Bolivia ratifica preocupación por impacto de represas que construye Brasil

Por EFE
Idioma Español
País Bolivia

Bolivia ratificó su "preocupación" por el impacto ambiental y en el área de salud que pueden tener dos represas hidroeléctricas que Brasil construye en el fronterizo río Madeira, dijeron hoy a Efe fuentes oficiales

"Hemos pasado de dudas razonables a la constatación" del impacto que tendrán las represas Santo Antonio y Jirau, que serán emplazadas en el río Madeira a unos 100 kilómetros de los límites con Bolivia, dijo el viceministro de Medio Ambiente boliviano, Juan Pablo Ramos.

Las "constataciones" figuran en estudios realizados por las autoridades de Bolivia, entregados al canciller brasileño, Celso Amorim, por su homólogo boliviano, David Choquehuanca, durante la reunión que mantuvieron la víspera en Brasilia, explicó Ramos a Efe.

Una de las mayores preocupaciones se refiere al área de salud, pues los espejos de agua que serán creados por las represas pueden favorecer la proliferación de enfermedades tropicales como dengue o malaria, en una zona amazónica de potenciales riesgos, indicó.

Ramos desmintió versiones de la prensa local que hablan de la firma de un acuerdo mediante el cual Bolivia cesaría sus reclamos y afirmó que, por el contrario, Brasil ha reconocido "por primera vez" que el asunto debe ser discutido y negociado.

Según el viceministro, la única forma de minimizar el impacto de las represas es revisar su diseño y modificar la "curva guía", como se conoce al parámetro que define el nivel de agua de los embalses.

Eso también supondría una reducción de la capacidad de generación de las represas, que en conjunto deberán sumar unos 6.500 megavatios de potencia instalada, de acuerdo a los planes iniciales.

Según el proyecto en desarrollo, ambas represas provocarán la inundación de un área de unos 500 kilómetros cuadrados y las obras tendrán un coste superior a los 12.000 millones de dólares.

Los canteros de obras fueron visitados la víspera por el jefe de Estado brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien garantizó que el Gobierno ha creado grupos para vigilar las condiciones de trabajo y el posible impacto ambiental de las construcciones.

En diciembre pasado, las autoridades ambientales brasileñas multaron con 3,35 millones de dólares al consorcio encargado de Santo Antonio por la muerte de once toneladas de peces durante la primera fase de las obras, en la que fueron contenidas las aguas del río para sentar las bases de la represa.

El viceministro Ramos acompañó a Choquehuanca en su visita a Brasil, que concluyó hoy con un acto celebrado en la sede de la Central Única de Trabajadores (CUT) en Brasilia.

En ese acto, en el que comparecieron un centenar de sindicalistas y activistas de movimientos sociales, el canciller hizo un repaso de los avances sociales conseguidos por el Gobierno del presidente Evo Morales y aseguró que en Bolivia se están sentando las bases de un "futuro mejor" para todos los ciudadanos.

Choquehuanca afirmó que Bolivia ha sido objeto de un "saqueo sistemático durante 500 años", amparado incluso por leyes dictadas por Gobiernos anteriores, y lamentó la paradoja de que un país "tan rico en recursos naturales" sea hoy uno de los más pobres de América Latina.

La Razón, Bolivia, 13-3-09

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