España: grupos ecologistas aseguran que los cultivos transgénicos constituyen una amenaza grave

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Cultivos Bt: riesgos de aparición de resistencia en las plagas y de que su elevada toxicidad afecte a especies de insectos protegidas

Según datos del Ministerio de Agricultura español, la mayor parte de la superficie de maíz Bt sembrada en España corresponde a las variedades portadores del evento Bt176, retiradas del mercado en Estados Unidos por sus riesgos de aparición de resistencia en las plagas y por el riesgo de que su elevada toxicidad afecte a especies de insectos protegidas, y que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESA) recomendó retirar en 2004 por sus riesgos sanitarios. Según el grupo Ecologistas en Acción, todas las variedades autorizadas en España son variedades insecticidas (Bt176 y Mon 810), que producen una toxina fabricada en la naturaleza por una bacteria del suelo, el Bacillus thuringiensis. Según la organización, la incorporación del gen Bt se supone que debe defender al cultivo controlar el “taladro”, un insecto que puede convertirse en plaga en las zonas donde el monocultivo de maíz está más extendido, especialmente en años de calor. Sin embargo, esta “defensa” no está garantizada, ni estaría justificada en gran parte del territorio, donde el taladro no provoca grandes daños.

Para la organización ecologista, uno de los grandes problemas de los cultivos Bt es la previsible evolución de resistencia a la toxina por parte de las plagas, sobre todo si la superficie cultivada es muy extensa y uniforme. Por otra parte, en 2001 la Agencia de Medio Ambiente de Estados Unidos (Environmental Protection Agency) no renovó la autorización para las variedades Bt 176, comprometiéndose la empresa que comercializa las semillas en Estados Unidos a retirarlas del mercado.

Los expertos comprobaron que el riesgo de generación de resistencia al insecticida era más grave que en otras variedades.

Los riesgos de alergias o de otros problemas para la salud asociados a las variedades insecticidas Bt no se habían estudiado adecuadamente antes de su autorización, ni se ha hecho un seguimiento riguroso posterior de sus efectos, por lo cual su cultivo supone someter a la población (y al ganado que lo consume) a un peligroso (e involuntario) experimento a gran escala.

Según un informe del Norwegian Institute for Gene Ecology en Filipinas los problemas de alergias aparecidos en los últimos años en zonas de cultivos Bt pueden estar relacionados con el maíz transgénico.

Consumer.es, Internet, 29-3-05

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