No a la patata transgénica
Greenpeace ha montado esta mañana un campamento frente al Ministerio de Medio Ambiente para exigir al Gobierno la prohibición del cultivo de maíz transgénico. El sábado será la patata transgénica la protagonista. Habrá una manifestación en Madrid para protestar por la decisión de la CE, que ha aprobado su uso industrial
Las organizaciones Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra, Greenpeace, el sindicato agrario COAG, la Plataforma Rural y la confederación de Consumidores y Usuarios (CECU), entre otras, se manifestarán mañana en Madrid para protestar por la decisión de la Comisión Europea (CE), que ha aprobado el uso industrial de la patata transgénica «Amflora».
Una medida errónea, según el responsable de transgénicos de Greenpeace, Juan Felipe Carrasco: «El comisario europeo de Salud ha decidido aprobar este cultivo demostrando de qué lado está, pues no ha tenido en cuenta la opinión contraria de la mayoría de los veintisiete estados miembros, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que advierte que algunos genes que contiene «Amflora» pueden desarrollar resistencia a antibióticos, y de la Agencia Europea del Medicamento».
Carrasco exigió al Ejecutivo socialista, y en especial a Zapatero, Espinosa y Garmendia (el presidente del Gobierno y las ministras de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino y de Ciencia e Innovación), que no conviertan a España en el modelo europeo a seguir en lo que al cultivo de transgénicos se refiere.
A ese respecto, David Sánchez, representante de Amigos de la Tierra, recordó que España es el único país de la UE que autoriza el cultivo masivo de maíz transgénico: «En 2009 se cultivaron en España 76.000 hectáreas, lo que supone el 80% de toda Europa». Según Sánchez, «la propia CE y Basf (fabricante de «Amflora») admiten que, hasta el 0, 9% de patata podrá ser consumido por los ciudadanos sin necesidad de ser informado». De este modo, asegura Sánchez, la UE reconoce que «es peligrosa» y que «puede acabar en la cadena humana».
Por su parte, la vicepresidenta de CECU, Ana Echenique, denunció que se oculta a la población si come transgénicos. «Somos lo que comemos. No queremos transgénicos en la agricultura ni en la forma de alimentarnos», insistió.