Ambientalistas y campesinos mexicanos denuncian a Calderón por autorizar transgénicos

Idioma Español
País México

El gobierno de México dio el primer paso para la producción y cultivo de alimentos transgénicos, al aprobar la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente modificados

Grupos ambientalistas y campesinos de México denunciaron este jueves que fueron "traicionados" por el Gobierno del presidente Felipe Calderón, que desoyó sus demandas y procedió a publicar el Reglamento de Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (LBOGM), que da luz verde a la producción de alimentos transgénicos.

Grupos ambientalistas catalogaron la acción como una traición al "Pacto Político por la Soberanía Alimentaria y Energética, los Derechos de los Trabajadores y las Libertades Democráticas", firmados por sectores que hacen vida en el país azteca.

De acuerdo con las denuncias, la aprobación del reglamento pone en riesgo la seguridad y la soberanía alimentaria de la población, al permitir que transnacionales modifiquen la carga genética, en primera instancia, del maíz, que es el principal producto agrícola del país y el alimento básico en la dieta de los mexicanos.

Los ambientalistas, quienes se mantienen en pie de lucha contra la medida, sostienen que al no prohibir definitivamente la siembra del maíz genéticamente modificado, el Gobierno de Calderón ha cedido a las presiones de las empresas transnacionales como Monstanto, productora de semillas transgénicas.

Asimismo, sostienen que el gobierno ha omitido recomendaciones de organismos científicos independientes respecto a los transgénicos y los posibles riesgos que acarrean para la salud.

Los opositores a los alimentos transgénicos aseguran que su producción causará daños ambientales y sociales, incluidas amenazas a la salud pública, como alergias y resistencia a los antibióticos que podrían causarse por el consumo de los alimentos modificados genéticamente.

El consumidor final de ese maíz y de los alimentos que se deriven de éste no tendrá la posibilidad de identificar a simple vista si se trata o no de un alimento transgénico.

Por otra parte, los ambientalistas destacan que no se pueden prever las consecuencias de la introducción de estos alimentos a largo plazo en el medio ambiente.

"Actitud irresponsable"

La activista ambiental mexicana, Caiti Marielle, catalogó de irresponsable la actitud asumida por el gobierno, al permitir la siembra de maíz transgénico en los campos del país.

Señaló que los estudios deben hacerse en espacios confinados, y no liberarlos al medio ambiente, sin tener el conocimiento previo de las consecuencias que acarrearía a los seres humanos y animales.

Por su parte, el organismo ambientalista Greenpeace, también se pronunció en contra de la aprobación de la producción de este tipo de alimentos, al señalar que el Gobierno está cediendo la producción del maíz a empresas transnacionales.

"El dueño de nuestro alimento sería una empresa transnacional", señaló Aleyra Lara, de Greenpeace México.

Por su parte, el ministro de Agricultura mexicano, Alberto Cárdenas, justificó la aprobación de la ley.

"Nuestro punto de vista no es más que abrirnos a la era de la biotecnología, para producir alimentos que cada vez están más demandados en el mundo y en el país también", señaló.

TeleSUR, Internet, 3-4-08

Comentarios