Ni la vaca ni el cerdo: la granja cultiva virus

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El mayor frigorífico de carne alemán, Tönnies, vino a romper la paz que había logrado Merkel en su rebaño germano. La señora hasta se permitió dar cátedra sobre cómo evolucionan los contagios, mientras (casi) todo el mundo se caía a pedazos por el coronavirus.

Su gobierno, conservador, -no vamos a olvidar ahora la bota que impuso para aplastar el plebiscito de autonomía por la deuda de Grecia, hace exactamente 5 años, ni el rol que Angela Merkel tuvo en el tricornio del poder cuando se derrumbaba el continente europeo con las deudas en 2008-, lanzó una serie de programas de salvataje y ayudas sociales cuasi-socialista, con tantos euros seguidos de ceros que es imposible darle dimensión.

Frente a los 30.000 muertos de Francia, 35.000 de Italia, 10.000 de Bélgica, 29.000 de España, 45.000 de Gran Bretaña, 6.100 de los Países Bajos y 5.300 de Suecia, todos países con 16 a 70 millones menos de habitantes que Alemania, ‘la Merkel’ quedó, literalmente, como la estadista que se va a retirar de la política como una heroína.

Y se le arruinó la fiesta porque cuando todo estaba casi dominado, en la ciudad de Gütersloh, sobre 7.000 trabajadores del frigorífico, más de 2.000 dieron positivo de Covid-19, y tuvieron que poner en cuarentena a medio millón de personas. Hay 5 en situación crítica, internados en terapia intensiva.

¿QUÉ FALLÓ?

¿Hicieron algo mal en el marco de la pandemia las autoridades sanitarias alemanas? Con alta probabilidad la respuesta es no. 9.100 muertos es una cifra muy baja, comparada con cualquier país. Al estallar la crisis del coronavirus, tenían 450.000 camas en los hospitales, de las cuales 28 mil eran de Terapia Intensiva, con decenas de miles de respiradores disponibles.

Lo que está mal es el sistema: incluso en Alemania (¿por qué no en Alemania?) las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores de los mataderos, criaderos y frigoríficos es mala, o pésima.

Tanto en ese frigorífico como en muchos otros, trabajan inmigrantesEstos, suelen vivir en estrechos alojamientos que provee la empresa. La periodista Lavinia Pitu de la Deutsche Welle logró entrevistar a un trabajador, bajo anonimato.

“Nos obligaban a trabajar hasta 12 o 13 horas, en vez de ocho, pero luego el pago de las horas extra no aparecía”.

“Adentro del frigorífico hace mucho frío y humedad, las cintas transportadoras se mueven muy rápido, las manos a la noche estaban hinchadas”.

"Había inspecciones del Estado pero eran pre-avisadas, y en ese momento bajaban la velocidad de las cintas transportadoras a un ritmo normal”.

“La mayoría de nosotros no habla alemán. Estábamos subcontratados por rumanos, o en todo caso nuestro capataz era rumano, que traducía y gritaba”.

“Ellos ofrecían el alojamiento, pero en un apartamento podía haber hasta 10 o 14 personas, a razón de 200 euros cada uno”, aseveró.

¿Qué dijo el gerente del Tönnies? Que los culpables de romper este supuesto mundo perfecto que había resuelto la pandemia eran los trabajadores, la mayoría inmigrantes de Europa Oriental (rumanos que en su país de origen podrían ganar entre 285 y 495 euros al mes, o búlgaros que en su país podrían ganar entre 310 y 500 euros al mes, o polacos que en su país no ganarían más que 170 a 400 euros al mes). Esos inmigrantes, durante el paréntesis de la pandemia, fueron a sus lugares de origen...y trajeron el mal. No lo dijo exactamemnte así, pero lo dijo, y tuvo que pedir disculpas en público. El líder de los Verdes, Anton Hofreiter le espetó “si quiere pedir disculpas de verdad, que pague los costos que implica cerrar el frigorífico -y los salarios-, de su propio bolsillo, no de las arcas de la corporación”.

Hubertus Heil, el ministro de Trabajo socialdemócrata del gobierno Merkel declaró al multimedio Bild: “La explotación de gente de Europa Central y Oriental, está convirtiéndose en un riesgo para la salud general, y la industria cárnica tiene que cambiar absolutamente".

Todo parece indicar que el costo de producción (salarios y condiciones de vida) son bajos, para mantener precios más o menos accesibles al público germano.

EL VIRUS NO EMPEZÓ EN WUHAN

Sin embargo, el grupo GRAIN, que trabaja temas de biodiversidad, releva las buenas prácticas agrícolas y apoya a los pequeños campesinos, afirma en un magnífico material publicado en junio de 2020, que por diversas razones no fue divulgado, reproducido y debatido (¿afectará en algo al complejo agro-industrial argentino-brasileño?), que las últimas investigaciones “sugieren que las granjas industriales, y no los mercados de productos frescos,podrían ser el origen del Covid-19”. Vamos a transcribir algunas líneas del documento (disponible en  www.grain.org/article/6438-nuevas-investigaciones-sugieren-que-):

En  un estudio publicado el 25 de mayo (1) por científicos de China y Estados Unidos, también se concluyó que el virus no se originó en el mercado de Huanan. Al igual que  otros recientes estudios científicos (2), que analizaron las muestras de virus iniciales recolectadas en China, se detectó que diversos tipos del virus estuvieron circulando en China por un tiempo, y que la transmisión inicial de animales a humanos ocurrió previo al brote del mercado de Huanan. El tipo de virus que infectó a las personas en el mercado de Huanan era un tipo transmisible que, lo más probable, evolucionó en los humanos, desde un tipo inicial que saltó desde los animales. Cómo ocurrió ese salto inicial, aún es un misterio.

“Este es un virus de origen animal que dio un salto, tal vez de los murciélagos a los humanos, quizás a través … de otro animal, quizás a través del ganado. Y aún no tenemos datos para saber dónde y cómo ocurrió” señaló Colin Carson, un profesor de la Universidad de Georgetown,  en una entrevista con LiveScience (3). “Como científico que estudia zoonosis, no he visto nada que me haga pensar que el mercado [de Huanan] sea una opción posible.”

Los estudios de animales silvestres y domésticos en China y los estudios de susceptibilidad de animales al Covid-19, no han indicado ningún candidato obvio que pueda haber actuado como huésped intermedio entre los murciélagos y los humanos, el que según muchos científicos fue necesariamente un paso en la evolución del virus. Los cerdos serían una especie importante para investigar. A consecuencia de esto,  dos estudios, en los cuales los cerdos (4) fueron sometidos a dosis de Sars-Cov-2, encontraron que no se infectaron con la enfermedad. Hay que tomar estos estudios con precaución, ya que no fueron realizados con el tipo inicial de la enfermedad que saltó desde los animales a los humanos. Los cerdos y otras especies de animales, criados de manera intensiva en China, deben continuar siendo investigados.

Seguimos convencidos de que es necesario que las granjas fabriles sean consideradas como una de las principales fuentes para  la aparición de nuevos y peligrosos patógenos, incluyendo el coronavirus, junto a la deforestación (5) y a nuestra invasión creciente de los hábitats de los murciélagos y otros animales silvestres. Estas amenazas son destacadas en  una reciente publicación de un estudio científico (6), que brinda una actualización de 3 años sobre la aparición de nuevos coronavirus entéricos, en cerdos en China (conocidos como SeACoV). Uno de éstos, conocido como SADS, es mencionado en nuestro reciente  informe sobre Peste Porcina Africana (7). Los autores encontraron que hubo varios brotes del nuevo virus SeACov en granjas fabriles de cerdos durante ese período y que, probablemente, estaban involucrados múltiples tipos del virus. Advierten que la circulación de estos virus, que probablemente evolucionan a través de la transmisión entre murciélagos y cerdos (y posiblemente ratas), es un importante riesgo para la aparición de nuevos coronavirus pandémicos en los humanos.

Pero se ha prestado poca atención a algunos otros animales de esta lista, que cumplen con más claridad el criterio de “alta densidad de población”, que favorece las mutaciones genéticas. Los cerdos serían candidatos obvios de esta lista, por varias razones. Por un lado, los cerdos y los humanos tienen sistemas inmunológicos muy semejantes,  lo que facilita el cruce del virus entre las dos especies, como ocurrió con el brote del virus Nipah en Malasia en 1998 (8). Tan sólo tres años antes de que comenzara el brote de Covid-19, decenas de miles de cerdos de cuatro granjas industriales del condado de Qingyuan en Guangdong, a menos de 100 km del lugar donde se originó el brote de SARS en 2003, murieron a causa de un brote de  una nueva cepa letal de coronavirus (SADS) que resultó ser 98 por ciento idéntica a un coronavirus encontrado en murciélagos de herradura en una cueva cercana (9). Por fortuna no se produjo la transmisión a los humanos, pero las pruebas de laboratorio posteriores demostraron que  tal transmisión podría haber sido posible (10).

Estas  granjas industriales son el caldo de cultivo (11) ideal para que evolucionen nuevos patógenos.

Las granjas porcinas industriales de Hubei todavía se tambalean por el brote masivo de  peste porcina africana que afectó a la provincia y otras partes de China hace poco más de un año (12), y que diezmó a la mitad las existencias del país. En estas condiciones, es totalmente posible que el brote de un nuevo coronavirus entre los cerdos de la provincia pase desapercibido. GRAIN, otras organizaciones, y varios científicos, han estado alertando sobre esta situación desde hace más de una década:  la industrialización y la consolidación corporativa de la producción de carne generan mayores riesgos para la aparición de pandemias mundiales como la de Covid-19 (13). Los gobiernos y las grandes empresas cárnicas menosprecian por completo esta realidad. Como señaló el biólogo evolutivo Rob Wallace, “Cualquiera que intente comprender por qué los virus se están volviendo más peligrosos debe  investigar el modelo industrial en la agricultura y, más en concreto, en la producción ganadera” (14).

EL VIRUS DEL VIRUS

Para no bajar la adrenalina (y el pánico y/o hastío que ya tiene la población mundial), un estudio de la Universidad de Agricultura de China, que lidera el científico Liu Jinhua encendió una alarma a futuro. Futuro que en estos tiempos se acelera a la velocidad de la luz. Hay una nueva cepa de gripe porcina, con potencial de contagiar a humanos.

Se trata de un estudio de largo alcance: de las vías respiratorias de cerdos de 10 diferentes provincias de China, tomaron 30.000 muestras, en el período que va de 2011 a 2018. Y de esa forma encontraron 179 virus diferentes de la gripe porcina. Uno de ellos es el G4.

Según explicaron (la revisión del paper científico lo hizo la revista de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (en el original Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America -PNAS), “es una combinación única de tres linajes entre los que figura la cepa del H1N1, que es precisamente la responsable de la pandemia de gripe aviar de 2009, que mutó de los cerdos a los humanos”…y a esta altura mucha gente escuchó decir que contra esa gripe,los humanos no tienen inmunidad.

El Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades fue categórico: habría ya que empezar a trabajar en una vacuna contra el virus G4, tanto para cerdos como para humanos. Esta aparición, publicada el lunes 29 de junio en varios medios, obliga a una relectura del documento publicado por GRAIN, donde se centra el debate en el modo en que se produce alimentos industrialmente.

CORONAVIRUS EN FRIGORÍFICOS DE ARGENTINA

La Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA) agrupa a unos 350 frigoríficos y mataderos de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos. Esas tres provincias además, de la de Buenos Aires y otros polos satélites como Salta, concentran la mayoría de la faena y de la oferta cárnica para el mercado interno y la exportación.

El titular de FIFRA, Daniel Urcía, declaró a Cuadernos de Crisis / www.purochamuyo.com que “desde antes del 20 de marzo, al tener conocimiento de lo que venía pasando en China, con quienes se tiene un contacto fluido porque son compradores de carnes argentinas, se decidió trabajar una capacitación con infectólogos de la Universidad Nacional de Córdoba, y establecer protocolos sanitarios a implementar en todas las plantas. Algunos problemas hubo durante la pandemia, pero la enorme mayoría no ha tenido ningún problema y está operativo”

Según Urcía, tempranamente adoptaron la toma de temperatura al ingreso, la restricción al acceso al predio y la planta, y “aceptar la Resolución Nº 346 de SENASA por la cual si frente a un caso sospechoso o algún contagio confirmado, se suspende el trabajo y no se puede regresar hasta que no lo define SENASA”

Entre los casos que más se divulgaron, aparecen el Frigorífico Bermejo de Salta, el Santa Giulia de la localidad de Alejandro Korn en el conurbano bonaerense, el Friar en Nelson, provincia de Santa Fe, El Federal de Quilmes (donde falleció un trabajador el 22 de abril), el Maneca, en la localidad de Tigre, en el que hubo dos casos que obligaron al cierre temporal de la firma, y el Subpga, en Berazategui.

De todos ellos, los dos casos más sonados son el Santa Giulia, en el cual este 1 de julio los trabajadores cortarán la ruta reclamando el efectivo cumplimiento de las medidas sanitarias, y el Black Bamboo, de la ciudad de Hughes, en el sur de la provincia de Santa Fe.

Sobre este último, Daniel Urcía comentó “en ese frigorífico, que trabaja fuerte en exportación, se confirmaron dos casos el 19 de junio. El SENASA inhabilitó la actividad, y el 25 retomaron, aunque 30 empleados siguen en cuarentena. El contagio provino de un transportista que había viajado a Buenos Aires. De los 600 empleados, 500 están en sus puestos de trabajo, y se están cumpliendo las medidas sanitarias que propuso la Federación en el mes de marzo”.

Citas y referencias científicas citadas:

(1)  https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2020.02.25.20027953v1.full.pdf

(2)  https://rega.kuleuven.be/if/pdf_corona

(3)  https://rega.kuleuven.be/if/pdf_corona

(4)  https://science.sciencemag.org/content/early/2020/04/07/science.abb7015

(5)  https://monthlyreview.org/2020/05/01/covid-19-and-circuits-of-capital/

(6)  https://science.sciencemag.org/content/368/6494/1016

(7)  https://www.grain.org/es/article/6429-peste-porcina-africana-un-futuro-cultivado-en-granjas-industriales-una-pandemia-a-la-vez

(8)  https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK114486/

(9)  https://www.scientificamerican.com/article/how-chinas-bat-woman-hunted-down-viruses-from-sars-to-the-new-coronavirus1/

(10)  https://doi.org/10.1128/jvi.01448-19

(11)  https://www.grain.org/en/article/6418-building-a-factory-farmed-future-one-pandemic-at-a-time

(12)  https://www.grain.org/en/article/6418-building-a-factory-farmed-future-one-pandemic-at-a-time

(13)  https://grain.org/e/614

(14)  https://climateandcapitalism.com/2020/03/11/capitalist-agriculture-and-covid-19-a-deadly-combination/

Fuente: Revista PuroCHAMUYO

Temas: Ganadería industrial, Salud

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