Canadá niega a delegado de África acceso a reunión sobre bioseguridad

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Organizaciones ambientales piden a México pronunciarse contra contaminación genética

A unos días de que comience en Canadá la segunda reunión de las partes del Protocolo de Cartagena sobre Seguridad en la Biotecnología Moderna, en la que se prevé que uno de los principales temas de debate será el etiquetado de productos transgénicos y la responsabilidad legal de las empresas por la contaminación de los cultivos tradicionales -como ocurrió en México con el maíz-, el gobierno de ese país negó el ingreso del científico etíope Tewolde Berthan Gebre Egziabher.

De acuerdo con el Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración, se trata del negociador más importante de Africa y es delegado en las reuniones del Convenio de Diversidad Biológica de la Organización de Naciones Unidas, con sede en Montreal, donde le devolvieron su pasaporte el 17 de mayo sin aprobar su solicitud de visa canadiense y sin ninguna explicación.

El científico presentó su pasaporte a la embajada canadiense el 5 de mayo y debía volar hacia Oslo, Noruega, para participar en las negociaciones interregionales antes de llegar a las reuniones en Montreal, que comenzarán el 25 de mayo.

Debido a que retuvieron su pasaporte hasta el 17 de mayo, el doctor Gebre Egziabher tampoco pudo asistir a las reuniones de Oslo, informó la agrupación.

Precisó que desde la Cumbre de la Tierra, en Río de Janeiro en 1992, Gebre Egziabher ha sido uno de los más conocidos líderes diplomáticos de Africa en temas ambientales y sus posiciones no son bien vistas por el gobierno canadiense.

Recordó que en las negociaciones del tratado de Naciones Unidas sobre recursos genéticos vegetales que se firmó en Roma el año pasado, habló en representación de todos los países en desarrollo para exigir el derecho de los agricultores a conservar e intercambiar semillas, y en contra de que se patente la vida, es decir, se establezca la propiedad intelectual sobre productos y procesos biológicos.

Canadá, que no ha ratificado el protocolo, defiende la semilla conocida como Terminator, que son granos modificados genéticamente para producir semillas estériles y obligar a los agricultores a comprar nuevos insumos cada ciclo agrícola.

En febrero, los representantes canadienses estuvieron a punto de terminar con la moratoria de facto sobre estos productos en una reunión sobre biodiversidad en Bangkok.

En México, organizaciones ambientalistas señalaron que ante la falta de respuesta del gobierno mexicano sobre la definición de la posición que asumirá la representación en la reunión, se debe pugnar por establecer reglas de responsabilidad en el ámbito internacional, lo cual es fundamental para prevenir los casos de contaminación genética.

La Jornada, México, 24-5-05

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