Colombia: exitoso foro de denuncia y confrontación

Idioma Español
País Colombia

El Foro “Seguridad Alimentaria, Hambre y Biocombusibles”, realizado el pasado 4 de octubre de 2007, fue contundente en su denuncia y exitoso en su realización. Desde lo académico a lo político

El Foro “Seguridad Alimentaria, Hambre y Biocombusibles”, realizado el pasado 4 de octubre de 2007, en el espacio que me ha permitido el Congreso dela Repúblicas, en mi condición de Representante a la Cámara, como complemento de nuestra labor parlamentaria en que nos hemos empeñado en la bancada del POLO DEMOCRÁTICO ALTERNATIVO PDA, fue contundente en su denuncia y exitoso en su realización. Desde lo académico a lo político.

La ONG Plataforma Colombiana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo tuvo la oportunidad de demostrarnos el por qué de la Campaña Nacional por el Derecho a la Alimentación. El doctor Juan Carlos Morales, como Médico y Máster en Historia Contemporánea y Relaciones Internacionales de la Habana (Cuba ) [1], nos dejó en claro el por qué de su “interés en el análisis y valoración crítica de los aciagos días por los que transcurre Colombia […], afanosamente empujada al abismo por un puñado de crápulas” [2]. “El Hambre colombiano en el contexto Internacional” y “La entronización de los Agrocombustibles: Mitos, Falacias y Realidades”, fueron sus presentaciones que nos abren caminos para enfrentar las denuncias y consecuencias de la marcha acelerada de la casi nueva guerra o aventura contra el pueblo colombiano, en la que aceleradamente nos ha embarcado el actual Gobierno, con su Ministro de Agricultura como la voz cantante. Sumado a estos temas, estuvo el joven investigador Alejandro Mantilla Quijano, con su demostración clara de la forma como las áreas de reserva alimentaria se verán comprometidas con la expansión y fiebre de los agrocarburantes derivados de la caña de azúcar y la palma africana.

La Universidad Nacional de Colombia, con el Observatorio de Seguridad Alimentaria Nutricional OSBAN y su investigadora Sara del Castillo, con su tema “La Situación del Hambre en Colombia: más allá de las estadísticas”, demostró cómo en Colombia hay suficiente comida, pero hay mucha gente con hambre, como cruel paradoja, ante la ausencia de políticas públicas que promuevan el derecho a la alimentación; lo que hemos visto han sido medidas paliativas y de choque frente al drama de la desnutrición.

El Padre Jesús Flórez López, además por su condición de investigador social, en representación de la Diócesis de Quibdó, demostró cómo las 7.5 millones de hectáreas propias de los afro-descendientes e indígenas hoy se quieren arrebatar, mediante acciones violentas o irregulares, sumadas a las innumerables trabas de titulación, para acabar con estas centenarias propiedades rurales, con el pretexto, incluso contra los resguardos indígenas, de ser un impedimentos para el desarrollo del país. Sumada a esta presentación, estuvo la de la Organización Nacional Indígena ONIC, con su investigador y autoridad indígena José Darío Mejía. Hoy, del 27% del territorio que ha reconocido a las etnias, se pueden considerar como espacios donde se han aislado de acuerdo a su cosmovisión a la protección de la biodiversidad (aire, agua, ríos) para beneficio de la humanidad, pero que hoy difícilmente resisten el embate de la expansión de la frontera agrícola, esta vez con la agresividad de la palma aceitera a través de las multinacionales con la complicidad del Gobierno. Con las denuncias del Padre Flórez y de Darío Mejía, ha quedado claro el por qué de la resistencia en las heroicas Zonas Humanitarias como expresión de lucha organizada de las comunidades de Curvaradó, Cacarica, Jiguamindó y Dabeiba, en donde más se ha denunciado y visibilizado la lucha por la soberanía alimentaria y contra los monocultivos. Esas comunidades, que han sufrido muertes, desplazamientos y terror, como forma no convencional de desarrollar una de las reformas agrarias y de concentración de tierras más violentas que se han impuesto en América Latina, con el desarrollo del paramilitarismo y la complicidad estatal y del estamento político del país.

El Movimiento Nacional porla Salvación Agropecuaria, con Aurelio Suárez Montoya, hoy candidato por el PDA al Concejo de Bogotá, y de Jorge Alberto Gómez Gallego candidato a la Asamblea Departamental por Antioquia, fue contundente en señalar los devastadores efectos de la producción de alimentos en la encrucijada del Tratado de Libre Comercio TLC y en desenmascarar la forma como se ha tratado el tema agrícola por el actual Gobierno que, en boca del Ministro de Agricultura, se ha atrevido a decir que es “preferible cultivar uchuvas que fríjol”. Sumada a estas dos exposiciones, se acompañó de un saludo y de cortas reflexiones, la muy autorizada crítica del senador del PDA Jorge Enrique Robledo Castillo, quien esta vez, como en otros escenarios, ha denunciado la forma como el Gobierno colombiano se ha puesto a hablar al ritmo que le imponen los gobiernos de los grandes países, en especial el nortemamericano, y de las falacias mal presentadas de las bondades del TLC en vía de formalización, con serias desventajas convertidas en cínicos engaños al pueblo en general. El senador Robledo continúa perfilándose, con un gran arsenal y autoridad, como uno de los más serios contradictores de la política agraria del país.

La presentación del catedrático Germán Alonso Vélez, del Grupo Semillas “La nueva ola de los transgénicos en Colombia y las amenazas a la Soberanía Alimentaria”, nos dejó alarmados por la forma como se ha comprometido nuestra soberanía e, incluso, la salud con una legislación benévola e impune, ante la arremetida de las transnacionales. Las normas de bioseguridad y las autoridades para su vigilancia han decidido renunciar a sus propias investigaciones o análisis, para homologar estudios de otros contextos, con las gabelas que las evaluaciones de riesgos deben ser solicitadas por las mismas multinacionales. El tema ha sido interesante por el llamado que se nos hace a participar en el debate del que hemos estado marginados o hemos dejado pasar por inadvertido y a seguir el ejemplo de los Resguardos Indígenas Zenú, declarados “Territorios Libres de Transgénicos”.

La Corporación Escuela CODELIBERAR, especializada en la investigación de la Seguridad social, con su director Hernán Gaviria Quintero, demostró cómo los gobiernos de América Latina, entre ellos Colombia, han sido cómplices, negligentes o simplemente mediadores de la forma como las corporaciones multinacionales de los agro-combustibles se han hecho al control y determinación de las políticas públicas a favor de sus negocios y operaciones, quienes han comprometido la agricultura y la soberanía alimentaria. Pero, a la par con ese ímpetu entreguista, se ha globalizado la lucha y la esperanza de los pueblos a través del movimiento social, en su denuncia, confrontación y movilización, en contra de los monocultivos, los transgénicos y agrotóxicos, en movimientos como el MST – Movimiento de los Sin Tierra – del Brasil y esa gama de movimientos sociales, con grandes acciones de denuncia y protesta en Canadá, Estados Unidos, México, Guatemala, Colombia, Ecuador, Perú, Uruguay, Bolivia, Argentina, sumados a los muchos de Europa (España, Francia, Italia). Es necesario recordar que este tipo de expresiones fueron las que acabaron con las dictaduras del Cono Sur Americano, la guerra de Vietnam y han mantenido detenida la amenaza nuclear, y que han hecho visibles las reuniones de las grandes potencias del mundo donde se ha intentado decidir la suerte de la humanidad. Hoy se ha desatado una gran movilización y protesta popular, de la que Colombia no será ajena.

Como convocante y facilitador del foro, he recogido importantes lecciones que me llenan de argumentos para tan crucial debate. El mismo que se debió adelantar, y bajo grandes movilizaciones del mundo académico, social y político, por allá en el año 2001, cuando se aprobó la Ley 693 ó en el 2004 cuando se aprobó la Ley 939, mediante las cuales se normatizó lo relacionado con el uso, estímulos de producción, comercialización y consumo de los alcoholes carburantes y aceites, en asocio con los combustibles de origen fósil. El Gobierno ha sido pródigo en su política a favor de los negociantes de los agrocumbustibles, en temas de tierras, mercados, precios, incentivos tributarios y de facilitar el aprovechamiento de una mano de obra barata. Al sector privado se le ha entregado todo y al Estado se le ha dejado la huera tarea de reclamar dizque “responsabilidad social” y transparencia. Se entrega todo a cambio de nada. Hoy estamos en la carrera de las mezclas obligatorias que garanticen el mercado de los agro-combustibles, con una interminable lista de incentivos y subsidios, lazas normas de calidad y medioambientales y todo a favor de las multinacionales que han visto la oportunidad de acrecentar sus ganancias en torno al S.O.S del calentamiento global y del mercado de los alcoholes y aceites carburantes en aquellas sociedades que han llamado insaciables energívoras, por el consumo desmedido de combustibles, como ha sido la sociedad norteamericana, japonesa y alemana.

Nos resta aún un espacio que no desaprovecharé. El debate de cara al país en el trámite del Proyecto de Ley 113/06 que actualmente hace su tránsito por la Cámara de Representantes, o el debate de Control Político a que tenemos derecho y en donde podremos sentar a los representantes del Gobierno de Uribe, a que respondan ante el país por esta política entreguista de los agrocumbustibles, que tan sólo ha sido debatida en contubernios cerrados de clubes o en foros como el recientemente hecho en Cartagena el 7 de Septiembre, tan solo ante los negociantes de los mismos, bajo el auspicio de las multinacionales.

A los lectores de mi columna de opinión, que gentilmente me ha cedido el periódico virtual NOVA COLOMBIA, mis excusas por haberme convertido, por el día de hoy, en reportero de tan importante evento. Los interesados en las conclusiones del Foro, la pueden solicitar a : se.oohay@aramacseyernamreg o a oc.ten.enu@rarebiledoc

[1] Autor del Libro “ El Hambre al servicio del Neoliberalismo” de la biblioteca Vértices Colombianos de la Editorial Desde Abajo, publicado en Julio de 2006

[2] Texto citado en la contracarátula del Libro antes referenciado

Por se.oohay@aramacseyernamreg Representante a la Cámara por el PDA

Nova Colombia, 7-10-07

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