Argentina: el feroz avance de la soja transgénica

Idioma Español
País Argentina

Frente al feroz avance de la soja transgénica en Argentina el Grupo de Reflexión Rural, la Mesa de Tierra y Prodemur (de Santiago del Estero) así como Greenpeace han sido las organizaciones que han denunciado en los últimos años los desmontes a causa de esta oleaginosa, sin embargo la situación continúa siendo preocupante

La estadounidense Monsanto se ha enfrentado a lo largo de este año a los productores argentinos por el uso de semillas transgénicas. La firma ha reclamado el pago de regalías por las patentes y al no recibir una respuesta positiva por parte de Argentina ha recurrido a la presión demorando a sus barcos en los puertos de España, Países Bajos, Dinamarca y el Reino Unido. La multinacional pretende cobrar un canon sobre la oleaginosa mientras que en el país sudamericano se prolonga el debate entre productores y semilleros para acordar un régimen de regalías. Argentina posee 14.750.000 hectáreas de soja transgénica y es el segundo productor mundial después de Estados Unidos. Gran parte de la soja es importada como materia prima industrial y forraje por los países del primer mundo. El 30 % de este producto es exportado como grano, el 70 % restante es extraído como aceite y subproductos para animales en Europa. En el año 2003 el ingreso bruto en el país por la soja fue de 6.500 millones de dólares. De no llegar a un acuerdo con la multinacional las causas económicas podrían ser nefastas por la dependencia que ha generado en el mercado este producto: la soja RR es vendida con todo su paquete tecnológico que contiene semillas, herbicidas y siembra directa (maquinarias).

Suelo desprotegido

Jorge Rulli, del Grupo de Reflexión Rural continua denunciando que "el monocultivo de soja deja al suelo desprotegido. La concentración de nutrientes no renovables como el fósforo están bajando drásticamente a raíz del monocultivo de soja." Un estudio realizado en Argentina revela que en el año 2002 se exportaron 30 millones de toneladas de soja y se fueron con esos granos 900.000 toneladas de nitrógeno, 200 mil toneladas de fósforo y 140.000 toneladas de azufre. A pesar de estas informaciones la megaempresa Monsanto continúa operando y contribuyendo al desmonte en la región.

Una vez que Monsanto comprueba la presencia del gen RR demanda al importador exigiéndole entre 15 y 18 dólares por tonelada exportada a Europa en concepto de regalías. De aceptarse este pedido los productores deberían pagar aproximadamente unos 155 millones de dólares.

Ante la demanda el Gobierno y productores damnificados afirman que esta empresa no tiene derecho a reclamar dicha compensación puesto que el gen no está patentado en el país. La empresa sostiene que las semillas que dieron origen a ese producto contienen el gen RR, una invención tecnológica de su propiedad resistente al conocido herbicida glifosato. Este agroquímico permitió cuadriplicar la producción nacional -en especial medida la soja- en los últimos nueve años.

El gen en cuestión se denomina Round Up Ready (RR) y su ingreso al país fue el resultado de una negociación entre las empresas estadounidenses Monsanto y Asgrow. Este acuerdo le permitió a la empresa Asgrow utilizar el gen en sus diversas variedades y más tarde la semillera Nidera adquirió Asgrow Argentina y amplió la difusión del gen en el país. Sin embargo Monsanto tras acuerdos con las semilleras en cuestión licenció la comercialización y cobró la regalía correspondiente a cada bolsa vendida en el mercado argentino por Nidera, Don Mario y demás empresas de la región. No obstante, la verdadera preocupación de Monsanto -que se tradujo en un problema para los exportadores argentinos- fue cuando los productores comenzaron a utilizar los granos obtenidos como semilla para la siguiente cosecha amparados en la ley de semillas 27.247 que en su artículo 27 afirma que "no lesiona el derecho de propiedad (…) quien reserva y siembra semilla para su propio uso". Hubo otros productores que además vendieron sus semillas en el mercado negro.

En Estados Unidos, los productores corrieron la misma suerte que los argentinos en la actualidad frente a Monsanto. El estadounidense Andrew Kimbrell del Centro de Seguridad Alimentaria (Center of Food Safety) de Estados Unidos explica: "un estudio realizado por nuestra organización da a conocer tres aspectos que hacen a la transformación de Monsanto en una corporación de biotecnología: en primer lugar control de la semilla, en segundo patentar plantas así como genes y por último controlar lo que los agricultores hacen con esas semillas. Monsanto es la empresa más grande de venta de semillas a nivel mundial, controla el 25 % del mercado mundial de semillas de soja y el 41 % de semillas de maíz".

"Esta compañía comenzó a patentar genes para insertar a las plantas y también las técnicas para poder hacerlo. El problema reside en que a través de la historia los agricultores estadounidenses han guardado semillas, se trata de una tradición, e incluso reconocida en la ley de 1970 que avala el guardado de semillas, protección del agro. Esto cambió 15 años después cuando el gobierno comenzó a exigir a las empresas que patentaran las semillas y se les prohibió a los agricultores que guarden para usarlas en otro momento. Actualmente las semillas y productos de Monsanto están presentes en el 88 % de los cultivos RR de todo el mundo" afirma Kimbrell. "Esto explica que cuando un agricultor compra semillas de Monsanto debe firmar un acuerdo sobre el uso de la tecnología que prohíbe específicamente reutilizar la semilla y en algunas circunstancias permite que la empresa entre a las tierras del agricultor y que tome muestras y las analice. Siendo Argentina el segundo productor de soja quizás sea interesante conocer lo que está sucediendo en Estados Unidos" concluyó Kimbrell durante una conferencia realizada en Buenos Aires, Argentina sobre la soja RR.

En el caso argentino el conflicto recién ha comenzado ya que a los importadores a los que la multinacional les confiscó la mercadería les demanda unos 15 o 18 dólares por tonelada aunque conociendo el caso estadounidense esta empresa va por más. Si Monsanto tuviera la patente en el país sudamericano el conflicto seguiría en pie puesto que aún no se ha llegado a un acuerdo para restringir el uso "propio - gratuito" que realizan los productores argentinos.

Tribunales europeos

La empresa Monsanto accionó judicialmente en Países Bajos y Dinamarca, con la intención de que los jueces europeos declaren la existencia de una "infracción de patentes" por la importación en territorio europeo de productos derivados de la soja RR proveniente de Argentina. En respuesta la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (SAGPyA) presentó en los tribunales holandeses, acompañando la contestación de la demanda del importador europeo, bajo la figura legal de "Jointer of Parties", una suerte de "amicus curiae" que solicita al Juez interviniente lo considere tercero interesado, afectado por el litigio en curso.

Las acciones de Monsanto comenzaron en territorio holandés el 16 de junio de 2005 cuando la multinacional solicitó la toma de muestras en el puerto de Rótterdam. El 14 de julio de 2005 inició la demanda frente a los Tribunales Nacionales de Países Bajos contra el importador europeo Cefetra, por la importación de harina de soja argentina.

Por su parte, el Gobierno Nacional creó un Grupo de Trabajo integrado por la Procuración General del Tesoro, la Consejería Legal de la Cancillería, la Dirección General de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Economía y Producción, y coordinado por la SAGPyA, para analizar otras posibles acciones, ya no defensivas, sino también ofensivas. La incertidumbre continúa y la posibilidad de que la multinacional deje de enviar sus innovaciones a Argentina podría generar impactos en las siembras puesto que se ha creado una dependencia de los agroquímicos para asegurar las cosechas.

En respuesta a esta larga disputa, la Dirección General de Mercado Interior y Servicios de la Comisión Europea se manifestó a favor de la Argentina en la disputa que mantiene con la empresa estadounidense Monsanto, por el ingreso al viejo continente de semilla genéticamente modificada producida en el país sudamericano.

Posturas encontradas

Tras la incisiva postura de Monsanto en el exterior fueron varios los organismos argentinos que se unieron para hacerle frente a sus misivas. Entidades que nuclean a productores, como la Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas, Coninagro y la Federación Agraria, se sumaron a las duras críticas.

La SRA emitió en su momento un comunicado que tituló "Nueva chicana de Monsanto". El documento sostiene que "llama la atención que actúe en contra de los intereses de los productores argentinos, que son su principal clientela y podrían rechazarla de aquí en más como proveedor, por su actitud avasalladora y monopólica". Asimismo especifica que "el productor ha pagado las regalías correspondientes según las leyes vigentes, a los semilleros" además de recordar que hay "un proyecto de Agricultura demorado, que no conformó a los productores". La SRA concluye arguyendo que "Monsanto actúa como si fuera una pequeña empresa, desconociendo las enormes inversiones que tiene en la Argentina y el cuantioso beneficio que ha recibido de nuestro campo. El gobierno argentino no permanecerá impasible frente a estas amenazas y actuará en su debida forma en el momento apropiado".

Avance de la frontera sojera

En 7 años la superficie plantada de soja transgénica (RR) en Argentina aumentó 16 veces pasando de 800.000 hectáreas a 14.750.000.

La expansión del cultivo de soja RR -resistente al agroquímico glifosato- en Argentina ha sido una de las más rápidas de la historia ya que ha desplazado a otras producciones locales como por ejemplo: tambos lecheros, frutas y legumbres entre otras. Con este tipo de soja y la siembra directa los productores ahorran entre un 28 y 37 por ciento de mano de obra puesto que cada hectárea de este cultivo requiere un solo obrero. Esto explica en parte por qué más del 95% de la producción de soja argentina es RR.

En el norte argentino la tasa de deforestación para cultivos es cinco veces superior al promedio mundial. Una de las provincias más sojeras al norte de Argentina es Santiago del Estero que posee unas 800.000 hectáreas de soja RR. El Ministro de Producción, Recursos Naturales, Forestación y Tierra de Santiago del Estero, Ingeniero Luis Gelid explica que "la producción de soja en el país tiene su lado positivo y negativo. Su parte positiva está ligada a la rentabilidad (la expansión de la frontera agropecuaria) porque se han podido utilizar superficies que antes no eran tenidas en cuenta ya que por sus características sólo eran útiles para otro tipo de cultivo. A este punto se suma que la siembra directa ha generado una disminución sensible en el costo. Otro punto positivo es que los productores de soja han invertido sus ganancias en campos ganaderos y esto marca una gran diferencia con los productores del algodón cuyas inversiones las hacían fuera del país. En Santiago del Estero la soja dio la posibilidad de mejorar los campos". El ministro Gelid consideró que el punto negativo de lo soja RR es el medio ambiente y tiene una relación directa con las ganancias que representa "la alta rentabilidad de esta materia prima provocó el avance de la deforestación que fue irracional. Hubo un abuso de los recursos naturales y algunos productores no alternaron los cultivos (sorgo, maíz y soja) y de esta forma los suelos fueron perdiendo nutrientes."

Riesgos en salud y medioambiente

En Argentina gran parte de los cultivos transgénicos incorporan dentro de su fórmula de herbicidas al glifosato. Este agroquímico representa riesgos para la salud humana (efectos tóxicos, cancerígenos, abortivos, acción mutagénica y contaminación de los alimentos) además de demostrar que las políticas de bio -seguridad aún no han llevado estudios específicos para alertar a la población sobre estos riesgos.

Un informe publicado por la World Wild Life Foundation (WWF) en junio de 2004 indica que la expansión del cultivo de soja amenaza con destruir cerca de 22 millones de hectáreas de bosques y sabanas en Sudamérica para el 2020. Esta investigación advierte que la demanda de soja aumentará un 60 % en los próximos 20 años lo que provocará la pérdida de aproximadamente 16 millones de hectáreas de sabanas y 6 millones de hectáreas de bosques tropicales en la región. La expansión de la soja desde América del Sur es estimulada por la alta demanda de la Unión Europea (UE).

El doctor Jorge Kaczewer, autor de "Toxicología del glifosato: riesgos para la salud humana" explica que "los herbicidas a base a glifosato pueden ser altamente tóxicos para animales y humanos. Estudios de toxicidad revelaron efectos adversos en todas las categorías estandarizadas de pruebas toxicológicas de laboratorio en la mayoría de las dosis ensayadas: toxicidad subaguda (lesiones en glándulas salivales), toxicidad crónica (inflamación gástrica), daños genéticos (en células sanguíneas humanas), trastornos reproductivos (recuento espermático disminuido en ratas; aumento de la frecuencia de anomalías espermáticas en conejos), y carcinogénesis (aumento de la frecuencia de tumores hepáticos en ratas macho y de cáncer tiroideo en hembras). A nivel eco-tóxico-epidemiológico, la situación se ve agravada no sólo porque son pocos los laboratorios en el mundo que poseen el equipamiento y las técnicas necesarios para evaluar los impactos del glifosato sobre la salud humana y el medioambiente."

El doctor Kaczewer especifica que existen dudas sobre el potencial carcinogenético del glifosato persisten, porque este ingrediente contiene el contaminante N-nitroso glifosato (NNG) a 0.1 ppm o menos, o este compuesto puede formarse en el ambiente al combinarse con nitrato (presente en saliva humana o fertilizantes), y se sabe que la mayoría de compuestos N-nitroso son cancerígenos.

Sin embargo el doctor argentino precisa que en el caso de la acción mutagénica " ninguno de los estudios sobre mutagénesis requeridos para el registro del glifosato ha mostrado acción mutagénica. No obstante los resultados son diferentes cuando los estudios se realizan con fórmulas comerciales en base a glifosato: en pruebas de laboratorio con varios organismos, se encontró que el Round-Up y el Pondmaster (otra formulación) incrementaron la frecuencia de mutaciones letales recesivas ligadas al sexo en la mosca de la fruta; el Round-Up en dosis altas, mostró un incremento en la frecuencia de intercambio de cromátidas hermanas en linfocitos humanos y fue débilmente mutagénico en Salmonella. También se reportó daño al ADN en pruebas de laboratorio con tejidos y órganos de ratón". En la misma línea Kaczewer advierte sobre los efectos reproductivos ya que "en pruebas de laboratorio con ratas y conejos, el glifosato afectó la calidad del semen y la cantidad de espermatozoides."

La siguiente lista de ingredientes inertes identificados en diferentes fórmulas comerciales en base a glifosato se acompaña con una descripción clásica de sus síntomas de toxicidad aguda. Los efectos de cada sustancia corresponden, en algunos casos, a síntomas constatados en el laboratorio mediante pruebas toxicológicas a altas dosis. La mayoría de síntomas se compiló a partir de informes elaborados por los fabricantes de las diferentes fórmulas. (Por Carolina Escudero)

*Sulfato de amonio: Irritación ocular, náusea, diarrea, reacciones alérgicas respiratorias. Daño ocular irreversible en exposición prolongada.

*Benzisotiazolona: eccema, irritación dérmica, fotorreacción alérgica en individuos sensibles.

* 3-yodo-2-propinilbutilcarbamato: Irritación ocular severa, mayor frecuencia de aborto, alergia cutánea.

*Isobutano: náusea, depresión del sistema nervioso, disnea.

*Metil pirrolidinona: Irritación ocular severa. Aborto y bajo peso al nacer en animales de laboratorio.

*Ácido pelargónico: Irritación ocular y dérmica severas, irritación del tracto respiratorio.

*Polioxietileno-amina (POEA): Ulceración ocular, lesiones cutáneas (eritema, inflamación, exudación, ulceración), náusea, diarrea.

*Hidróxido de potasio: Lesiones oculares irreversibles, ulceraciones cutáneas profundas, ulceraciones severas del tracto digestivo, irritación severa del tracto respiratorio.

*Sulfito sódico: Irritación ocular y dérmica severas concomitantes con vómitos y diarrea, alergia cutánea, reacciones alérgicas severas.

*Ácido sórbico: Irritación cutánea, náusea, vómito, neumonitisquímica, angina, reacciones alérgicas.

*Isopropilamina: Sustancia extremadamente cáustica de membranas mucosas y tejidos de tracto respiratorio superior. Lagrimeo, coriza, laringitis, cefalea, náusea.

Por último el doctor Kaczewer recuerda que "con la ayuda alimentaria de enormes raciones de soja elaborada como milanesa, hamburguesa, albóndiga, fideo, raviol, leche, yogur, y queso 'de soja', ahora, casi 17 millones de argentinos empobrecidos y hambrientos también recibirán su dosis masiva de glifosato. La implacable estrategia comercial de la industria nos permite anticipar cómo ésta visualiza su camino hacia un próspero futuro a costa de la salud de millones de personas que aún no han sido informadas de la existencia de este tipo de productos y de sus consecuencias" y concluye "sin el etiquetado correspondiente, los consumidores no tienen forma de eludir riesgos tales como carcinogénesis, toxicidad inesperada, resistencia antibiótica y reacciones alérgicas. Asimismo, esto imposibilitaría la identificación del agente causal en caso de suscitarse problemas que afecten masivamente al enorme grupo de ciudadanos que -desde hace años- consume transgénicos sin saberlo."

Glocalia, Internet, 27-2-07

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