Colombia: el ICA condena a desaparecer las gallinas campesinas y el acuerdo cafetero es insuficiente y engañoso

Idioma Español
País Colombia

El senador Jorge Enrique Robledo explicó que el engorde y comercio de las gallinas campesinas han sido en la práctica prohibidos por el ICA y el Ministerio de Agricultura, a pesar de que de ello depende la vida de multitud de familias.

Resolución del ICA prohíbe la producción de gallinas campesinas. Sobre la caída de cianuro al río Magdalena

El senador Jorge Enrique Robledo explicó que el engorde y comercio de las gallinas campesinas han sido en la práctica prohibidos por el ICA y el Ministerio de Agricultura, a pesar de que de ello depende la vida de multitud de familias.

Siguiendo los estándares impuestos por la OMC, la Resolución 957 de 2008 del ICA impuso a todas las fincas del país que levanten gallinas para la venta contar con planta de procesamiento, agua potable, área para galpones, aireación, iluminación, cercas y otra serie de costosas exigencias que no están al alcance de los campesinos colombianos. El gobierno da un plazo de un año, contado a partir del 2 de abril, para que el productor acate la norma, día a partir del cual aplicará sanciones que van desde el decomiso de las aves hasta el cierre total de la finca. “En la pobreza rural de Colombia, muchos campesinos sobreviven por este negocio”, explicó Robledo.

La resolución del ICA es aún más lesiva que los decretos de la leche cruda, precisó el senador del Polo Democrático, pues afecta a casi todos los campesinos de Colombia, que desde tiempos inmemoriales acostumbran engordar gallinas para la venta, por lo común en pequeña escala.

“Que deben mejorar las condiciones sanitarias está fuera de discusión. El problema es el mismo de la leche cruda: ¿qué hacemos con la gente?”

La Comisión Quinta, por unanimidad, acordó citar al ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias Leyva, para que dé explicaciones sobre la norma cuestionada.

Negligencia en lo del cianuro

Al hacer referencia a la caída de 96 canecas de cianuro en el río Magdalena, Robledo señaló que “el Estado no tiene control de lo que se transporta por el río y por lo visto ni siquiera sabe qué es lo que está pasando”. Dijo que el hecho es supremamente grave y constituye otra muestra de la negligencia oficial. “No hubo catástrofe de milagro. Habrían podido morir de un tajo millares de personas”.

Llamó a que se conjure cuanto antes la amenaza que sigue gravitando sobre millones de habitantes de la ribera, puesto que aún no han sido recuperadas 26 canecas, y que se cuide en forma integral el Río de la Patria, pues “los ríos en Colombia no son noticia sino cuando hay inundaciones y se muere la gente”.

Robledo también llamó la atención acerca de a donde iba el cianuro, pues su uso en la minería del oro configura una grave amenaza.

El ACUERDO CAFETERO ES INSUFICIENTE Y ENGAÑOSO

Unidad Cafetera, Bogotá, septiembre 2 de 2008

A pesar del despliegue que se le quiere dar al anuncio de que “habrá 1,4 billones de pesos” para los caficultores en los próximos cuatro años, el contenido del Acuerdo entre el Gobierno y la Federación de Cafeteros evidencia que no consulta los intereses básicos ni las más sentidas necesidades de los 550.000 productores minifundistas.

Fijar como precio mínimo de compra la suma de $474.000 por carga, que apenas cubra los costos de producción, es privar, en particular a los cafeteros de menores recursos, de un mínimo margen de ganancia y de ahorro con lo cual no se permite ninguna recuperación de su poder adquisitivo – ya bastante mermado- y se coloca su subsistencia en grave riesgo. ¡Qué distinto es el trato que se da a otras ramas de la economía a las cuales se les garantiza hasta la tasa de usura!

Así mismo, el “Acuerdo” no dice nada sobre los 25.000 cafeteros que están a punto de perder sus predios por no poder pagar sus deudas con el programa PRAN CAFETERO ni tampoco sobre el control del precio de los insumos el que se ha constituido en la peor plaga que hoy ataca a la industria del café de Colombia.

Lo más grave es que el verdadero aporte del Gobierno es exiguo, en tanto el grueso de los recursos vendrá de la “contribución cafetera” que es un aporte parafiscal salido de los bolsillos de los propios cafeteros.

Para que estos puntos expuestos sean tenidos en cuenta, en los próximos días se le hará llegar al Presidente de las República una comunicación al respecto con el respaldo de 50.000 firmas de caficultores de todo el país.

Aurelio Suárez Montoya

Presidente

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