Argentina: el entrerriano que regresa para dar el alerta en toda la región, y se anima ha hablar de “genocidio”

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País Argentina

“Los agrotóxicos que usan la soja RR y otros monocultivos pueden provocar problemas respiratorios, alergias, cáncer, leucemia, abortos, malformaciones
congénitas y muchas otras enfermedades”, dice el afiche distribuido esta semana en Paraná por el Grupo de Reflexión Rural (GRR) y otras organizaciones del
país

Y luego: “La fumigación indiscriminada es un delito. Vos y tu familia tienen derecho a vivir en un ambiente sano.

Coordinate con tus vecinos, registrá los casos de enfermos y denunciá a las autoridades”. La campaña bautizada Paren de fumigar es el mayor grito de alerta sobre los riesgos del uso irresponsable de agroquímicos, particularmente con el boom de la soja que, como bien dice la obra Tierras S.A., de Daniel Enz y Andrés Klipphan, publicada hace pocos días, “pasó de ocupar el 10 % de la superficie agrícola a casi tres cuartos” en sólo 12 años en el territorio entrerriano.

Es cierto que muchos de los efectos nocivos de las fumigaciones mal realizadas son opinables, o están en estudio, pero en los últimos años se acumularon los
interrogantes sobre el sistema impuesto, de producción a escala, que además de generar un abrupto avance del monocultivo pone en riesgo la biodiversidad y la salud humana y no favorece la ocupación de las personas sino que, al contrario, expulsa.

Repoblar la Argentina

Osvaldo Rafael Fornari Ríos nació en la zona rural del Departamento Gualeguaychú y hace 40 años que se fue a Buenos Aires. Abogado penalista, trabajó 10 años en la Justicia de Capital Federal y en los últimos meses está retornando a su provincia con un objetivo: concientizar a la población sobre el derecho a prevenirse del peligro de los agroquímicos. Fornari Ríos forma parte del Grupo de Reflexión Ruralque denuncia el modelo de los agronegocios por considerarlo “nefasto para la Argentina y con una secuela de muerte, aparte de los daños materiales en la tierra entre otras cosas”.

En su paso por Paraná, para dialogar con especialistas y presuntas víctimas del mal uso de los pesticidas, el profesional habló con UNO y no dudó en alertar sobre
los riesgos de muerte a que estamos expuestos.

“Uno de los referentes mayores del GRR es Jorge Rulli, con una dilatada trayectoria política. Se ha puesto a la cabeza, tambien lleva adelante un programa de Radio Nacional que se llama Horizante Sur, que va de 11.30 a 12.30, y considera que el daño que se le está produciendo a la gente es un claro ataque a los derechos humanos.

Pensamos que el país está a la deriva, a falta de un proyecto estratégico, y ante ese vacío algunas corporaciones y todos los que están detrás de los beneficios de los agronegocios obviamente imponen sus políticas. El sentido de la campaña Paren de fumigar es denunciar por qué está pasando esto y qué puede llegar a pasar si no paramos la mano”, advirtió Fornari Ríos, que además de un profesional inquieto por los problemas de la salud, es autor e intérprete de obras folclóricas con ritmos del litoral.

“Los agronegocios están cambiando de raíz la historia y las estructuras culturales que tenía el campo argentino. Por eso tratamos de difundir para que no actuemos sobre ejes políticos equivocados. Es una tarea común de todos. Por ejemplo sostenemos que hay que repoblar a la Argentina, hay que cambiar desde la misma base estas estructuras.

Los viejos agricultores son corridos, y llegan los pool de siembra con una mezcla de capitales financieros que invierten (entre comillas) en este tipo de explotaciones sin reparo en degradar la tierra, contaminar a los pueblos, contaminar el agua”.

La gran ciudad, rota

“La gran ciudad se ha roto para siempre”, dice Fornari Ríos. “La gran ciudad es hacinamiento, falta de solidaridad, droga, locura, confusión. Desde ese lugar, después veremos qué régimen de propiedad va a tener la tierra, pero sí de un modo urgente, por distintas razones, tenemos que volver a poblar el campo. Cualquier individuo con sentido común se da cuenta de que en un país que tiene 3 millones de kilómetros cuadrados algo raro pasa, que todos estamos hacinados en 200 kilómetros cuadrados”.

Perjuicios cruzados en el ambiente

Se definió que las pasteras de Uruguay son tan dañinas como la siembra de soja indiscriminada.

Para Fornari Ríos, los poderosos del mundo establecieron que en Uruguay se construyeran pasteras y que en la Argentina se sembrara soja. Ellos saben las consecuencias. Entonces, desde el presidente de la nación hasta el último de los funcionarios en el plano administrativo, y desde los directivos de las empresas
y los de los laboratorios tendrán que hacerse cargo, porque estamos con la perspectiva más que cierta de un genocidio. Lo que pasa es que esto no da rédito”.

Precisó también: “Yo les digo a los propietarios de la tierra, señores, están haciendo pésimos negocios, incluso en los parámetros del capitalismo porque esas tierras no valen nada. Este sistema es terrorífico para la Argentina, en cinco o seis años los argentinos nos enteraremos de que hay un nuevo genocidio real y concreto.

Tuvimos una entrevista con procuradores de la Corte y dijimos que esto termina sí o sí en un genocidio. Por eso yo particularmente estoy impulsando que se aplique directamente la normativa del código penal. Esas grandes empresas a esta altura del partido no pueden decir que no saben lo que pasa. Están usando una serie de pesticidas prohibidos en casi todas partes del mundo”, denunció.

La ley

El abogado penalista no tiene dudas de que corresponde aplicar el Código Penal. “El artículo 200, delito contra la salud pública, y eventualmente lesiones gravísimas porque hay chicos con 6, 7 años que salen con mamas, nenas menstruando a los 5 años, restos de pesticidas en leche materna observados en la Universidad del Litoral. En esta campaña todos nos hacemos falta, es importante hacer un mapa de epidemiología en los hospitales, hay información que no se está obteniendo”.

—Se hicieron intentos por frenar las pasteras en virtud de los daños futuros. ¿No hay normas que exijana los estados los estudios de impacto acumulativo?

—Yo formo parte de abogados penalistas que sostenemos que estas acciones son delito de peligro. Para que se consolide el homicidio te tengo que matar. En cambio si estamos hablando de envenenamiento de agua, yo me sustraigo del resultado, basta que me hayas puesto en el riesgo, por eso se llaman delitos de peligro. Son delitos de peligro, se muera o no se muera la gente me estás colocando ante esa posibilidad.

Responsables

• Los de la soja son negocios muy grandes, al Estadole ingresa mucho dinero, ¿quién puede ir en contra?

• Bueno, entonces que se hagan cargo. Se va a descubrir que hay un genocidio, y los culpables son: el que lo provoca y el funcionario que sabe que esto pasa, o tendría que saberlo. Estamos hablando de empresas que tienen más fuerza que los estados.

El vocero

Jorge Rulli, que lidera el Grupo de Reflexión Rural, lanzó la campaña de alerta. Se trata de un militante de con décadas de trayectoria.

Definió que la soja se expandió en la Argentina y en Entre Ríos de un modo inquietante. El ámbito que integra se ocupa de señalar los riesgos que a los que está expuesta la población a partir del cultivo indiscriminado con agroquímicos.

Los pool de siembra

Fornari Ríos dio su parecer sobre los conglomerados de inversores que invierten en las siembras.

—¿Cómo se constituye el capital de los pooles de siembra?

—Algunos están diciendo que son los capitales que en algún momento salieron ilegalmente, y vuelven a entrar. No hay pruebas, es difícil seguir los fenómenos financieros.

Pero se sospecha. Entre paréntesis, también estarían presionando al dólar, éste es otro tema. Y meten a la Argentina en un modelo que termina en el biodiesel.

GRR tiene una rama argentina y hay gente de GRR internacional. Los profesionales que están en Europa nos dan un cuadro de situación: Argentina, Paraguay y
Brasil tienen asignado el papel de ser los grandes productores del biodiésel. Por eso se llama a esto la República Sojera, que no respeta los límites geográficos. Ese es el rol que tendrían, de grandes proveedores de los granos, y después para producir Biodiésel como sustituto del petróleo.

—¿Cómo enfrentar esto?

—Es la historia de siempre, desde 1810: o al proyecto lo hacemos los nativos o lo hacen ellos. Hasta ahora lo hacen ellos. Y no es muy novedoso, los países que predominan siempre nos marcan el rol. Y esos agronegocios les dan muchas fuentes de financiamiento a todos los gobiernos, sobre todo al gobierno nacional, con lo cual es muy difícil cortar esta cadena de intereses.

UNO, Argentina, 19-11-06

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