FAO alerta que biocombustibles pueden causar deforestación y problemas en la producción de alimentos

Idioma Español

La Organización para la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas (FAO) advirtió de que el uso de la dendroenergía (la energía obtenida de combustibles procedentes de la madera) puede ayudar a la reducción de la pobreza pero también puede contribuir a la deforestación, a la degradación de los bosques, a la reducción del suministro de madera y tener "un impacto negativo en la producción alimentaria" si no existe una gestión sostenible de los recursos forestales

La madera es el principal biocombustible, en especial en los países en desarrollo. Hoy en día, la mitad de la producción anual de madera en rollo se utiliza para producir energía, según revela un informe presentado en el curso de un foro sobre bosques y energía que ha coincidido con la celebración en Roma de la Conferencia Bienal de la FAO, su máximo órgano de gobierno.

Más de 2.000 millones de personas dependen de la madera para sus necesidades diarias de energía, sobre todo para cocinar, calefacción y la pequeña industria. Según el informe, en África Subsahariana, la leña y el carbón vegetal cubren más del 70 por ciento de la demanda de energía a nivel nacional.

Los altos precios del petróleo, la necesidad de fuentes de energía fiables y la preocupación sobre el cambio climático han llevado a un renovado interés por la bioenergía. Este interés, advierte el organismo, podría afectar a los bosques, ya que las superficies forestales ocupan tierras que podrían ser destinadas a la producción de biocombustibles líquidos.

Aparte, los bosques y los residuos forestales podrían llegar a ser más importantes para la conversión directa en biocombustibles líquidos. Algunos expertos creen que la madera se convertirá en el futuro en la principal fuente de biocombustibles, sustituyendo a los cultivos y desechos agrícolas.

El incremento del consumo de energía originado por factores demográficos y económicos y el rápido cambio de la situación energética a nivel mundial generan al mismo tiempo oportunidades y amenazas para los bosques, según la FAO.

Por todo ello, según el informe, se prevé un incremento de la producción de energía a partir de los bosques y de las plantaciones forestales existentes. El riesgo de ello es que "pueda incrementarse la explotación y el uso no sostenible de los combustibles derivados de la madera", se lee en el documento. Al tiempo que aumenta la demanda, puede disminuir el suministro de madera disponible para otros usos, "con el resultado de un incremento de los precios para los usuarios", prosigue.

Aparte, las tierras dedicadas previamente a los cultivos alimentarios podrían pasar a la producción de biocombustibles. "Este cambio puede hacer aumentar los ingresos de los campesinos, pero puede tener un impacto negativo en la producción alimentaria local", prosigue el documento.

Asimismo, continúa, los cultivos destinados a la producción de biocombustibles pueden extenderse a costa de los bosques, generando conflictos por el uso de la tierra y aumentando la deforestación, con implicaciones para la biodiversidad, el cambio climático y el agua.

"A pesar de los beneficios aparentes de los biocombustibles, es necesario actuar con cautela cuando se plantean y ejecutan proyectos de biocombustibles líquidos a gran escala", aseguró el director de la División de Productos y Economía Forestales de la FAO, Wulf Killmann. "Los gobiernos deberían garantizar que no se produce un grave impacto negativo a nivel medioambiental ni social", añadió.

Europa Press, España, 21-11-07

Comentarios

28/11/2007
biocombustibles, por Luis Monasterio Opazo
BIOCOMBUSTIBLES:..¡CUIDADO!

Seamos MESURADOS ante esta algarabía que existe por los biocombustibles. Se está abordando el tema en forma reduccionista, desestimando varios aspectos negativos de una producción indiscriminada, tanto para la Naturaleza como para el Calentamiento Global. No se está yendo al fondo del problema que se soluciona en gran medida REDUCIENDO EL CONSUMO DE ENERGÍA. Debo aclarar que no estoy en contra de los biocombustibles ni de su desarrollo, pues pueden ser sustentables en el tiempo, siempre que se produzcan y usen RACIONALMENTE.

Considerando lo que dice la 1ª Ley de la Termodinámica “LA ENERGIA NO SE CREA NI SE DESTRUYE, SOLO SE TRANSFORMA”, podremos concluir que la cantidad de energía contenida y disponible en los vegetales, que serían la base se los biocombustibles, depende de un flujo constante, pero limitado. Este dependería, entre otros aspectos, del clima y de la cantidad de días con sol.

El máximo de energía disponible en estos vegetales (ver: representación esquemática más adelante) será la que estos puedan obtener, solamente, en la superficie que ocupen. En otras palabras, si tenemos una hectárea de vegetales para ser transformados en biocombustible, la energía disponible de aquellos NUNCA será superior a la cantidad de energía que ha entregado el sol en dicha superficie, en el período en cuestión. Como dato diremos que la energía que recibe la tierra proveniente el sol es de 1 (caloría por centímetro cuadrado por minuto).

EJEMPLO:

Un techo de una casa de 10 x 10, (100 metros cuadrados), recibirá, en un día caluroso, 1.000 Kilocalorías por minuto. El techo de 100 (m2) recibe, 500.000 (Kcal por día). Este calor es equivalente a quemar 53 (litros) de gasolina.

Para ilustrar más claramente, mostraremos una representación esquemática del flujo de energía proveniente del sol, y cuanta sería la energía disponible para la producción del biocombustible.






Observando, vemos que la cantidad de energía proveniente del sol es:(5.000.000 Kilocalorías por metro cuadrado al año) y solo podemos utilizar 2000 (sólo un 0,04 por ciento del total), que sería la que acumulan los vegetales en este período, algo que a simple vista nos dice que es bastante escasa, para la creciente e irracional demanda actual.

Aclarado en parte el tema de la energía que pueden almacenar los vegetales (0,04%), sólo nos cabe suponer que para cubrir la creciente demanda, se tendría que aumentar las superficies de cultivo para tal fin, y no debemos olvidar que los suelos fértiles son escasos y no estarían todos disponibles porque también tenemos que comer, recrearnos y mantener nuestra biodiversidad.

Todo el petróleo proviene de la descomposición de antiquísimos vegetales, que tomaron parte de la energía del sol y a través de un proceso de millones de años se logró el producto. El consumo a gran escala de éste, solo data de no más de un siglo y por lo visto tiene sus días contados. Ahora bien, si el petróleo que demoró millones de años en formarse está siendo “devorado” en poco más de un siglo, ¿que podríamos esperar de este nuevo biocombustible que demora solo un año?.

Por otro lado ¿quién ha reparado en que al producir biocombustible de los restos de vegetales (hojas, ramas, semillas, etc), como proponen algunos, provocaríamos un DESEQUILIBRIO en el delicado proceso de regeneración natural de los suelos?. Las hojas y ramas que caen al suelo sirven para la formación del HUMUS, que es uno de los encargados de la manutención y fertilidad de los suelos. Si se llegase a cortar este ciclo natural, las consecuencias serían altamente peligrosas para la subsistencia de los vegetales en la tierra, que entre sus tantas cualidades tienen la de extraer el CO2, principal culpable del calentamiento global.

Imaginemos el FUTURO con este biocombustible. En primer lugar, ¿qué va a pasar con las Grandes Selvas que aún quedan en el planeta?. Las Trans- Nacionales de los combustibles tratarán de convencer a los Gobiernos de los distintos Países que sería más rentables convertirlas en biocombustible que mantenerlas como Selvas. En segundo lugar, a muchos Agricultores les va a ser más rentable sembrar vegetales apropiados y específicos (transgénicos) para los biocombustibles, que tener arbolitos frutales, flores, yerbas, hortalizas, legumbres, cereales u otros. En tercer lugar, las grandes Alamedas, jardines y parques no serán rentables como tales, así que serían transformadas en el tan esencial (..?) biocombustible.

En fin, creo que si se sigue esta política del crecimiento indefinido, de competitividad y por ende de consumo desenfrenado de energía, el paisaje terrestre se transformará en un gran DESIERTO VERDE. Que no nos vaya a pasar lo del “Rey Midas”, que todo lo que toquemos lo transformemos en BIOCOMBUSTIBLE y muramos de sed y hambre.

La verdadera solución, está en nuestras manos “REDUZCAMOS EL CONSUMO DE ENERGÍA” y cambiemos nuestra conducta depredatoria, pero, ¡ahora! y así podremos ocupar petróleo o biocombustible en forma racional y… por largo tiempo.

Luis Monasterio Opazo
Ingeniero U de C
lmonasterio@accionecologica.cl Diciembre 2006