Brasil: piden que se analice el riesgo alimentario

Por APM
Idioma Español
País Brasil

Una consulta pública definirá los procedimientos de evaluación del riesgo alimentario de los transgénicos. En tanto, continúa la liberación comercial de este tipo de productos comerciales

Los ciudadanos brasileños tendrán la posibilidad de participar de una consulta pública para definir los procedimientos de evaluación del riesgo alimentario de los transgénicos.

El llamado a la participación ciudadana está plasmada en la Consulta número 63, y es una iniciativa de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).

Con 119 cuestiones divididas en cuatro áreas de análisis: modificación genética, organismos receptores, seguridad alimentaria y cualidad nutricional, se intenta evaluar si los datos presentados por las empresas comprueban o no la seguridad de uso de los organismos genéticamente modificados (OGMs) para el consumo humano. La consulta permanecerá abierta hasta el 10 de septiembre, en la página web del organismo.

La Consulta espera crear un sistema de análisis para ser seguido por los técnicos de la Agencia dentro de la Comisión de Bioseguridad del Ministerio de Salud. Esa comisión interna del Ministerio evalúa los procesos de liberación comercial de transgénicos que tramitan en la CTNBio (Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad).

En efecto, los movimientos sociales que avalan la iniciativa, entre ellos el Movimiento Sin Tierra de Brasil, aseguran que en más de doce años de existencia, la CTNBio no definió normas de evaluación de riesgo ambiental o alimentario de los OGMs. Asimismo, remarcaron que tampoco existen normas que garanticen la no contaminación transgénica de las variedades orgánicas, ecológicas o convencionales.

En ese contexto, días atrás un fallo de la justicia federal brasileña anuló la liberalización de la venta del maíz transgénico producido por la compañía multinacional Bayer. La demanda impulsada por las entidades de agricultores y de Defensa del Consumidor, solicitó que se revisara esa autorización.

Esas entidades alegaron que la CTNBio liberó el maíz transgénico sin definir las reglas que certifican la coexistencia segura entre variedades orgánicas, sean convencionales o transgénicas. En tanto, otro problema es la inexistencia de un plan de control, capaz de evaluar los impactos ambientales y en la salud después de la liberación comercial del producto y consumo.

Las organizaciones ambientalistas señalaron que la Comisión no respetó la Ley de Bioseguridad y el Principio de Precaución, instrumentos que regulan el tratamiento de la biotecnología en Brasil.

Con ese pronunciamiento de la Justicia, la Comisión ya no podrá liberar nuevas variedades de transgénicos sin elaborar previamente las medidas de bioseguridad.

No obstante, y a pesar de la existencia de casos comprobados de contaminación por los transgénicos, el jueves la Comisión aprobó en Brasilia, la liberación comercial del maíz transgénico Guardian, resistente a insectos y desarrollado por la transnacional Monsanto.

La CTNBio no tuvo en cuenta los estudios científicos, presentados por algunos de sus propios integrantes, que demostraban la imposibilidad de la coexistencia entre el maíz transgénico y el criollo.

De acuerdo a Vía Campesina Brasil, institución que aglutina a varias organizaciones de trabajadores rurales del país, y la organización Asesoría y Servicios a Proyectos de Agricultura Alternativa, “el viento y la ropa, entre otras cosas, pueden trasladar el polen del maíz transgénico y contaminar las semillas criollas”. Así, más de cuatro millones de hectáreas de plantaciones de maíz criollo fueron puestas en peligro.

La decisión judicial es un avance en la lucha por la bioseguridad. En ese sentido, Gabriel Fernández, agrónomo de Servicios de Proyectos en Agricultura Alternativa (ASPTA) señala que es una gran victoria para todos los agricultores que no realizan el plantío transgénico, y más aun para los consumidores.

“La rotulación infelizmente no ha sido muy efectiva en el caso de la soja-agregó- Si sale el maíz transgénico tampoco podemos esperar que funcione. Así el consumidor queda perjudicado, no se puede elegir el producto sin saber si él contiene algún ingrediente transgénico”, finalizó el agrónomo.

APM, Internet, 23-08-07

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