La cara oculta de las empresas de transgénicos

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Desde que en los años 90 se pusiera de moda la creación de transgénicos (organismos modificados genéticamente OMG), vivimos rodeados de ellos sin conocer con claridad cuáles son sus efectos

Desde las grandes multinacionales que los comercializan resaltan sus bondades, y aseguran que su propósito es erradicar el hambre en el mundo. Sin embargo, la realidad es muy distinta, pues en múltiples ocasiones estas empresas han demostrado que tras este utópico lema los únicos objetivos que se esconden son puramente económicos y políticos: “Diez años después del primer cultivo de transgénicos no se ha reducido ni el hambre ni la pobreza”, asegura el Centro Africano para la Bioseguridad (African Center for Biosafety).

Es vox populi la vinculación de algunos de los políticos estadounidenses con empresas de biotecnología. Uno de los ejemplos más claros es el del ex secretario de defensa, Donald Rumsfeld, que dirigió durante años Searle&Company . Esta empresa estaba al borde de la quiebra y contaba con la oposición de la Food and Drugs Administration (FDA) para comercializar el aspartame, un edulcorante supuestamente peligroso, cuando Rumsfeld se hizo con sus riendas. Misteriosamente, durante los cinco años posteriores, las reticencias de la FDA se esfumaron y las ganancias de las empresas subieron un 17%. En el año 1985 esta sociedad fue absorbida por la compañía Monsanto.

Esta multinacional, líder de transgénicos, goza de un pasado un tanto oscuro. Monsanto fue el fabricante del Agente naranja utilizado durante la guerra de Vietnam y la “causante del endeudamiento de muchos agricultores de la India que terminaron suicidándose”, asegura Ángeles Parra, directora de Biocultura. Cierto día uno de los representantes de Monsanto, se acercó a numerosos campesinos de la India para vender las semillas modificadas genéticamente BT Cotton.

Supuestamente, plantando esta semilla mágica, la producción de algodón crecería como la espuma y con ello las ganancias. Aquellos campesinos apostaron por la tentadora oferta y solicitaron créditos para adquirirlas.

Pero de lo que no informó Monsanto es que estas semillas sólo servirían para una vez, y que el gasto en herbicidas también se incrementaría. Las cosechas no marcharon bien por lo que estos agricultores se vieron en un callejón sin salida. Muchos de ellos se suicidaron.

Otro de los episodios polémicos en el que se ha visto envuelta esta empresa ocurrió entre los años 1997 y 2002 cuando se descubrió que habían sobornado a más de 100 funcionarios de Indonesia para que hicieran la vista gorda con sus productos.

Los siete pecados capitales

Diversos grupos ecologistas aseguran, “que Monsanto está supuestamente conectada con empresas armamentísticas y que posee claros intereses en terminar con el maíz orgánico de Irak para imponer el suyo”. Desde la Unidad de Delitos Transgénicos de Greenpeace han elaborado un documento denominado, “Los Siete Pecados Capitales de Monsanto”, donde aseguran que en 2005 un tribunal alemán ordenó a la multinacional entregar un informe que había realizado sobre ensayos con ratas relacionado con el maíz transgénico MON863, y que la empresa se negaba a desvelar. La lista de “irregularidades” es interminable según Greenpeace. El Confidencial se ha puesto en contacto con la empresa, pero ésta no ha querido dar declaraciones al respecto.

Diversos estudios concluyen alegando que las variedades transgénicas contaminan a otras de la misma especie o emparentadas. Un ejemplo de ello lo tenemos en las plantas BT, que son un tipo de maíz cuyo cultivo está permitido en España, y que produce una toxina que queda impregnada en el suelo. Los transgénicos pueden aniquilar la biodiversidad, aumentan la contaminación química debido al incremento del uso de pesticidas, pueden contaminar otros cultivos y disminuir la producción. Pero los efectos negativos no sólo afectan al medioambiente sino también a la salud con la supuesta aparición de nuevas alergias, resistencia a los antibióticos y cáncer.

Sin embargo, no todas las opiniones son negativas respecto a los transgénicos. El Comité Asesor de Ética en la Investigación Científica del Ministerio de Educación y Ciencia asegura que “ la biotecnología de plantas y alimentos tiene beneficios como el aumento de productividad y contribuyen al desarrollo de alimentos más nutritivos”. Por su parte, Juan Ramón Lacadena, experto en genética, está totalmente a favor de la utilización de transgénicos: “Mi opinión es positiva siempre que se traten con precaución desde el punto de vista medioambiental, agronómico y alimentario. Creo que son correctos”.

¿Pero realmente el consumidor tiene la alternativa de elegir productos que no sean transgénicos? Juan Felipe Carrasco, responsable de la campaña de transgénicos de Greenpeace, afirma que, “ la falta de transparencia es muy alta . Por ello, hemos decidido realizar una guía roja donde aparecen las marcas alimentarias que usan transgénicos. La mayoría los han ido eliminando de sus productos porque era una forma de desprestigio”.

Etiquetas poco claras

Y es que la legislación en nuestro país no es del todo clara. Desde el 2004 todos los productos que han sido modificados genéticamente deben de tener un etiquetado donde vengan estas especificaciones. Sin embargo, “ni la carne, ni huevos tienen por qué llevarlo. Si tenemos en cuenta que se utilizan alimentos transgénicos para dar de comer a los animales, realmente en muchos casos estaremos consumiendo productos que contengan estas sustancias y no lo sabremos”, asegura Carrasco.

España es permisiva con la producción de OMG, ya que es el único país de la Unión Europea que cultiva transgénicos a escala comercial. En 2004 se plantaron 58.000 hectáreas de maíz modificado con genes de bacteria.

El contrapunto de los productos transgénicos lo encontramos en la agricultura biológica. Cada vez son más los consumidores que apuestan por productos que están libres de herbicidas. Aunque en España este tipo de cultivos apenas se están empezando a desarrollar. El 90% de nuestra producción ecológica se exporta.

Ángeles Parra asegura que “ es necesaria una promoción de estos productos. De hecho el Ministerio de agricultura presentará una campaña para dar a conocer los beneficios de los productos biológicos.

Pero para todos aquellos que desconfían de los alimentos que consumen siempre les quedará como alternativa llevar a cabo la última tendencia que consiste en plantar sus propias verduras en macetas dentro del hogar, cuya calidad está totalmente asegurada.

El Confidencial, Internet, 23-11-06

Comentarios

26/11/2006
productos transgenicos, por ariana
quisiera saber con mas claridad la diferencia de un producto transgenico con uno que es ecologico..vendria a ser lo mismo? me gustaria saber sus ventajas y desventajas, ademas se que la clonacion esta relacionado con este tema..con los animales transgenicos..