Bolivianos protestan contra represas en Río Madera

Por ADITAL
Idioma Español
País Bolivia

Luego del resultado de la subasta de la central hidroeléctrica de Santo Antonio, la primera del Río Madera, realizada el 10 de diciembre, los movimientos socioambientales de Bolivia y de Brasil empezaron las protestas. El Forum Boliviano sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Fobomade), conjuntamente con otras organizaciones, solicitó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que el gobierno brasileño suspenda el emprendimiento, con el objetivo de impedir los impactos ambientales y sociales que puede provocar la instalación de la central

"Lo que los movimientos pueden hacer es presentar una solicitud de demandas cautelares o una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, acción con la que se está demandando al gobierno brasileño por destruir la amazonia y violar los derechos humanos de pueblos indígenas y campesinos", afirma Lucy Chacolla, del Fobomade.

En un manifiesto, las organizaciones bolivianas denuncian que "Brasil pretende implementar las represas violando el derecho a la consulta a nuestros pueblos establecido en el Convenio 169 de la OIT, que debió ser implementado a través de la consulta entre Estados. Los propios estudios realizados en Brasil determinan los impactos transfronterizos de estas represas".

Los movimientos requieren que el gobierno boliviano exija al gobierno de Brasil la paralización del proceso de licitación o en su defecto lo demande ante la Corte Internacional de Justicia por violaciones a los principios de: Buena Vecindad, Igualdad de Derechos de los Estados sobre la Soberanía de las Aguas, el Principio Precautorio, así como el Debido Proceso al haber violado la notificación y consulta previa al Estado boliviano.

Los estudios que llegaron al conocimiento de Fobomade revelan la gravedad de la construcción de una represa en el río. Según expertos, la implantación del complejo causará elevación del nivel de agua del río y cambios en la velocidad de flujo, provocando pérdidas severas de diversidad acuática y de calidad de agua por la falta de oxigenación.

En el aspecto económico, la inundación ocasionada por la sedimentación creciente provocará la pérdida permanente de las tierras de cultivo en las riberas de los ríos, impidiendo el cultivo de productos necesarios para las comunidades sobre todo bolivianas. La inundación imposibilitará el crecimiento de los pastizales, generando crisis económica en pequeñas y grandes propiedades.

Los impactos sociales también van a provocar perjuicios a los pueblos ribereños. A causa de la reducción de velocidad de las corrientes de agua, se crean condiciones para el incremento de malaria, dengue, fiebre amarilla y otras enfermedades, principalmente las que se propagan por falta de saneamiento, drenaje, urbanización y aumento de población en los alrededores.

Los movimientos sociales de Bolivia y de Brasil se articulan para que las demandas sean llevadas a cabo efectivamente. "Estamos en permanente coordinación, de esta manera, las comunidades indígenas y campesinas bolivianas han podido conocer los impactos de las grandes represas, ya que en nuestro país no existe la experiencia de construcción de esas grandes obras. Si bien la demanda fue presentada por comunidades indígenas y campesinas bolivianas, el Movimiento de Afectados por Represas (MAB) se ha adherido a la misma, así como también comunidades ribereñas de Brasil que serán afectadas por la construcción de las hidroeléctricas del Madera", señala Lucy.

Adital, Internet, 18-12-07

 

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