México: demanda Greenpeace el retiro de maíz Mon 863

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País México

El transgénico causa alteraciones en sangre y órganos. La organización exige a Salud que difunda en qué artículos se halla el organismo distribuido en México desde 2003

Luego de que un estudio reveló que el maíz transgénico Mon 863, producido por la estadunidense Monsanto y comercializado en México desde 2003, tiene efectos adversos en la salud, según experimentos realizados en ratas, la organización ecologista Greenpeace exigió ayer a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) de la Secretaría de Salud que difunda en qué productos se encuentra ese organismo y demandó la cancelación inmediata de su distribución.

Greenpeace difundió un informe del investigador Gilles-Eric Seralini, de la Universidad de Caen, Francia, y presidente del Consejo Científico de la Investigación e Información Independiente sobre Ingeniería Genética, en el que se presentan los resultados del estudio sobre los efectos negativo del transgénico en la salud de ratas alimentadas durante 90 días con ese organismo.

Esta variedad de maíz fue autorizada en México con la figura "no inconveniente de comercialización para consumo humano", sin que se hicieran más evaluaciones de riesgo que las realizadas por Monsanto.

El experimento de Seralini consistió en alimentar a un grupo de ratas con maíz convencional y a otro con la variedad transgénica Mon 863. En este último grupo se encontró incremento de glóbulos blancos en la sangre de los machos y de glóbulos rojos insuficientes e inmaduros en hembras, así como aumento significativo de azúcar en la sangre de éstas y mayor frecuencia de deformaciones en los riñones de éstos, además de peso reducido e inflamaciones.

Los resultados del estudio revelan que el maíz Mon 863 afecta de manera negativa la salud de las ratas, por lo que se infiere que también podría afectar el metabolismo de otros seres vivos, señaló Areli Carreón, de Greenpeace.

Consideró que si la Cofepris desconocía estos resultados, resulta inadmisible que haya aprobado el consumo de este maíz, pero si la dependencia conocía los datos y los ignoró, se deben cancelar los permisos para su comercialización y, además, se deben evaluar los 31 productos transgénicos que ya se han autorizado para consumo humano.

El informe denominado MSL-18175 se mantuvo oculto largo tiempo, porque Monsanto argumentó que era información confidencial, pero la organización interpuso un recurso legal para hacer valer la ley europea que da a la ciudadanía el derecho de conocer la evaluación de riesgo. El 20 de junio una corte alemana ordenó su divulgación.

La organización presentó ayer ante la Cofepris una ''acción popular'' que debe ser respondida en un plazo no mayor a los 20 días hábiles.

Greenpeace también demandó que se retiren del mercado los productos alimenticios que contienen el Mon 863, y agregó: "es inaceptable que no se etiqueten los productos transgénicos, porque así ni las autoridades sanitarias pueden saber los productos que deben retirar de los supermercados y esto pone en evidencia la vulnerabilidad del sistema sanitario y la irresponsabilidad gubernamental".

La Jornada, México, 30-6-05

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