Perú: la continuidad neoliberal se asegura con las fuerzas armadas en las calles
Dos trabajadores asesinados fue el saldo de la primera jornada de huelga general convocada por la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) que comenzó ayer. Esta jornada de lucha se da en el marco de un descontento generalizado por la profundización de las políticas neoliberales de Alan García
García, licenciado en abogacía y sociología que gobernó la república del Perú entre el año 85`y el 90 -años teñidos de acusaciones, muchas de ellas probadas, de corrupción y ejecuciones sumarísimas- se apresta a cumplir en dos semanas el primer año de su segundo mandato. A lo largo de las últimas tres semanas se han realizado movilizaciones y protestas callejeras de diversos sectores. En las regiones de Ancash, Piura, Huanuco, Arequipa, Cajamarca, Madre de Dios, Ucayali, Loreto, Junin, Huancavelica y Ayacucho las movilizaciones congregan a miles. Hay huelgas mineras, de agricultores contra el TLC, bloqueos de carreteras con enfrentamientos con la policía.
La huelga del sector salud y las protestas contra la contaminación ambiental de la actividad minera informal han generado un importante ambiente de inestabilidad institucional. Esta coyuntura motivó que el ejecutivo apruebe la intervención por 30 días de las fuerzas armadas en el control del conflicto social. Lejos de atemorizar a los trabajadores, la decisión motivó un repudio generalizado de la sociedad.
El 5 de julio pasado comenzó una huelga general, por tiempo indefinido, convocada por el Sindicato Unitario de los Trabajadores en la Educación del Perú, que presiona al ejecutivo para tener participación en la implementación de la reforma educativa. Tras varias medidas previas, como huelgas de hambre y movilizaciones, y dada la inminencia de la aprobación de la normativa, resolvieron la realización de una medida permanente.
La jornada de lucha nacional -acompañada por sectores mineros, estatales y agricultores- tuvo una fuerte represión y concluyó con el saldo de dos muertos y un trabajador herido de bala. Una maestra, golpeada por la policía en la jornada del 5 de julio, falleció tras cinco días de agonía.
Además de generalizados enfrentamientos con la policía a lo largo y ancho del país, los maestros irrumpieron en el aeropuerto de la ciudad de Puno saqueando las instalaciones y bloqueando la salida de aviones. En Cusco, manifestantes bloquearon la salida de aviones y trenes que llevan hacia las ruinas de Machu Pichu. En la provincia ayacuchana de Huanta, una manifestación de 15 mil personas tomó virtualmente de rehén al gobernador, quien fue liberado tras la firma de un acta-acuerdo para la conformación de una comisión mediadora compuesta por representantes de la Iglesia, el Ministerio Público y la Policía Nacional.