Mexico: ¡La Fiesta de la Vida! Memoria y resistencia

Idioma Español
País México

El domingo 24 de abril próximo se celebrará la “Fiesta del maíz”

Este evento reune a muchos campesinos —hombres y mujeres— del interior del Estado, quienes quieren conservar las semillas autóctonas.

En efecto, la “Fiesta del maíz” es la fiesta de todas las semillas criollas originarias de estas tierras mayas y no hay espacio para las semillas transgénicas.

En ese sentido, podríamos decir que es la fiesta de la memoria y de la resistencia.

Invitamos a todos los campesinos y campesinas que quieran participar para que lleven sus semillas y las intercambien con otras que no tengan o hayan perdido.

Habrá un espacio para el trueque de semillas. Este intercambio quiere expresar el deseo y el intento de buscar otros mecanismos, más justos y más fraternos, para la adquisición de la semilla de gracia (así se le llama al maíz entre los mayas de hoy) y otras tantas semillas.

No es verdad que todo se pueda comprar y vender; frente al imperio económico se pueden dar signos de solidaridad.

La gran virtud que tiene esta fiesta es que ha ido surgiendo desde la base, desde los campesinos y campesinas, quienes se resisten a utilizar semillas transgénicas. Quizá sea más fácil y más sencillo para las autoridades adquirir e importar semillas transgénicas y repartirlas entre la gente del campo.

¿Qué han hecho las autoridades para conservar el legado agrícola que nos dejaron los abuelos y las abuelas? ¿Cuánto se han preocupado por apoyar a quienes trabajan el campo, en especial en lo que a producción nativa se refiere?

Se dice que en la medida que se introduzcan más semillas de maíz transgénico se corre el peligro cierto de que desaparezcan las variedades autóctonas de nuestra semilla.

Pero la interrogante recae también sobre los institutos de educación e investigación científica: ¿a quién beneficia la investigación científica, la elaboración de semillas genéticamente modificadas, su distribución y venta? ¿Por qué no invertir esos recursos en las semillas originarias de estas tierras? Y las diversas iglesias que laboran en Yucatán ¿qué hacen para acompañar de cerca este aspecto de la vida de los hombres y las mujeres del campo? En ocasiones las encontramos más distraídas en buscar cómo acrecentar sus economías o los índices estadísticos de fieles.

De cualquier manera, un puñado de campesinas y campesinos continúa resistiendo frente a la indiferencia o al ataque frontal contra lo que ellos han llamado, desde hace muchos años, la “santa gracia”.

En efecto, la “Fiesta del maíz” es la “Fiesta de la Vida”, así, con mayúsculas, porque del cultivo de las semillas sanas y limpias de químicos y modificaciones depende la vida y la salud de hombres y mujeres no sólo del campo, sino también de las ciudades.

Les invitamos a cultivar la memoria y resistir frente a una cultura que siembra muerte y destrucción. Quizá sea o nos parezca un pequeño grano de arena el esfuerzo, pero está encaminado a preservar lo más sagrado que tenemos: la vida.

El domingo 24 de abril próximo, a partir de las nueve de la mañana, en el centro comunitario de Chacsinkín se realizará esta “Fiesta de la Vida”. Están todos invitados.— Mérida, Yucatán.

Yucatan.com, Internet, 19-4-05

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