Brasil: desconsideración hacia los pueblos indígenas

Por ADITAL
Idioma Español
País Brasil

Después de no ser atendidos, el último día 19, por ningún representante del Ministerio de Justicia, los indígenas de los pueblos Tupinikim y Guaraní, del Estado de Espírito Santo, cierran el año 2006 sin ninguna solución en relación con el área donde 300 personas están instaladas en Portocel, punto de embarque de celulosa que es controlado por la empresa Aracruz

En nota, el Consejo Indigenista Misionero (Cimi) explica que el ministro de Justicia, Márcio Thomaz Bastos, se comprometió a firmar el Decreto Declaratorio de la tierra, apenas recibiese el parecer favorable de la Fundación Nacional del Indio (Funai). Pero incluso con el parecer ya aprobado por la consultora jurídica del Ministerio, el ministro no cumplió el acuerdo y la situación sigue indefinida.

Según el Cimi, la reunión con el Ministro de Justicia era parte del acuerdo firmado entre la Funai y los pueblos Tupinikim y Guaraní para que éstos desocupasen el Portocel, ocupado entre los días 12 y 13 de este mes.

Destaca que el puerto es controlado por la empresa Aracruz Celulose, que actualmente invade 11 mil hectáreas del territorio tradicional de aquellos pueblos en Espírito Santo.

El movimiento realizado el último día 19, cuando 18 líderes indígenas esperaron cerca de cuatro horas y no fueron ni siquiera recibidos por los representantes del Ministerio, contó con el apoyo de diversas entidades, parlamentarias y personalidades, que firmaron una carta en solidaridad de la causa de los pueblos indígenas.

La carta, dirigida a Márcio Thomaz Bastos, cuestiona el "silencio sistemático hacia esta cuestión tan dramática, vivida hace tanto tiempo por los pueblos indígenas Tupiniquim y Guaraní en el Estado de Espírito Santo. Es inevitable que relacionemos tal actitud con la frase reciente del Presidente de la República Luis Inácio Lula da Silva, colocando a los indígenas, conjuntamente con quilombolas, ambientalistas y el Ministerio Público, entre los 'obstáculos para el desarrollo' del país".

Agrega además que si la indefinición sobre el asunto prevalece, se hará evidente que se trata de una decisión explícita del gobierno de Lula de estar a favor de los intereses de la empresa multinacional de celulosa y totalmente en contra de los pueblos indígenas de Brasil. En párrafo anterior, los firmantes citan la violencia cometida por más de 2.000 trabajadores, de la empresa y de otras tercerizadas, el último día 13, contra los indígenas en el área ocupada, bajo la mirada de la Policía Militar y del Gobierno del Estado.

"Está en sus manos, Sr. Ministro de Justicia Márcio Thomaz Bastos, el futuro de los pueblos indígenas Tupiniquim y Guaraní en el Estado de Espírito Santo. Esperamos sinceramente que el Sr. Ministro dé finalmente la respuesta que tanto esperan las comunidades indígenas, retirando a la Aracruz Celulose y demarcando finalmente su territorio tradicional, por el cual luchan tenazmente y demuestran claramente su disposición de entregar la vida", cita la carta.

Firmaron la carta, el Movimiento de Pequeños Agricultores/ES, Sindicato de Trabajadores Federales de Salud, Trabajo y Previsión en el Estado de Espírito Santo, Partido Socialista y Libertad, Wonibaldo Wutzen - Pastor de la Iglesia de Confesión Luterana de Brasil y Coordinador de la Comisión Pastoral de la Tierra ES/RJ, Marta Falqueto - Coordinadora Estatal del Movimiento Nacional de los Derechos Humanos/ES, José Carlos Nunes - Presidente de la CUT/ES, Domingos Firmiano dos Santos - Comisión Quilombola de Sapê do Norte, Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra, pastor Odair Cruz - Pastoral indigenista de la Iglesia Metodista, Claudio Vereza - Presidente del PT /ES, Comisión Pastoral de la Tierra, entre otros.

Traducción: moc.liamg@leinad.setnarrab

Adital, Internet, 21-12-06

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