México: proteger al maíz

Idioma Español
País México

México es el centro de origen del maíz; en el territorio nacional están distribuidas razas y variedades criollas de este cultivo

El proceso de domesticación del maíz continúa en el medio rural mexicano a través del mejoramiento genético de las variedades, proceso realizado localmente por los campesinos.

También hay polinización constante entre las mismas plantas, muchas veces no intencional; en otras ocasiones la propician los agricultores, que también intercambian semillas con frecuencia.

Asi, las comunidades rurales e indígenas mexicanas han creado, a través de más de 300 generaciones, la diversidad del maíz como un patrimonio propio y un legado para la humanidad. Estas comunidades son el mejor resguardo del acervo genético de las semillas.

La diversidad genética del maíz nativo ofrece variedades especializadas adaptadas para diferentes condiciones climáticas y tipos de suelo, para resistir plagas y enfermedades, y para satisfacer actividades culinarias, artesanales o industriales. Se trata de un factor clave para la seguridad alimentaria de México.

El maiz no es sólo un bien comercial, sino la base de la alimentación de los mexicanos, pero sobre todo es una expresión en la que se reúnen la naturaleza y la cultura.

Las actividades en torno a su cultivo, fortalecen el tejido social de las comunidades, los pueblos y del país mismo.

Las prácticas agrícolas y culturales, así como la forma de reproducción del maíz, facilitan su mezcla con variedades genéticamente modificadas.

En Estados Unidos no han podido segregar las variedades transgénicas de las no transgénicas; esto muestra que inclusive bajo condiciones estrictas de regulación es imposible evitar el flujo génico de variedades transgénicas a no transgénicas.

Además de los impactos ambientales, económicos, sociales y culturales, la introducción de maíz transgénico en México pone en riesgo la riqueza genética del germoplasma como recurso público, pues el sistema de patentes controlado por las corporaciones trasnacionales que intentan comercializarlo busca su privatización.

Por ello, EL régimen de protección especial de maíz es un asunto de seguridad nacional. Es necesario que se garantice la conservación de las variedades en su lugar de origen.

Por la importancia innegable que tiene el maíz, habrá que prohibir en México el desarrollo de productos industriales no comestibles, así como de vacunas y proteínas experimentales que utilizan este grano como sistema de expresión.

Es urgenta reinstalar la moratoria al cultivo en campo abierto de maíz transgénico, hasta que se implemente un programa multidisciplinario de protección de la diversidad del alimento mexicano. La sociedad debe tener información acerca del maíz transgénico y de los productos que lo contienen.

Estas y otras conclusiones fueron aprobadas por decenas de instituciones de México y el extranjero, así como por investigadores, campesinos, y ciudadanos en general. El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) está obligado a atender nuestro reclamo.

La Jornada, México, 19-9-06

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