Acusan a Australia, Canadá, Nueva Zelanda, China y EE UU de bloquear las negociaciones del Conv. de Nac. Unidas sobre Biodiversidad

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El co-presidente del foro, el representante del pueblo Kuna de Panamá Onel Masardule, explicó que durante estas reuniones del Convenio de Naciones Unidas sobre Biodiversidad relacionadas con poblaciones indígenas y con el reparto de beneficios, que se iniciaron el día 23 y terminan mañana, se lograron ciertos logros

Sin embargo, manifestó "una profunda decepción" por la falta de participación y de compromiso de los Gobiernos internacionales para garantizar que el grupo de trabajo designado cumpla todas las tareas que le han sido encomendadas.

Masardule subrayó que "somos conscientes de que muchas de las partes que en un principio se resistieron a la creación de este grupo de trabajo por su escepticismo respecto a nuestra capacidad de aportar y elaborar elementos concretos, son las mismas que hoy obstaculizan el mandato que la Conferencia de las Partes (COP 8) nos ha encomendado".

Para el representante panameño, hay cinco países que están bloqueando las negociaciones -Australia, Canadá, Nueva Zelanda, China y Estados Unidos-, motivados por intereses económicos, ya que "aprovechan los recursos bioenergéticos existentes en los países menos desarrollados para generar sus propias riquezas sin respetar los derechos de protección intelectual de los pueblos indígenas".

Para la presidenta de la Asociación de Juventud Indígena de Argentina, Viviana Figueroa, los pueblos indígenas y las comunidades locales son titulares de unos derechos "inherentes, inalienables y de propiedad colectiva" sobre su conocimiento tradicional y los recursos biológicos.

Figueroa, representante del Pueblo Omaguaca de Argentina Norte, denunció que desde hace 500 años son víctimas de conflictos armados, violación de derechos humanos, desplazamientos forzados de sus territorios, explotación de los recursos naturales y erosión cultural de los pueblos.

"No nos negamos a colaborar con el resto de países para que nuestros conocimientos sirvan de ayuda para erradicar enfermedades como la epilepsia y el cáncer, entre otras, pero queremos que se reconozcan nuestros derechos y que no se comercialicen los bienes propios de la herencia cultural y los territorios de nuestras familias", destacó Figueroa.

La representante argentina mostró su preocupación por el futuro de todos los países, ya que las investigaciones y modificaciones genéticas de los cultivos tradicionales indígenas, principalmente de las semillas transgénicas conocidas como Terminator, tienen potenciales impactos.

Por su parte, la co-presidenta del Foro, Lucy Mulenkai, representante del Pueblo Masaai de Kenia, enfatizó el hecho de que los pueblos indígenas son "los principales protectores de la biodiversidad y, como consecuencia, del mundo en el que vivimos".

Portal del Medio Ambiente, Internet, 2-2-06

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