Monsanto-India: alimentos y cultivos genéticamente modificados. Amenazan con el control mundial de la genética.

Idioma Español
País Asia

El gobierno de la India parece estar completamente bajo el control de los piratas de la biotecnología y de las espurias corporaciones multinacionales.

En contraposición a lo que establecen las regulaciones, los experimentos de MG (modificación genética) se han expandido por la India con la complicidad del gobierno de ese país asiático.

Durante el LXVII Encuentro del Comité de Acuerdos sobre Ingeniería Genética (GEAC), celebrado el 22 de mayo del 2006, este comité desdeñó todas las preocupaciones relacionadas con la cuestión de la MG y en abierto desafío a una orden emitida por la Corte Suprema aprobó el deslumbrante número de 91 productos genéticamente modificados para realizar experimentos en diferentes lugares (MLTs)- estamos hablando de 91 aprobaciones en tan solo un encuentro.

Tales aprobaciones se hicieron de manera expedita para anticiparlas a una posible prohibición general de pruebas de campo en la India, mientras que a los investigadores se le niega toda información sobre los lugares y tipos de semillas que serán sometidas a las pruebas. Solamente después que se emitió una petición amparada por el la ley de Derecho a la Información [RTI Act of 2005], el Departamento de Biotecnología reveló alguna información sobre el particular.

Los Estados Unidos de América declararon la guerra contra la seguridad alimentaria y el arroz de la India desde principios de los años 1960, cuando el científico espía número uno, Dr M.S. Swaminathan robó banco de genes de arroz, que durante décadas desarrolló el Dr. Riccharia y que después devolvió a los norteamericanos.

De acuerdo con activistas, a través de sus socios en la empresa mixta en la India Maharashtra Irbid Seeds Corporation o Mahyco, Monsanto ha cometido crímenes de lesa humanidad con plena complicidad de funcionarios del Departamento de Biotecnología y miembros de la GEAC, y por tanto varios ministerios están involucrados, principalmente el Ministerio de Agricultura y el Ministerio del Medio Ambiente y Forestales.

India poseía 120 mil variedades de semillas de arroz; actualmente no más de 50 variedades están disponibles. Ese ha sido el resultado de la guerra de los Estados Unidos contra la diversidad genética, hábilmente apoyada por científicos delincuentes como MS Swaminathan. El gobierno de la India permite que tales individuos dirijan la Política Agrícola de la India: con 75 años de edad, Swaminathan trata con prepotencia a muchos «Comités de Expertos», incluidos los más importantes en el Ministerio de Agricultura. Los tentáculos letales de este monstruo de muchas cabezas se extienden hacia diversos ministerios del gobierno de la India. Desde principios de la década de 1960, Swaminathan ha sido la cara de los Rockefellers y ha puesto en práctica sus planes con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos.

Envalentonados por una descarriada política de control, que opera mal con toda intención y con la voluntad de apoyar la agenda pro-genética, y la asistencia expresa de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), los productores de semillas genéticamente modificadas impulsan los planes encaminados a destruir la soberanía y la seguridad alimentarias de la India, plenamente conscientes de que esas semillas no favorecen la productividad (rendimiento), que es precisamente lo que necesitan los agricultores: por ejemplo, la iniciativa que apoya la USAID, el Proyecto II de Apoyo a la Biotecnología en la Agricultura (ABSP-II), es dirigido desde y por Cornell.
Los socios del ABSP son Asgrow, Monsanto y Pioneer Hi-Bred.
La promoción de la MG es política oficial del programa de la USAID, siendo una de sus líneas de trabajo la «integración de la MG en los sistemas alimentarios locales.»

La repercusión de las concesiones dadas por el sistema de control a la MG en la India alcanzaran un carácter global, mientras que algunos de los más conocidos científicos del mundo se han unido al reclamo de los activistas de la India y presentado quejas a la Corte Suprema, explican los activistas.

«El Doctor Arpad Pusztai, prestigioso toxicólogo y experto destacado en el tema de las lectinas, dijo al demandante 1, por teléfono, que durante años de escudriñar en estudios relacionados con la industria, (y la mayoría de esos trabajos pasaron por sus manos), no había visto nunca nada parecido. De acuerdo con David Schubert, la información que ofrece el sitio Web del Ministerio (GEAC) sobre pruebas de seguridad es muy pobre y en ausencia de Información Real no es posible hacer una evaluación de la validez de sus reclamos.» Mientras que el Doctor Dough Gurian Sherman, científico del Centro para Estudios de Seguridad de los Alimentos concuerda con el planteamiento. El Doctor Robert Mann ex-conferencista en temas de Bioquímica en la Universidad de Auckland y asesor de sucesivos ministros de salud en Nueva Zelanda, dice que «considero las pruebas de campo con berenjena tratada a partir de la biotecnología como una de los proyectos mas enfermizos que he visto en mis tres décadas de estudios críticos sobre la MG. Los riesgos y peligros, que no se conocen aun completamente o que pueden predecirse en realidad, parecen ser tan graves que las pruebas de campo propuestas debieran prohibirse hasta que se realice un estudio integral, que aún falta por tenerse en cuenta». El Doctor Mae Wan Ho (del Panel Científico Independiente) y el Profesor Joe Cummins, el Profesor Emérito en Genética, de la University of Western Ontario, en Canadá, explican: «En la India, la berenjena es comparable con la papa o el tomate en la dieta de los norteamericanos. La berenjena genéticamente modificada contiene una toxina que está vinculada a cientos de casos de alergias y a miles de muertes en las ovejas. Aprobar la introducción de la berenjena genéticamente modificada sería algo inconcebible e irresponsable.

El Doctor Mae-Wan Ho y el Profesor Joe Cummins no encontraron ni estudios publicados ni detalles experimentales sobre pruebas de seguridad en las solicitudes para realizar experimentos de campo con la berenjena genéticamente modificada, y por tanto ambos hacen cuestionamientos muy serios. En lugar de aprobar más cultivos genéticamente modificados, las autoridades supervisoras de la India debieran comenzar una investigación integral sobre los impactos que tienen en la salud los cultivos de algodón modificando genéticamente y prohibir los permisos para todos los cultivos de ese tipo». Monsanto ha estado operando en la India desde 1949 [Monsanto www.genewatch.org] y se ha convertido en un mercado líder de los productos químicos para la agricultura. Administra tres subsidiarias: Monsanto India, Monsanto Enterprises y Mosanto Chemicals. Desde comienzos de 1998, Monsanto adquirió una acción valorada en 26 centavos en la compañía India de semillas Mahyco. Esa empresa ha sido acusada de engañar a la población local sobre la naturaleza de las pruebas de MG, incluso sin informar a los agricultores sobre las pruebas que realizaba en sus propias tierras.

Rakesh Tikait, vocero de la organización Bharatiya Kissan Union, dijo: «nos percatamos que se estaban haciendo pruebas con arroz genéticamente modificado en secreto, en la finca de Paramjit Singh, que rentó sus tierras de unos dos acres a Mahyco por Rs 15,000. Pero Mahyco no le dijo que tipo de semillas iban a ser sembradas y con que objetivo. Detectamos una flagrante violación de las normas de bio-seguridad durante las pruebas de campo, lo que puede causar la contaminación de tipo genética de otros cultivos de arroz. Después de descubrir la verdad, Singh se nos unió junto con 500 campesinos para desenterrar y quemar las plantas.»
Ya en el período 2005-2006, la India exportaba 5 millones de toneladas de arroz hacia 102 países, valoradas en 1,53 billones de dólares. Los principales mercados se encontraban en Europa, Norteamérica, Asia occidental y Australia. En cada uno de esos países, los gobiernos deben orientar a los consumidores y decirles que rechacen el arroz genéticamente modificado de la India, advierten los activistas con preocupación, y ofrecen una lista de sugerencias con medidas a tomar por quienes estén preocupados por el tema a nivel mundial. Las acciones incluyen una petición a los representantes políticos para que exijan al gobierno de la India que detenga todas los experimentos de MG, porque ello implica la destrucción del medio ambiente global. Subrayan los activistas que todas y cada una de las organizaciones de agricultores han salido al paso de las semillas genéticamente modificadas. La Asociación de Exportadores de Arroz de la India (All India Rice Exporters Association) ha expresado su disposición de trabajar con todos aquellos que se nieguen a unirse a los programas de MG, debido a que han demostrado el peligro que impone esa tecnología. También pide a los abogados que ofrezcan asistencia a la hora de hacer demandas contra el gobierno de los Estados Unidos, incluyendo entidades como la US-FDA (Administración de Alimentos y Medicinas), el USDA (Departamento de Agricultura), la USAID y otras.

Monsanto incluso persigue controlar el agua, el recurso base de la vida. Ve una nueva oportunidad de negocio debido a la emergente crisis de ese recurso natural y porque cuenta con los fondos para conseguir el acceso al agua para muchas personas. Según Monsanto explica en su estrategia, «primero, consideramos que las rupturas de la continuidad (tanto grandes cambios políticos o de las tendencias relacionadas con la calidad o cantidad de los recursos) son probables, particularmente en el tema del agua y aseguraremos una buena posición mediante este negocio para sacar mucho más provecho cuando ocurran esas rupturas. En segundo lugar, estamos evaluando el potencial de las formas de financiamiento no convencionales (las ONG, el Banco Mundial, USDA, etc.) que nos ayuden a disminuir nuestras inversiones o a proveer recursos locales para desarrollar negocios.»

Por tanto, la crisis de contaminación y agotamiento de los recursos hídricos es para Monsanto una oportunidad de hacer negocios. Matar no es nada nuevo para Monsanto, ya que fue uno de los proveedores del Agente Naranja que tuvo efectos devastadores en la población civil vietnamita y en los veteranos estadounidenses de la guerra de Vietnam.

Los políticos presionaron, compraron y vendieron

El líder del vasto estado de Andra Pradesh, YS Rajasekhara «YSR» Reddy visitó los Estados Unidos de América mientas los despachos de prensa enviados por sus voceros hablaban de su presentación en diversos foros. Habló en el Foro Mundial de Agricultura (WAF), del cual Monsanto es uno de los mayores patrocinadores; sin embargo el costo de su presentación allí fue pagado por los contribuyentes hindúes, la enorme cantidad de 700 mil Rupias (moneda de la India). El WAF fue fundado por Leonard Guarraia,
ex-director de políticas públicas de Monsanto. El WAF se encarga de hacer presión sobre los líderes de los gobiernos en todo el mundo.

Otros patrocinadores del WAF, algunos de los cuales promueven el «Foro de Aniquilación del Mundo», son la gigante química DuPont, que mantiene una presencia importante en el mercado estatal de semillas a través de Pioneer Hi-Bred; Abengoa, una compañía importante en el campo de los bio-combustibles; Bunge North America, empresa que tiene una cadena de «servicios» en el área de los alimentos, y Novus, un gigante de la agropecuaria. «La mayoría de estas empresas tienen intereses directos o indirectos en el mercado de la India debido a su dependencia de la agricultura», dijo un analista al Times de la India.

Los gobiernos estaduales en la India tienen gran independencia para tratar directamente con las grandes corporaciones extranjeras sin el adecuado control del gobierno central, lo que algunos analistas consideran que acelerará el proceso de desintegración de la India en estados independientes, cada uno en rivalidad con los demás por conseguir contratos en medio de la competencia. Numerosas comunidades ya han sido desplazadas por grandes compañías que han ocupado forzosamente sus tierras una vez firmados los contratos con los gobiernos estaduales.

Millones de agricultores en la India han demandado a la industria Monsanto & Biotech por contaminación con material genéticamente modificado.

Más de 6,5 millones de campesinos de todos los estados del país solicitan al Tribunal Supremo que les permita unirse al caso en la corte; dicen que los cultivos genéticamente modificados ocasionan un daño irreversible a las tierras cultivables y a la biodiversidad de la India. Esta nueva acción tuvo lugar después de la solicitud que hizo al Tribunal Supremo la Asociación de Molineros y Exportadores de Arroz de la India, que pide una moratoria en la aplicación de MG para proteger el derecho de los campesinos y de los consumidores de producir y consumir alimentos no modificados genéticamente, así como para asegurar—en su interés particular y en el interés nacional—que las exportaciones no sean afectadas por la contaminación con material genético.

Contaminación en el arroz americano de grano largo, «Long-Grain Rice».

El anuncio, en agosto del 2006, de que se había encontrado una variedad no aprobada de arroz genéticamente modificado—no aprobada para el consumo humano—en pequeñas cantidades en el arroz de grano largo estadounidense conmovió la industria mundial de los alimentos. El arroz LL601, genéticamente modificado, de la Bayer Crop Science, se cultivó por última vez en pruebas de campo en el año 2001, una variedad no aprobada para la comercialización. La variedad Liberty Link 601 (LL601) fue modificada para hacerla tolerante al herbicida Liberty (glufosinato), producido por Bayer; de manera que los campesinos pudieran utilizar el herbicida sin causar daños a la plantación de arroz.

La introducción en el mercado de arroz GM no aprobado ha conducido a que se retire el producto de los mercados de Suiza, Alemania, Francia, Suecia, Irlanda y el Reino Unido. Las exportaciones hacia Europa requieren de una certificación que aseguren que los alimentos están libres de toda contaminación con material GM. Japón, con tolerancia cero hacia los cultivos GM, ha suspendido las importaciones de arroz desde los Estados Unidos y lleva a cabo extensas pruebas para detectar la presencia y nivel de posible contaminación con arroz del tipo Liberty Link LL601.

Tanto la contaminación proveniente de cultivos GM, como el riesgo de contraerla han sido negados durante mucho tiempo por la Industria de Ingeniería Genética, que alega que todo es producto de la imaginación de quienes se oponen a los cultivos GM. Sin embargo, es una realidad biológica y la evidencia física de la contaminación genética que se reporta en todo el mundo ya es incuestionable y conclusiva. La reciente contaminación con arroz GM proveniente del arroz de grano largo estadounidense es algo tan serio que el daño causado a la industria arrocera de los EE.UU. se calcula en millones de millones de dólares, al prohibirse en algunos países las importaciones de arroz estadounidense y al detener las siembras de arroz en ese país en la actual temporada. La contaminación con arroz GM en los EE.UU. crece a niveles sorprendentes y está fuera de todo control, a pesar de los esfuerzos de los agricultores, molineros, exportadores y de las autoridades supervisoras para contenerla y eliminarla. Por tanto, la estrategia de los que desarrollan cultivos GM en los EE.UU. y en otras partes del mundo ha cambiado y ahora demandan que se les permita ¡contaminar los cultivos libres de MG!

El Control ha sido debilitado para permitir la contaminación.
Los delitos de Monsanto & Co.

«Cuando yo trabajaba para Monsanto, advertí tanto a los científicos como a los ejecutivos que nuestros alimentos GM podían causar enfermedades; pero ninguno de ellos quiso escucharme, y para que hablar de investigar los impredecibles efectos colaterales. Para ellos las ganancias era lo que contaba. Ahora, toda nuestra población está amenazada por los grandes peligros descritos en la Ruleta Genética».—Kirk J. Azevedo, el programa de Monsanto DC está dirigido a convertir todos los cultivos en especies manipuladas por ingeniería genética, que produce semillas estériles, y privar a los agricultores de la práctica tradicional de preservar semillas de sus cosechas para las próximas siembras.

Al adquirir las semillas de Monsanto, los agricultores deben cumplir con las exigencias del sistema de administración de herbicidas y pesticidas establecido por Monsanto. Si el viento traslada el polen del cultivo de un cliente de Monsanto hacia la plantación de otro que no lo es, entonces Monsanto realizará un examen el cultivo del último y, si existe contaminación con material GM, el vecino no cliente se verá obligado a ir a juicio y compensar a Monsanto por utilizar su propiedad de tipo genético. Ya hay más de un agricultor en prisión por negarse a pagar por tal chantaje.

La contaminación por material genético en un solo tipo de cultivo puede dar lugar a que todos los cultivos del país sean rechazados por las naciones que los importan; porque esas naciones tienen todo el derecho de no desear que esa contaminación afecte sus plantaciones o el metabolismo de sus ciudadanos.

El mismo principio es aplicable a las carnes—es decir, los animales de leche y carne, como las aves que consumen piensos contaminados con material GM. Como consecuencia de la ingerencia de tipo GM de Monsanto, Europa prohibió todas las exportaciones de maíz desde los EE.UU. África también ha prohibido todo material GM.

Mientras tanto, las personas enfermas han sido utilizadas como ratas de laboratorio en las pruebas MG de Monsanto. Esa empresa ha vertido material tóxico en territorio del Reino Unido; la empresa Starbucks vierte productos lácteos que contienen una hormona artificial de crecimiento producida por Monsanto. La política de hambruna generada por la globalización consigue su éxito, mientras las entregas de trigo disminuyen; la Iniciativa India-Estadounidense sobre el Conocimiento en la Agricultura les ofrece a gigantes como Monsanto el libre acceso de sus productos GM al mercado de la India; la Comisión Europea ha aprobado los cultivos genéticamente manipulados para el consumo humano, pero advierte de manera secreta sobre su impacto en la salud y en el medio ambiente, mientras los pesticidas de Monsanto matan a animales anfibios en todas partes del mundo.

La evidencia convincente de que los alimentos GM son peligrosos para la salud proviene de los animales que son sometidos a los experimentos, que prefieren los alimentos naturales a los genéticamente modificados y que al ingerir los últimos padecen de daños internos o mueren.

Se compra el silencio de la prensa

Nacional Public Radio, NPR (la radio publica nacional) que desde hace mucho tiempo perdió la confianza popular que juró conservar cuando fue fundada en 1970 como una organización no lurativa, independiente y privada, miembro del sistema de estaciones de radio públicas de los EE.UU., ahora está tan contaminada y corrupta como sus iguales de la televisión, cuando una parte sustancial de sus fondos proviene de los donantes corporativos que buscan tener mayor influencia. También se aleja de cualquier tema controvertido que pueda ser contrario a los intereses corporativos sobre todo aquellos de donde sale el apoyo financiero que recibe.

Monsanto apoya la NPR con dinero

Se requiere que Monsanto y sus directores revelen abiertamente y bajo juramento quienes son los políticos y cuales los medios que han recibido dinero de esa empresa; pero esa revelación aun no se ha hecho. Mathaba News no ha recibido dinero alguno de Monsanto.

Crece la oposición que se necesita más que nunca para prevenir una contaminación global irreversible

Desde abril del 2007, diversas organizaciones a nivel mundial presentan la Ruleta Genética ante los funcionarios gubernamentales como evidencia de que los alimentos GM no son seguros y se necesita prohibirlos inmediatamente.

Michael Meacher, ex ministro británico del medio ambiente dice que la Ruleta Genética es «el libro auténtico sobre la modificación genética que el mundo ha estado esperando…El caso presentado es exactamente un cañón humeante que debe poner fin a cualquier relación que tenga lugar entre los alimentos GM y familias individuales, compañías del sector de los alimentos, e incluso una nación».

El pasado mes de marzo, casi 5 mil agricultores de 84 poblados que se extienden a lo largo de ocho cuadras en el distrito de Gonda, en Uttar Pradesh, India, se negaron a cultivar especies genéticamente modificadas y en su lugar decidieron dedicarse a la agricultura orgánica; mientras que en febrero, dos mil campesinos de 64 poblados de los distritos de Chitrakoot y Banda, en Uttar Pradesh tomaron una decisión similar. Estas acciones dieron lugar a que el número de poblados de Uttar Pradesh que han determinado permanecer libres de cultivos GM se eleve a 148. También se hizo una solicitud on-line al Primer Ministro de la India en contra de la ingeniería genética.

De acuerdo con Devinder Sharma, experto en políticas alimentarias y comerciales de Nueva Delhi, más de 10 mil cultivadores de algodón se han suicidado después de que se introdujeron los pesticidas de cuarta generación, llamados piretroides sintéticos, hace menos de 20 años. Los campesinos se adeudan en círculos viciosos para poder pagar el alto costo del cultivo del algodón de la revolución verde: deudas en las que incurren para adquirir los pesticidas, los fertilizantes, las bombas de agua y las semillas híbridas. Para muchos, la única forma de salir de las deudas es tragándose los propios pesticidas que adquirieron con el dinero prestado.

La contaminación de todos los cultivos con material GM será tan fuerte que todos enfrentaremos un «fait accompli» en todas partes, particularmente en la India y en el mundo en desarrollo, y en el futuro será inútil oponerse a ello. Es por eso que las medidas hacen falta ahora, de otra forma todas las semillas «naturales» prácticamente se extinguirán. Este es simplemente el objetivo de la industria de la biotecnología y la ingeniería genética que encabeza Monsanto.

Dicen activistas que el gobierno de los EE.UU. no sólo roba los valores genéticos como ya se mencionó que sucede desde la década de 1960, sino que de manera deliberada promueve alimentos cuasi-letales a nivel mundial. Si no se detiene la Ingeniería Genética, esta va a causar la contaminación irreversible, permanente y a nivel molecular, de los alimentos en todo el mundo. Esto demuestra la gravedad de la crisis que enfrentamos, que aparece como un programa global dirigido a controlar la población del mundo, como se establece en el Memorando de Estudio de Seguridad Nacional de los EE.UU. (SSM-200), y que se implementa militar y económicamente, así como por vías de las compañías que apoyan ese programa, tales como Monsanto, que ha patrocinado a líderes políticos incluyendo a Tony Blair. Estos políticos occidentales también promueven la producción de etanol a partir de los cultivos, lo cual causará el genocidio por hambruna, con un estimado de 3 billones de muertos en el futuro, ya que los agricultores encontraran en la producción de etanol un negocio más lucrativo que la producción de alimentos.

Mathaba, Internet, 23-05-07

 

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