Brasil: juicio histórico en Pará

Por ADITAL
Idioma Español
País Brasil

Comienza hoy el juicio de los acusados por el asesinato de la monja misionera estadounidense Dorothy Stang, ocurrido en Pará, en febrero de este año

Rayfran Neves Sales, alias "Fogoió", y Clodoaldo Batista habrían participado de la emboscada y disparado los seis tiros que mataron a la monja, defensora de los derechos humanos a la tierra y ambientales, en el municipio de Anapu. Para realizar el seguimiento del juicio cerca de 600 trabajadores rurales de asentamientos del interior de Pará están en Belem.

Según la prensa, los otros tres acusados por el crimen - los hacendados Vitalmiro Bastos de Moura, alias "Bida", y Regivaldo Galvão, alias "Taradão", acusados de ser los mandantes; y Amair Feijoli da Cunha, alias "Tato", acusado de intermediar el crimen - consiguieron postergar sus juzgamientos hasta el 2006, por medio de recursos. El juicio, agendado para los próximos días, hoy y mañana (9 y 10), puede ser extendido.

El campamento de los trabajadores rurales está siendo organizado por el Comité Dorothy, colectivo popular que cuenta con el apoyo de movimientos sociales y ONGs, entre los que se encuentran Greenpeace, Comisión Justicia y Paz de la CNBB (Conferencia Nacional de Obispos de Brasil), Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), Movimiento de Pequeños Agricultores (MPA) y Sociedad Paraense de Derechos Humanos. El objetivo del Comité es seguir de cerca el Caso Dorothy hasta la condena de los inculpados y actuar contra la impunidad en otros casos de trabajadores rurales asesinados en Pará.

Pará ocupa el primer lugar cuando el asunto es la ejecución de trabajadores rurales y de quienes los apoyan. Datos de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), indican que entre 1971 y 2004, 772 cruces fueron colocadas en el Estado. La impunidad ronda el 100%. Por eso, el juicio de la hermana Dorothy es considerado histórico por los movimientos.

La Masacre de Eldorado dos Carajás, por ejemplo, cumple el próximo año la primera década de impunidad. No hay ningún involucrado en la cárcel. Veinte sobrevivientes de la masacre luchan, desde 1998, en la búsqueda de indemnizaciones. Los mismos sufren secuelas por causa de heridas de bala.

Traducción: Daniel Barrantes

ADITAL, Internet, 9-12-05

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