y lo defendemos, vemos como hoy nos estamos enfrentando a nuevas problemáticas mucho mas profundas e inhumanas que desconocen el sentido de la cultura, de la identidad, de la autonomía, de la libertad, desconocen la esencia de la vida y del futuro de nuestras generaciones.” (German Bedoya)

En el mundo las políticas capitalistas que se aplican para los campesinos, negros e indígenas y pueblos originarios, son implantadas e implementadas por diversos instrumentos creados por los países ricos y utilizados hoy por las empresas transnacionales para saquear, someter, reprimir y explotar a los pobres del campo y del mundo; entre ellos la Organización Mundial del Comercio (OMC) Fondo Monetario Internacional (FMI) Grupo de los 10 (G 10) Banco Mundial (BM), Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Quienes imponen normas y leyes supranacionales, fomentan y financian guerras, causan desplazamiento, concentración de la tierra, hambre e imponen a los países pobres o subdesarrollados “como nos llaman” el papel de consumidores y productores de materias primas que les permite obtener mayores ganancias económicas y mantener su estilo de vida lleno de lujos y despilfarros.

Un ejemplo de ello en el tema alimentario según Action Aid (institución dedicada a estudiar los problemas de la pobreza en el mundo) hoy 30 empresas trasnacionales entre ellas Nestlé, Unilever, Wal-Mart, Cargill, Monsanto, Tesco, Bayer controlan un tercio de los alimentos procesados del planeta, 5 de ellas controlan el 75% del comercio internacional de granos; 6 empresas controlan los ¾ de la producción y de la venta de agro tóxicos, y la multinacional Monsanto domina el 91% de la producción y venta de semillas.

Según la FAO (organización de las naciones unidas para la agricultura y la alimentación) en el planeta 854 millones de personas sufren hambre y desnutrición, cada 4 segundos muere una persona de hambre por segundo y el 75% de ellos viven en el campo y podrían garantizarse así mismos la alimentación y alimentar todos los habitantes del planeta.

Ante el desabastecimiento que se prevé por la escasez del petróleo, los países del primer mundo obligan hoy a sembrar productos agrícolas para obtener lo que ellos llaman “biocumbustibles” y para ello viene realizando una fuerte campaña donde nos hacen creer que sirven para mejorar la calidad del aire y conservación del ambiente ( a los cuales nos referiremos como agrocombustibles ya que no tienen nada de bio, como se definió en el foro mundial de soberanía alimentaria realizado en Nyéléni Africa en el 2007), significando en realidad el aumento del hambre y destrucción del planeta ya que hoy imponen a los países pobres mediante leyes y normas a sembrar productos agrícolas no para el consumo humano sino para los automóviles, esta nueva política hará que los precios de los productos agrícolas suban mas lo cual elevará el número de personas con hambre en el mundo; para hacer una comparación según Pimentel y Patzek con el maíz necesario para producir el etanol que requiere un automóvil para recorrer 32.000 kilómetros al año, podría cubrirse las necesidades calóricas diarias de una persona durante 62 años, lo que significa alimentar durante un año a 62 personas.

En Colombia y para comprender mejor la realidad del campo colombiano hoy debemos remitirnos un poco la política que se comienza a aplicar en los años 90 con la apertura económica impulsada por Cesar Gaviria donde se comenzó a aplicar el tema de Fronteras abiertas para el comercio, dándose paulatinamente un aumento de las importaciones y una desacelerada carrera a la extracción de recursos naturales y a cultivar productos exóticos para la exportación como antesala de lo que hoy es la apuesta del TLC, continuada por Ernesto Samper y Andrés Pastrana quien impulso el plan Colombia donde la inversión es para la guerra sembrando la muerte para los colombianos; cabe anotar que en estos gobiernos y en actual se aplica cruentamente el paramilitarismo como principal instrumento de desalojo de los territorios desvertebramiento y persecución a las organizaciones campesinas, indígenas, afrocolombianas y sociales en general lo que nos lleva a que en Colombia hoy 8 millones de hombres, mujeres, niños, ancianos sufren hambre, el 65% de la población sufre algún grado de desnutrición; Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), es el decimoprimero país con mayor desigualdad del mundo; el Departamento Nacional de Planeación (DNP) estableció los porcentajes de colombianos y colombianas al rededor del 49.2 % que equivalen a unos 21.700.000 en estado de pobreza y el 14.7 %, unos 7.000.000 en estado de indigencia.

El Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID), de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional, los ubica ligeramente por encima de 30 millones.

Desde inicios de los años 90 viene produciéndose un desacelere de la producción nacional de alimentos como el maíz, el fríjol, el arroz, el sorgo, ajonjolí, el café este ultimo repunta en el ultimo año, entre otros. Hoy se importan cerca de 7 millones de toneladas de alimentos al año principalmente desde los Estados Unidos.

El gobierno de Alvaro Uribe Vélez se enmarca en la agudización del conflicto social, beneficiando el capital trasnacional y comienza a ejecutar su propuesta de plan 2019 con unos objetivos: Una economía que garantice mayor nivel de bienestar, Una sociedad más igualitaria solidaria, Una sociedad de ciudadanos libres y responsables, Un Estado al servicio de los ciudadanos. Para ello se propone Aumentar el tamaño de la economía en 2,1 veces y lograr un nivel de inversión como porcentaje del PIB de 25% (hoy 17,1%), Elevar la participación de las exportaciones a 25% del PIB (hoy 17%), Ampliar el área sembrada en más de dos millones de hectáreas.

Multiplicar por ocho el porcentaje de turistas extranjeros, Ampliar la capacidad vial en 2.554 km. Elevar el área de plantaciones forestales productivas de 145 mil hectáreas a 1'200.000 hectáreas, Integrar a Colombia al mundo con un papel articulador de bloques y grupos en el continente, gracias a su privilegiada posición geográfica.

Elevar la inversión pública y privada en Ciencia y Tecnología a 1,5% del PIB (hoy menos de 0,21%, la pública).

El sector agropecuario deberá ser un motor del crecimiento, de la generación de empleo y de la modernización del aparato productivo en los próximos años. Para ello, el país deberá aprovechar las ventajas que ofrece su geografía, representadas en unos ciclos climáticos más continuos, una variedad muy alta de ecosistemas, una oferta excepcional de biodiversidad y recursos genéticos, además de abundantes fuentes de agua y una gran dotación de suelos productivos.

Para lograr estas metas será necesario reconvertir la ganadería con sistemas pecuarios semi-intensivos, incrementando la capacidad de carga de 0,6 a 1,5 reses por hectárea; introducir sistemas productivos de acuerdo con la vocación del suelo; estimular el desarrollo del mercado de tierras; y redistribuir la tierra resultante de la extinción de dominio. Además, se deberá aumentar la cobertura de los distritos de riego en unas 300.000 hectáreas.

La transformación del campo requerirá también el desarrollo de una oferta de servicios financieros para el sector rural y el aprovechamiento de los recursos genéticos, que deberá incluir el desarrollo de producción de semillas y materiales reproductivos y un impulso a la bioprospección: la caracterización y evaluación de los recursos genéticos.

Finalmente, será fundamental que para 2019, 100% de las cadenas agropecuarias alimentarias cuenten con estatus sanitario, para lo cual se requerirá un adecuado sistema de información con cobertura nacional. (2019 visión Colombia segundo centenario resumen ejecutivo).

Para ello Uribe liquidó las instituciones del sector agrario como INCORA, DRI, ICA entre otras, desapareció el término de reforma agraria por el de desarrollo rural, crea el INCODER a quien ha venido recortándole funciones y empleados; hoy la meta desde el ministerio de agricultura se incentiva la producción de Agrocombustibles:

Etanol:
Producto. Departamentos.
Caña de azúcar Valle, Cauca, Caldas, Risaralda.
Caña de panela Antioquia, Santander, Boyacá, Quindío, Tolima, Meta.
Yuca en Bolívar, Córdoba. Sucre, Meta

Ñame, batata, girasol, higuerilla, maní soya, aguacate, y remolacha. En investigación.

Biodisel (agrodisel).
Palma aceitera. Cesar, magdalena Urabá, Bolívar, Santander, Norte de Santander, Casanare, Meta, Cundinamarca, Nariño y Chocó

Para estos cultivos dice el ministro Arias: “en un país como Colombia, en donde tenemos más de cuarenta millones de hectáreas disponibles para sembrar en cultivos que sean materia prima para los biocombustibles, no se presenta un problema. Antes por el contrario, ésta será una fuente de prosperidad y de empleo muy grande en el campo”. (15 de octubre del 2007 en la universidad de Antioquia). Además que el abastecimiento alimentario del país “se hará a través del TLC” con alimentos importados (TLC que buscan por todos los medios su firma con los EEUU y próximamente con la Unión Europea).

Para imponer el uso e incentivar la producción de agrocombustibles el gobierno colombiano a dictado leyes de obligatoriedad y resoluciones Por la cual se dictan normas sobre el uso de alcoholes carburantes, se crean estímulos para su producción, comercialización y consumo, en octubre del 2005 se inauguró la primera planta productora de etanol con caña de azúcar, hoy están funcionando plantas en los ingenios de Providencia, Manuelita, Incauca, y Mayagüez, produciendo mas de un millón de litros de etanol para abastecer el consumo nacional.

Se aplican los dos sistemas de producción agroalimentaria, el de plantación que es extensivo en tierra, abundante mano de obra y poca tecnología, la agroindustria, con uso intensivo de la tierra, poca mano de obra, mayor tecnología. (Es el que están desarrollando los que se destinan para el agro combustible).

Las políticas mencionadas anteriormente hacen que La propiedad de la tierra esté altamente concentrada, El 0.4% es dueño del 62% de las mejores tierras, en tanto el 97% es dueña de un 24% de la tierras distribuidas en pequeñas cantidades y de baja calidad productiva. Según cifras oficiales solo se utiliza el 37%, estando hoy sin utilizar entre 9 y 10 millones de hectáreas de las tierras aptas para la agricultura, Mas de 4 millones de tierras han sido arrebatadas a los campesinos, indígenas y afrocolombianos a sangre y fuego mediante una guerra dirigida a vaciar los territorios dejando hasta hoy hay cerca de 3.800.000 de desplazados en el país.

Se presenta una guerra contra los cultivos de uso ilícito (que realmente es una estrategia de guerra contra los habitantes del campo), que no ha dado los resultados esperados, ya que para el año 1992 existían unas 37.100 hectáreas de coca cultivadas para el 2000 unas 118.000 hectáreas y según el informe del a Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas (ONDCP referente al estudio anual sobre el cultivo de coca en Colombia El estudio estima que hubo 157.000 hectárea cultivadas y un incremento de 13.000 hectáreas sobre el cálculo de 2005.

El mapa de las violaciones a los derechos humanos y del genocidio de los últimos 20 años, coincide con el mapa de los megaproyectos y los intereses de la inversión extranjera. Son aspectos determinantes en el plan de reordenamiento territorial En el campo y en nuestros territorios sufrimos una nueva ofensiva de las trasnacionales sobre los recursos naturales y la biodiversidad, ha sido correlativo a la estrategia terrorista del Estado tendiente a garantizar la presencia de estas multinacionales en el país, ejemplo por citar algunas:

Hoy se imponen nuevas políticas agrarias; El agro negocio y las políticas de adaptabilidad son dos ejes centrales en el nuevo reordenamiento mundial agroalimentario. En nuestro caso el reordenamiento define territorios en función agroalimentario, minero energético, plataforma de servicios, y biodiversidad.

Se han introducido cambios significativos en la legislación; se han creado nuevas instituciones para adaptar el país a los dictámenes neoliberales, Los ajustes institucionales se condensan en la Ley 1152 de julio 25 de 2007 de desarrollo rural, la Ley Forestal, ley de aguas y Páramos. Todas estas leyes encaminadas al servicio de la trasnacionales explotación de nuestros recursos naturales y viabilización a los TLC.

Lo agropecuario ya no esta siendo visto en función de la producción de alimentos y la soberanía alimentaría. Sino como megaproyectos, agro combustibles, servicios y recursos naturales, para vincularse a estos patrones de producción, a las comunidades campesina se les ofrecen como alternativa las alianzas estratégicas, en unas cadenas asociativas en la que el campesino coloca su patrimonio y el trabajo y las grandes empresas logran el mayor margen de utilidades, estas cadenas asociativas se imponen hoy con algunos productos y regiones.

El gobierno "reconoce" que se producen efectos negativos en el campo con la firma del TLC y para amortiguar el impacto social y neutralizar la conflictividad, anuncia un subsidio llamado agro ingreso seguro que es en lo esencial un apoyo para lo productores de materias prima para los agrocombustibles.

Para obtener buenos resultados, impulsar el plan que hemos mencionado se grandes inversiones en construcción y readecuación de vías de comunicación terrestres, hídricas, aeropuertos y puertos marítimos.

Todo lo anterior nos muestra que la tendencia es un campo sin campesinos no solo por el desplazamiento sino por los megaproyectos que imponen una nueva modalidad de asalariados con altos niveles de explotación; esto Significa nuestra desaparición como sujeto, como identidad y como cultura.

El campo sin gente, trabajadores sin contratos laborales, El modelo de las privatizaciones, despidos de los trabajadores, hace que crezca la pobreza en ciudades crece el rebusque, un empleo informal, el desempleo, la descomposición social.

Se establece una nueva ruralidad, el campo ya que no se esta destinando para la producción de alimentos, sino para la producción de materias primas, turismo, servicios y soportes de megaproyectos lo que implica una perdida de nuestros territorios, nuestra cultura, identidad y autonomía.
Zonas Francas Industriales de Bienes y Servicios y Comerciales, para promover y desarrollar el proceso de industrialización, la prestación de servicios destinados primordialmente a los mercados externos y la comercialización.

Con este panorama los retos son varios:

- la Construcción de un Modelo de desarrollo para el país, y lógico para el campo que sea Integral, armonizando lo el desarrollo individual con lo colectivo, con lo social y la relación entre el hombre, la sociedad y la naturaleza que sea un modelo de desarrollo humano, integral, democrático sostenido, proporcional y sostenible.
- Generar espacios organizativos que logren recoger las nuevas dinámicas sociales que se están dando en el país.
- Hacer desde la práctica y la resistencia por la permanencia en nuestros territorios, la defensa de nuestra soberanía y autonomía alimentaria, nuestra identidad, cultura autodeterminación.
- Buscar y concretar la unidad de los campesinos, afrocolombianos, indígenas y sectores sociales y populares del país de Latinoamérica y del mundo.

German Bedoya
Miembro del equipo Nal C.N.A.
Bogotá, febrero 21 de 2008. Fuente: Prensa de Frente, 5-3-08

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