Argentina: las inundaciones en el norte tienen sus responsables

Idioma Español
País Argentina

Claramente la mayoría de las provincias del norte están haciendo un mal manejo de los recursos naturales

Y esto tiene sus efectos: las nuevas inundaciones en el norte de nuestro país son consecuencia directa de la relación entre el Cambio Climático Global y prácticas productivas incompatibles con el medio ambiente, como el irracional proceso de destrucción al que se encuentran sometidos los últimos bosques nativos argentinos. Mientras las inundaciones en el norte por culpa de los desmontes son cada vez más frecuentes, políticos y empresarios miran para otro lado.

Las inundaciones sufridas durante gran parte del mes de enero en las provincias de Tucumán, Salta, Formosa, Santiago del Estero, Chaco y Santa Fe dejaron a miles de familias sin hogar y acabaron con la vida de seis personas. Pero las mismas no son producto de la mala fortuna. Las inundaciones en el norte de nuestro país tienen sus responsables.

Hace ya varios años que organizaciones ambientalistas vienen alertando sobre las consecuencias del Cambio Climático Global. En este tema el consenso científico es terminante: inundaciones, sequías y eventos extremos se harán cada vez más frecuentes.

Existe una relación directa e innegable entre la deforestación y el Cambio Climático. Los desmontes y la posterior quema del material forestal provocan emisiones de carbono a la atmósfera en un nivel tan alarmante que superan cinco veces las provenientes de los procesos industriales. Estos números indican que los desmontes producen casi la mitad de la principal causa de emisión: las provenientes del uso de combustibles fósiles. Todo esto, por supuesto, empeora el cambio climático.

Los bosques juegan un papel fundamental en la regulación climática, el mantenimiento de las fuentes y caudales de agua y la conservación de los suelos. Son nuestra natural esponja y paraguas protector, son el más magistral diseño que equilibra los ecosistemas y garantiza gratuitamente nuestra supervivencia, son uno de los patrimonios naturales más importantes, pero también el más amenazado y depredado por la mano del hombre: nuestro país ya perdió el 75% de sus bosques nativos originales.

La tremenda tasa de transformación de nuestros bosques nativos para la ampliación de la superficie ganadera y agrícola (en la mayoría de los casos para la producción de soja transgénica) no tiene precedentes en la historia: por año perdemos más 250.000 hectáreas, lo que equivale a 1 hectárea cada dos minutos.

La gran parte de la deforestación se produce en el Chaco Seco. El Chaco Húmedo, la Selva de Yungas y la Selva Misionera forman parte también de la lista de áreas amenazadas.

La tasa de deforestación en nuestro país triplica la media mundial. Según datos de la Unidad de Manejo del Sistema de Evaluación Forestal de la Secretaría de Medioambiente de la Nación, durante el período 1998-2002 las provincias de Tucumán, Chaco, Salta y Santiago del Estero perdieron 21.000, 118.000, 195.000 y 306.000 hectáreas de bosque nativo respectivamente.

Si bien el ecosistema es dinámico y se repone, ante la explotación descontrolada muchas veces no tiene capacidad de cicatrización para mitigar el impacto de copiosas lluvias (exacerbadas por el Cambio Climático) en tan escaso tiempo.

Sin la vegetación propia del lugar, la estructura de las laderas se vuelve cada vez más inestable. Sin retención suficiente, se acelera el escurrimiento superficial. Con poca retención y excesivo escurrimiento, las crecidas no se regulan. Con grandes crecidas, el agua llega a las poblaciones y se producen inundaciones.

Frente a las graves consecuencias que implican la alta tasa de deforestación (las inundaciones de Tartagal hace un año y de Santa Fe en 2003 fueron los primeros ejemplos) necesitamos de manera urgente detener los desmontes para poder planificar las actividades productivas que implican la transformación del bosque.

Vale mucho más evitar que sucedan estas tragedias que enviar ropa y comida a la gente que se quedó sin casa y sin medios de vida. Las inundaciones se pueden mitigar conservando grandes áreas de bosque nativo, que absorben las lluvias y llevan el agua hacia los manantiales, arroyos y ríos.

Claramente la mayoría de las provincias del norte están haciendo un mal manejo de los recursos naturales. Están entregando permisos de desmonte muy altos, están permitiendo, por acción u omisión, deforestar mucha cantidad de hectáreas. Y además lo están haciendo sin estudios de impacto ambiental serios, sin ningún tipo de criterio ambiental que tenga una mirada regional, sin ningún tipo de ordenamiento del territorio, lo que genera la tremenda fragmentación de nuestros bosques nativos.

En el Congreso de la Nación hay un proyecto de Ley de Presupuestos Mínimos para la Protección Ambiental del Bosque Nativo apoyado por varias organizaciones ambientalistas, campesinas e indígenas que se encuentra cajoneado. El proyecto de ley establece un freno a los desmontes hasta tanto las provincias realicen un ordenamiento territorial de los bosques nativos que garantice el uso sustentable de los mismos.

Paradójicamente fueron las provincias más desmontadoras las que presionaron para frenar esta ley.

Paradójicamente, o no tanto, esas provincias hoy sufren las consecuencias de la deforestación.

Eco 21, Internet, 5-3-07

Comentarios

31/03/2007
deforestacion, por angélica
paradójicamentehabría que agegar que esas provincias sus mandatarios hacen los negociados con las empresas paradesvastar, sin importarles total ellosestán un tiempo y se van y detrás está la gente. las provincias pobres dosnde la mayoría vive delgobientrno porque no producen y esperan la coparticipación, año tras año los gobernantes hecen sus negocios y el suelo y sus concecuenncias les importa un pito, ello pueden cambiear su realidad pero los pobres habitantes de esas provincias, ya por comodida ya por ignorancias no tienen alternativa.
la desazón de esas familias que o pierden todo no es bastante pera los gobernantes, y pensar que nosostros somos el país, y se lo damos a una sociedad anñonima donde los accionistas son siempre los mismos.

los anteriores comentarios son de los gobernantes o de sus hijos,
26/03/2007
voludes, por emiliano
es una estupides