Ecuador: campesinos desalojados de La Yuca exigen justicia y que salgan los policías
Más de 50 policías custodiaban ayer el puente sobre el río Maculillo por donde se llega a este recinto y que separa a Los Ríos de Guayas. Cientos de campesinos esperan del lado de Balzar para pasar hacia los predios desalojados
Delegados del Ministerio de Gobierno verificaron ayer los daños ocasionados en los predios del recinto.
Hasta las 19h00 de ayer los habitantes del recinto La Yuca, ubicada en Palenque (Los Ríos), esperaban la resolución del nuevo gobernador de esa provincia, Julio César Campos Vidal, sobre la salida de los miembros de la Policía que los desalojó de sus viviendas el 14 de junio pasado.
Los campesinos afectados se reunieron desde las 08h00 a la entrada del recinto San Ramón de Balzar, camino que lleva hacia el recinto La Yuca. Alrededor de 300 personas de lugares aledaños llegaron a solidarizarse con los afectados y a esperar a la comisión que inspeccionó el lugar.
Tuvieron que esperar cuatro horas. A las 12h30, finalmente llegó la comisión: el subsecretario de la coordinación política del Ministerio de Gobierno, Marcelo Garcés; el subsecretario de la Policía Nacional, General Fabián Machado; y el asesor del ministro Felipe Vega, coronel Édgar Villamarín.
Quince minutos después la delegación llegó hasta el puente sobre el río Maculillo acompañados por los campesinos. De inmediato, unos 40 policías se ubicaron en seis filas al ingreso del puente y al final, junto con camión antimotines.
Se eligió a los representantes de 30 familias y se los hizo ingresar en vehículos a los terrenos de La Yuca, junto con las autoridades. Siete kilómetros más adelante llegaron a la casa de Leonor Ibarra, que está junto a la escuela 18 de Junio, del recinto.
Ambas estructuras eran utilizadas por unos 20 policías que acampaban allí, junto con Judith Pimentel, supuesta heredera de la hacienda La Victoria.
Pimentel asegura que ese es el nombre de los terrenos desalojados y rechazó la posibilidad de que una comisión la sacara de su propiedad, del que tiene una escritura que data desde 1950. En ese documento se menciona a un predio de 600 cuadras (420 ha) con el nombre de la Artillería.
La delegación recorrió durante dos horas los terrenos de La Yuca, que según el abogado de los perjudicados, José Jaramillo, fueron expropiados en 1984 por el antiguo Ierac, y adjudicado con escrituras a sus representados.
En el recorrido se constató la quema de ocho casas, de cemento y de madera; así como la remoción de tierra con un tractor, y la desaparición de algunos animales y productos como maíz, arroz y cacao.
Posteriormente, Garcés aseguró que se investigará a los responsables de la destrucción de las casas, que según el INDA no se incluyó en la orden. Solicitó paciencia a los perjudicados, que querían quedarse desde ayer en el lugar, para que esperen un poco, hasta que el Instituto Nacional de Desarrollo Agrícola (INDA) solucione el conflicto.
Ellos se negaron, y exigieron la salida inmediata de los policías, con el argumento de que ellos están cobrando $ 10 a los transeúntes del puente y la vía que lleva hacia Palenque, Jauneche y Mocache para dejarlos pasar.
Además, Jaramillo presentó una solicitud del director del INDA, Carlos Rolando Aguirre, que el lunes pasado solicitó al Gobernador de Los Ríos, que salgan de los predios La Yuca.
La comisión oficial y de los afectados, viajó a las 16h00 a Babahoyo para tomar una decisión la que aún no se conoce.
Incidentes
Infiltrados
A las 11h30, mientras los campesinos esperaban a la comisión oficial, un grupo de ellos detuvo a dos infiltrados en la reunión. Ellos inicialmente dijeron ser periodistas y cargaban una videofilmadora, pero ante el reclamo de los agricultores, confesaron ser agentes policiales de la P2-Quevedo.
Credenciales
Esa versión se confirmó con sus credenciales con las que se los identificó como Joffre Quijije Chávez; y Joffre Mariano Avilés. Ambos fueron entregados al Teniente de apellido Peralta, a cargo del operativo, y quien dijo desconocer a los agentes, y las razones por las que estaban ahí.