Argentina: buscan frenar la fumigación indiscriminada de los campos, sobre todo cerca de los poblados

Idioma Español
País Argentina

Las sustancias se utilizan para la soja transgénica. Pueden provocar problemas respiratorios, alergias, cáncer, leucemia, abortos, malformaciones congénitas y otras enfermedades

El Grupo de Reflexión Rural (GRR), junto a otras entidades civiles, lanzó una campaña para que los pobladores registren los casos y denuncien a las autoridades. Un miembro de la organización, Osvaldo Fornari, explicó a EL DIA el alcance de la iniciativa.

El modelo agrario argentino, asentado sobre el monocultivo de la soja, tiene un lado oscuro ligado no sólo a la degradación del suelo. El empleo irracional de agroquímicos, para la expansión de la soja transgénica (genéticamente modificada), también enferma a las poblaciones.

Por eso se ha lanzado la campaña nacional "Paren de Fumigar", dirigida a alertar y a movilizar a la población contra los agrotóxicos. La iniciativa la motorizan tres entidades de la sociedad civil: Grupo de Reflexión Rural, Madres de Ituzaingó de la ciudad de Córdoba y el Centro de Protección a la Naturaleza de Santa Fe (CEPRONAT).

"Lo que está pasando en el interior del país es pavoroso", le dijo a este diario Osvaldo Fornari, del Grupo de Reflexión Rural, con relación a las secuelas del monocultivo sobre la salud. "Ya se han registrado muchos casos de problemas respiratorios, alergias, cáncer, leucemia, abortos, malformaciones congénitas y otras enfermedades", denunció al respecto.

"¿Llegan los cultivos de soja cerca de tu barrio o tu calle? ¿Pasan con el 'mosquito' o la avioneta fumigadora frente a tu casa? ¿Guardan las máquinas y los venenos en el pueblo? ¿Tenés problemas de salud por el polvillo de los silos y los camiones?".

Esas son algunas de las preguntas contenidas en uno de los afiches de la campaña que pretende prevenir a la población. "La fumigación indiscriminada es un delito. Vos y tu familia tienen derecho a vivir en un ambiente sano.

Coordinate con tus vecinos, registra los casos de enfermos y denuncia a las autoridades", refiere otro mensaje.

Según Fornari, un abogado oriundo de Gualeguaychú que vive en Capital Federal, el empleo irracional de agroquímicos está penado por la legislación ambiental vigente. "Creemos que en muchos casos corresponde aplicar la normativa del Código Penal", afirmó.

Lamentablemente, dijo, esta información no está en la población. Como también se silencian los efectos desastrosos de la expansión de la soja, denunció.

"Tenemos miles de denuncias, sobre todo de Santa Fe y Córdoba, sobre muertes y enfermedades graves. Se están advirtiendo malformaciones preocupantes. Por ejemplo, varones de 6 y 7 años a los que le salen mamas, mientras que hay niñas que menstrúan a los 5 o 6 años", apuntó.

"El problema está centrado en el cultivo de los transgénicos, que está atado a otro paquete: el de los pesticidas", señaló al explicar la relación entre un modo de producción y el uso de químicos.

¿Por qué no trascienden estos datos al público?, inquirió este diario. "Lo que ocurre es que eso afectaría los agro-negocios. El lobby sojero es muy fuerte en el país. Y está integrado por firmas trasnacionales y los pool de siembra (que reúne a inversionistas de todo tipo), entre otros", respondió Fornari.

Pero el problema en realidad es sistémico, apuntó. "Al país se le ha asignado el rol de proveedor de forrajes en el mundo. Argentina se ha convertido en productor de soja transgénica, junto a otros países sudamericanos, como Paraguay y Brasil", afirmó.

El esquema es inducido por el sistema económico mundial, dominado por grandes trasnacionales, afirmó Fornari. Y los Estados aparecen como socios de estos modos de producción. Vía impuestos (retenciones) financian el pago de la deuda externa y los presupuestos estatales.

En esta nueva división internacional del trabajo, trazada desde los países centrales, a Uruguay se le ha asignado el rol de proveedor de materia prima para la industria celulósica, indicó el entrevistado.

"El monocultivo del eucalipto y la radicación de industrias sucias productoras de celulosa, que emigran desde Europa, es parte de este esquema global. Y que los gualeguaychuenses están sufriendo en carne propia", precisó.

En el caso de Argentina "detrás de las cifras récord de producción granaria, se oculta una secuela de muerte y enfermedad y de degradación ambiental", denunció el miembro de Grupo de Reflexión Rural.

La campaña "Paren de Fumigar", por tanto, va dirigida a mitigar los efectos del monocultivo de la soja en las provincias argentinas. El objetivo es coordinar con personas y organizaciones preocupadas por esta temática.

"Toda la información que juntemos, servirá para conocer qué está pasando en el interior de nuestro país, intercambiar experiencias y sumar fuerzas para exigir un ambiente sano", comentó Fornari.

Quienes deseen tener contacto con los organizadores de la campaña pueden consultar la página web www.grr.org.ar. O escribir a las direcciones de correo electrónico de las entidades que coordinan la campaña:

- Grupo de Reflexión Rural: ra.gro.rrg@ragimufednerap

- CEPRONAT: ra.moc.oohay@efatnasragimufednerap

- Madres del Barrio Ituzaingó: ra.moc.oohay@serdamdopurg

Osvaldo Fornari, miembro del Grupo Reflexión Rural

Por: ra.moc.uhcyaugelaugedaidle@oznerolm

El Día de Gualeguaychú, Argentina, 13-10-06

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