Boicot en Europa a la soja de la Amazonía

Idioma Español
País Europa

Grandes redes de supermercados líderes de Europa, empresas alimenticias y redes de comida rápida, incluyendo Mc Donald's, dejarían de utilizar soja de Brasil que haya sido ilegalmente cultivada en el Amazonas, los productores deberán demostrar la legalidad de sus cultivos

Una negociación entre grupos ambientalistas y empresas alimenticias podría limitar las importaciones de soja que hayan sido cultivadas en tierras deforestadas de la selva del Amazonas.

Las empresas de alimento y comida rápida dejarían de consumir soja del Brasil con el objetivo de combatir el creciente uso de áreas vírgenes de bosque para el cultivo del grano.

El acuerdo fue preparado por la organización ecologista Greenpeace, quien en una investigación a principios de este año, informó sobre la destrucción ilegal de los bosques a gran escala por parte de los productores de soja, financiada por las multinacionales con sede en Estados Unidos: Cargill, ADM y Bunge.

Varias compañías importadores del producto informaron que no acordarán con los cuatro gigantes de la soja que dominan la producción en Brasil, al menos hasta que puedan demostrar que no usan ilegalmente áreas para el cultivo.

Los empresarios se encontraron en Sao Paolo la última semana y se espera que firmen una moratoria para no usar soja cultivada en la Amazonía.

En el corazón de esta inmensa y húmeda selva, es difícil imaginar que la agricultura pudiese tener un impacto tan grande, pero las cifras oficiales muestran que, cada año, un territorio del tamaño de Bélgica (30.530 kms cuadrados) es talado para ser convertido en tierra de labranza de soja.

Esta soja entraba a Europa como insumo a las cadenas como Mc Donald's, KFC, Tesco, Sainsbury, Asda, Morrisons y Unilever. Después de conocerse el informe, las compañías, previendo un boicot por parte de los consumidores, presionaron a sus proveedores para que declaren la procedencia del producto.

El mes pasado Greenpeace había lanzado una campaña incentivando a los consumidores a presionar a la empresa Bunge, líder en la producción de óleos y margarinas, para que su producción sea libre de transgénicos.

Por su parte, la empresa rechazó las versiones y dijo que sus productos por no contener proteínas (donde se encontraría el material genéticamente modificado), está acorde a la legislación brasilera, que prevé reglamentaciones apenas para los productos con más de 1% de transgénicos.

"Garantizamos que nuestros productos finales tienen menos del 1% de transgénicos", aseguró Adalgiso Telles, Director Corporativo de Comunicación de Bunge, en respuesta a la campaña del grupo ecologista.

En las dos últimas cosechas Brasil aumentó su participación en el mercado mundial de 24 a 36%, mientras la de Estados Unidos, campeón de los organismos genéticamente modificados, bajó de 57 a 46%.

Google News, Internet, 26-7-06

Comentarios