Chile: ecologistas abogan por centrales de pasada en Día Mundial Contra las Represas
Con motivo de celebrarse hoy el Día Internacional de lucha Contra las Represas y en Defensa de los Ríos, el Agua y la Vida, la organización no gubernamental (ONG) ecologista Programa Chile Sustentable ha recordado "los enormes perjuicios de esta opción" y al mismo tiempo abogó por la alternativa de las centrales de pasada
La directora de la entidad, Sara Larraín, dijo que "el país aún digiere la experiencia de la central Ralco, con más 600 pehuenches desplazados; el permiso ambiental anulado por la justicia chilena y un dictamen adverso de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que obligó al gobierno de Lagos a compensar a los afectados directos e indirectos. Esto, más las inundaciones en la Provincia de Concepción, con muertos y damnificados en el invierno pasado".
La ambientalista dijo que "es necesario reemplazar la antigua tecnología de grandes represas por proyectos menos traumáticos, más pequeños y escalonados como las centrales de pasada, que toman el agua de los ríos a través de túneles para llevarlo hasta las turbinas, y luego la devuelven al cauce, sin necesidad de inundar.
Es el caso de las 4 centrales de pasada del Río Tingiririca, para generar 500 MW y también el de la cuenca del Río Maipo, para similar potencia".
El Programa Chile Sustentable pidió que el país incorpore a los canalistas. "Ellos tienen derechos de agua e infraestructura para generar. Por eso hemos propuesto avanzar en una política de generación eléctrica a partir de los regantes, experiencia que ya desarrollaron los Canalistas del Maipo", dijo Larraín.
Los ambientalistas citaron el informe "Represas y desarrollo: un nuevo marco para la toma de decisiones", elaborado en 2004 por el Banco Mundial, mediante el cual se estableció que existen 45 mil represas (70% de ellas en el Tercer Mundo) que "fragmentaron y transformaron" la mitad de los ríos del planeta; inundaron zonas urbanas; degradaron al ambiente mediante la extinción de especies; produjeron excesivos endeudamientos, significaron violación de Derechos Humanos y desplazaron a 80 millones de personas.