Campesinos resisten desalojo en la Patagonia Argentina
Organizaciones sociales, vecinos y vecinas de las sureñas provincias de Chubut y Río Negro lograron evitar el desalojo de una familia campesina que iba a ser expulsada el miércoles 17 de diciembre. Ahora exigen a la justicia suspender el proceso
Una familia de campesinos del paraje El Pedregoso, localidad El Hoyo, Chubut, recibe la solidaridad de organizaciones sociales, indígenas, sindicales y políticas de la región ante una orden de desalojo dictada por la jueza Karina Estefanía de la ciudad de Esquel.
La orden judicial colocó a la familia Larenas en el papel de usurpadora de las tierras que ocupan desde hace más de sesenta años.
En la última década los Larenas mantienen una disputa legal con Enrique Korn, abogado de la localidad de Trelew, quien ostenta título de propiedad de las tierras.
La zona es rica en recursos forestales, turísticos y minerales.
Las organizaciones sociales que acompañan la resistencia campesina denunciaron la existencia de "una oscura trama de intereses, que incluye las complicidades de pasados y actuales funcionarios públicos municipales y provinciales del más alto nivel".
Inés Larena manifestó a la radio comunitaria FM Alas de El Bolsón, Río Negro, que su familia está en esas tierras desde 1940 y que van a resistir.
Por su parte, el abogado Enrique Korn reconoció encargar a una empresa extranjera la realización de estudios sobre las tierras en disputa y dijo que el derecho a la propiedad "es el derecho de los derechos".
Las organizaciones y vecinos autoconvocados en apoyo a la familia Larenas denunciaron que otras familias campesinas y comunidades mapuche de la zona luchan por el reconocimiento legal de los territorios que ancestralmente ocupan.
También denunciaron públicamente que en la región se han realizado diversos cateos de tierra para la explotación de minerales a cielo abierto.
Expresaron que detrás de los intentos de desalojo de las familias y comunidades indígenas y campesinas, se oculta la intención de volver a abrir las puertas a las multinacionales mineras que ya fueron rechazadas por la población a través de consultas populares.