Asia bajo la amenaza de UPOV 91

Por GRAIN
Idioma Español
País Asia

Asia, hogar del 60% de la población mundial y del 74% de sus agricultores, es el blanco de una prolongada e intensa campaña para privatizar las semillas mediante nuevas leyes y regulaciones [1]. Actualmente, un 80% de todas las semillas usadas en Asia aún proviene de campesinos y campesinas que guardan semillas de cosechas anteriores [2]

Los intereses corporativos quieren que esta práctica sea considerada ilegal. De este modo, podrán ganar dinero obligando a los agricultores a comprar semillas en cada temporada de siembra. Para muchos agricultores y grupos de interés público, esto es considerado en extremo peligroso, ya que quien controla las semillas puede controlar el abastecimiento de alimentos.

La privatización de las semillas a menudo tiene lugar mediante dos tipos de leyes: leyes de semillas, que dictaminan cómo deben comercializarse y leyes de propiedad intelectual, que conceden derechos monopólicos a los obtentores. Ambas van en la misma dirección: prohibir las variedades locales e indígenas, las cuales son biodiversas y están en constante evolución. Los gobiernos las tratan de eliminar por “no ser no apropiadas” para la agricultura industrial, la fabricación de alimentos procesados o los supermercados —característica distintiva del “progreso” controlado por las corporaciones.

Bajo las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que fueron acordadas en 1994, virtualmente todos los países del mundo deben conceder derechos de propiedad intelectual sobre las variedades vegetales. Esto lo pueden hacer con patentes o mediante sistemas legales alternativos. La forma favorita de la industria semillera global es la de UPOV (Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales), un tipo de sistema de propiedad intelectual diseñado en Europa hace 60 años para las variedades vegetales. Bajo la UPOV, a los obtentores se les concede un monopolio de 20 a 25 años sobre semillas que son nuevas, distintas, uniformes y estables. Nadie puede producir, reproducir, vender o intercambiar las semillas de estas variedades sin la autorización del obtentor. A la industria semillera, este tipo de control le resulta importantísimo pues busca resarcir su inversión en el desarrollo de semillas que a menudo son diseñadas para obligar a los agricultores a utilizar también sus agroquímicos.

Los TLCs presionan por la UPOV

La presión sobre los países de Asia para que se integren a la UPOV o, al menos, pongan en práctica las reglas conocidas como UPOV 91 (nombradas así por el año en que fueron modificadas la última vez), crece rápidamente bajo los auspicios de varias negociaciones comerciales. Esto ocurre tanto en conversaciones comerciales bilaterales, como aquéllas entre la Unión Europea e India (TLC UE-India), o n las negociaciones regionales encaminadas a concretar la Asociación Trans Pacífica (TPP) o la Asociación de Cooperación Económica Integral Regional ( mejor conocida como RCEP por sus siglas en inglés) [3]

El TPP —firmado en 2016 por Australia, Brunei, Chile, Nueva Zelandia, Perú, Singapur, Vietnam, Japón y Malasia, ubicados en la zona de Asia y el Océano Pacífico, indica que los miembros pueden continuar excluyendo plantas y animales de sus leyes de patentes, como lo permite la OMC, pero deben unirse a UPOV 91 y conceder derechos de obtentor sobre invenciones “derivadas de plantas” [4]. Los gobiernos de Tailandia, Filipinas e Indonesia han expresado su interés en unirse también a este acuerdo comercial. de las negociaciones que se han filtrado, entre 2014 y 2015, muestran que Japón y Corea del Sur presionan fuerte por un acuerdo que obligue a los signatarios a unirse a UPOV. En Asia, sólo Australia, China, Japón, Nueva Zelandia, Corea del Sur, Singapur y Vietnam son miembros de UPOV. Esto podría significar que India y otros ocho países del Sudeste asiático tendrían que aceptar y eliminar o restringir severamente los derechos de los agricultores de guardar, producir e intercambiar semillas. Fue tal la resistencia y presión de las organizaciones campesinas y de varios grupos de la sociedad civil que esta disposición fue eliminada del texto de la negociación recientemente [5]. Poco después, India se retiró de las conversaciones por completo.

Esto evidencia un contexto de negociaciones bilaterales donde es inevitable que UPOV sea parte de las presiones. Esto es especialmente cierto en las negociaciones UE involucren a gobiernos europeos como el de la Unión Europea, el Reino Unido post Brexit y la Asociación Europea de Libre Comercio. Suponemos que surgirán muy pronto nuevas conversaciones encabezadas por Estados Unidos con Filipinas e India. Entonces, ¿cuál es la situación actual en terreno, a medida que los países son presionados para unirse a UPOV y poner fin a la práctica de guardar de semillas en los campos?

China

De acuerdo al sexto censo nacional de China de 2010, la mitad de la población reside en áreas rurales. El país tiene una rica historia de campesinos y campesinas que guardan y resiembran sus semillas. Sin embargo, con la creciente industrialización de la agricultura y promoción de los híbridos, las variedades tradicionales son reemplazadas de manera importante por las semillas comerciales. China es el mercado de semillas más grande del mundo, con casi 12 millones 500 mil toneladas de semillas sembradas al año.

Con la primera regulación de protección de variedades vegetales del país, que data de 1997, China permite a los agricultores guardar y reutilizar las variedades protegidas, sin pagar derechos de uso, con la condición de que sea utilizada en la propia finca. Esto significa que los agricultores no pueden intercambiar o vender estas semillas. En 2013, se modificó con pocos cambios la regulación de protección de variedades vegetales. En 2015, se sometió a revisión una ley de semillas más amplia y ahora incorpora la regulación de protección de variedades vegetales del año 2013 [6]

En el año 1999, China se hizo miembro de UPOV, adhiriendo a la convención de 1978. Pero desde que esta nueva ley de semillas entró en vigencia, China ha estado bajo presión por parte de las compañías productoras de semillas para que se actualice a la UPOV de 1991 [7]. Al mismo tiempo, se fusionaron varias de las principales compañías de semillas, incluyendo la compra de Syngenta —la tercera compañía de semillas más grande del mundo— por parte de ChemChina . Rara vez China ha sido testigo de una oposición abierta a una estrategia corporativa patrocinada por el Estado. No obstante, esta fusión tuvo la oposición de parte de cientos de personas que consideraban que el acuerdo conduciría a la siembra de organismos modificados genéticamente en todo el país, socavando la agricultura china y su soberanía alimentaria [8].

Según una encuesta de la Universidad Agrícola de China, actualmente, más y más agricultores en el país eligen comprar semillas en el mercado en lugar de usar semillas guardadas [9]. Hoy China tiene 4 mil 300 compañías de semillas certificadas, y las 50 principales representan 35 % del mercado nacional. A medida que el sector comercial toma el control, el precio de las semillas sube [10]. Los agricultores que comparten o intercambian semillas de variedades vegetales protegidas, en violación a la ley, rara vez son demandados porque no pueden pagar las multas [11]. Pero, recientemente, se propuso considerar como delito penal el no respetar los derechos de los fitomejoradores. Ahora se busca simplificar los procedimientos para que sean sometidos a juicio más agricultores que vendan semillas ilegalmente [12]

El secretariado de la UPOV en Ginebra recientemente inició una campaña en los medios de comunicación para promocionar los beneficios que su sistema legal significa para los países del Sur [13]. Algunos de estos materiales enfatizan que, durante los últimos diez años, China ha subido al primer lugar de la lista de solicitudes de certificados de protección de variedades vegetales. Pero los países industrializados aún dominan, por lejos (ver tabla).

No debería ser una sorpresa que las exportaciones de China de semillas de alta tecnología desarrolladas en el país hacia los países que participan en la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI)# han sufrido un importante aumento en años recientes [14]. La Asociación Nacional de Semillas de China señala que entre el año 2000 y 2018, el total de exportaciones de semillas se quintuplicó, de 132 millones de dólares a 694 millones. Los mercados clave incluyen países del BRI como Pakistán, Kazajistán y los países pertenecientes a ASEAN. Por ejemplo, Laoling Xisen Potato Industry Group exporta semillas de papa a varios países de la Franja y la Ruta, incluyendo Egipto y Kazajistán. Atlas Seeds Co., con sede en Beijing, vende actualmente a Pakistán 100 toneladas de semillas anuales.

Parece sólo cuestión de tiempo para que China se incorpore oficialmente a UPOV 1991. Esto tendrá serias consecuencias para los países que participan en conversaciones comerciales con China, o aquellos que forman parte de la iniciativa de la Franja y la Ruta, ya que es muy probable que Beijing exija a los otros países adherir a los estándares de UPOV 1991.

India

India adoptó una ley de protección de variedades vegetales en el año 2001 para cumplir con la OMC. Esta ley permite a los agricultores la libertad de uso, intercambio, guardar y resembrar variedades protegidas con la condición de que no vendan las semillas bajo su marca comercial. La ley también permite a los agricultores producir y distribuir sus propias variedades vegetales tradicionales no registradas. La inclusión de un capítulo separado sobre los derechos de los agricultores fue el resultado de campañas y movilizaciones por parte de grupos de la sociedad civil, expertos y agrupaciones de agricultores. Debido a esto, India no es parte de la UPOV.

En 2019, se desarrolló en India un intenso debate acerca de las disposiciones sobre los derechos de los agricultores. PepsiCo India presentó una demanda legal contra once agricultores de Gujarat que sembraron variedades protegidas de papa de PepsiCo y vendieron el producto sin pagar derechos. La compañía quería que los agricultores pagaran por daños, un monto entre los 28 mil y 140 mil dólares. Esto provocó una enorme reacción y PepsiCo retiró sus demandas.

Durante el enfrentamiento legal, grupos de la sociedad civil descubrieron que el gobierno estaba buscando alinear algunas disposiciones de la ley con UPOV 91 y unos pocos meses más tarde publicó un borrador de proyecto de ley de semillas 2019 para ser debatido [15]. Analizando el texto, parece haber una presión creciente sobre el gobierno de India para ingresar a UPOV o cumplir con sus disposiciones, sin duda, para capturar el mercado semillero, de rápido crecimiento en el país, ubicado 4 mil 100 millones de dólares en 2018.

En forma semejante a China, la industria semillera de India tiene también grandes ambiciones y pretende expandirse en el sur y el sudeste asiático. La Asociación Nacional de Semillas de India señaló recientemente: “El gobierno de Modi debería encabezar la creación de un sistema universal, basado en los derechos de los obtentores, con tal de proteger los derechos comerciales de nuestros obtentores.” Debido a que India está ahora (re)iniciando negociaciones comerciales con Estados Unidos y la UE, quienes a menudo exigen a sus socios comerciales hacerse miembros de UPOV, las organizaciones campesinas y de la sociedad civil están en alerta máxima.

Indonesia

Al igual que otros países asiáticos, Indonesia también enfrenta grandes presiones para unirse a UPOV. Tales presiones provienen de los acuerdos comerciales bilaterales y regionales, y de dos foros regionales sobre protección de variedades vegetales en los cuales el gobierno está participando (ver recuadro) [16]

El acuerdo comercial que Indonesia firmó con la Asociación Europea de Libre Comercio (Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein) en diciembre de 2018, establece que las partes que aún no son miembros de la UPOV 1978, deben cumplir con las principales disposiciones de la UPOV 1991 [17]. La firma de este acuerdo originó un proceso de evaluación del organismo para la protección de las variedades vegetales de Indonesia con el fin de adherir a la UPOV 1991. No ha habido avances en la armonización de las leyes nacionales con la UPOV 1991, pero hay una creciente preocupación por la libertad de los agricultores para mejorar y usar semillas.

El Foro para la Protección de Variedades Vegetales de Asia Oriental y el proyecto EU IP Key Southeast Asia

El Foro para la Protección de Variedades Vegetales de Asia Oriental fue creado en 2007 por iniciativa de Japón [18] Sus miembros son diez países de ASEAN más China, Japón y Corea del Sur. Japón ejerce la función de secretariado. El objetivo principal del foro es asegurar que todos sus miembros se unan a la UPOV y armonicen sus leyes de protección de variedades vegetales. Las actividades del foro se enfocan en la capacitación y el intercambio, e incluyen a países europeos como Holanda, para armonizar las regulaciones de procedimientos para certificar la diferenciación, la uniformidad y la estabilidad.

El IP Key Southeast Asia es un nuevo proyecto que la Unión Europea inició en abril de 2018. Fue impulsado por la división comercial de la Comisión Europea y lo implementó la Oficina de Propiedad Intelectual de la UE [19]. Tiene un presupuesto de 6 millones de euros para apoyar a la UE en sus negociaciones comerciales y en sus conversaciones sobre propiedad intelectual con sus socios de ASEAN. En forma explícita, el proyecto busca promover los estándares europeos de legislación, protección e imposición de derechos de propiedad intelectual. También apoya los intereses de los innovadores europeos y los titulares de los derechos —en este caso mejoradores de semillas del sector privado— para que comercialicen o inviertan en el Sudeste asiático.

La creación de los foros de la UE y el de Japón, muestra que para muchos países de Asia, ser miembro de la UPOV o tener leyes estrictas que desalienten o criminalicen las semillas campesinas, no es una demanda nacional ni una prioridad. La presión proviene de los antiguos poderes coloniales, junto con grandes corporaciones multinacionales de semillas. ¿De quiénes son los intereses que son promovidos?

Campesinas y campesinos se preocupan de que UPOV solamente reconozca y promueva la homogeneidad en las semillas y, en consecuencia, también en homogenizar el los modos del cultivo. Esto trae aparejada la erosión genética y la vulnerabilidad al ámbito campesinado. Si se le compara con los cuatro países de la Asociación Europea de Libre Comercio, Indonesia tiene mayor biodiversidad en sus cultivos y sistemas de agricultura. Campesinas y campesinos temen también que los cambios necesarios para cumplir con UPOV 1991 aumenten la criminalización de los agricultores que simplemente mejoran y comparten sus propias semillas. Aun sin UPOV, los campesinos de Indonesia ya luchan por tener la posibilidad de criar y distribuir sus semillas.

En Indonesia, entre 2003 y 2010, cuando menos 14 agricultores fueron demandados por compañías semilleras multinacionales por, supuestamente, infringir sus derechos de propiedad intelectual sobre semillas [20]. En el caso de PT BISI, una subsidiaria de Charoen Pokhpand de Tailandia, los agricultores fueron arrestados y algunos tuvieron que estar meses en prisión, a pesar de la falta de evidencia por parte de la compañía. En casi todos los casos, los agricultores no tenían representantes legales para acompañarlos en las cortes y la mayoría de ellos no entendía por qué estaban siendo acusados por lo que ellos y sus familias han hecho por mucho tiempo.

Tras estas demandas legales, una coalición de campesinos, grupos de la sociedad civil y abogados llevaron el caso a las cortes constitucionales en septiembre de 2012, argumentando que la ley de cultivos vegetales trataba de manera injusta a los campesinos y quienes mejoran variedades, cual si fueran grandes empresas comerciales. La corte dictaminó que tres artículos de la ley eran, de hecho, inconstitucionales. Esta decisión significó que los campesinos ya no tendrían la necesidad de un permiso del gobierno para recolectar, producir su propia semilla y distribuirlas [21]

En otro caso, un agricultor llamado Munirwan fue arrestado al norte de Aceh, en julio de 2019, después de ser acusado de distribuir comercialmente semilla de arroz no liberada que recibió del gobierno provincial con fines de ensayos. Como él trabajaba con la semilla y la mejoró aún más, Munirwan fue capaz de obtener abundantes cosechas. Guardó semilla para la siguiente temporada y vendió el resto [22]. Después de la presión pública, el caso contra Munirwan fue suspendido y él fue liberado sin sanciones.

A pesar de la decisión de la Corte Constitucional en 2013 y la presión en torno al caso de Munirwan, se adoptó una nueva ley de cultivos con disposiciones polémicas en septiembre de 2019. Ahora la ley establece, explícitamente, que los pequeños agricultores que realicen actividades de forrajeo y recolección de recursos genéticos para cultivo tienen que informar a los gobiernos local y central. También señala que las variedades vegetales que resulten del trabajo de mejoramiento de los agricultores pueden ser distribuidas solamente al interior de su propio grupo —sin una clara definición del término “grupo”. La ley también señala que los pequeños agricultores que distribuyan semillas no certificadas serán sujetos de castigo penal con periodos de cárcel entre los cuatro a seis años.

No es de extrañar, entonces, que los campesinos indonesios sientan que sus derechos relacionados a las semillas están siendo restringidos día a día.

Malasia

Hasta ahora, el gobierno de Malasia se ha resistido a UPOV. Bajo las reglas de la OMC, adoptó su propia forma de protección de variedades vegetales en 2004, concediendo derechos a los agricultores para guardar y reutilizar semillas protegidas.

En 2012, el gobierno malayo manifestó su decisión de modificar la ley de 2004 para alinearla con la Convención UPOV 1991 [23]. Esta decisión fue recibida con extrema preocupación por parte de las organizaciones de la sociedad civil, campesinos, consumidores y grupos ambientalistas quienes señalan que adherir al sistema de UPOV, resultará en la negación de los derechos y prácticas de campesinas y campesinos, como distribuir y vender libremente su propia producción. Añadieron que promoverá los monopolios, facilitará la biopiratería y llevará a la pérdida de los saberes locales y la biodiversidad de Malasia [24]

En una declaración aparte, los grupos también señalaron que el tamaño promedio de la tierra de los agricultores de Malasia es solamente de 1.32 hectáreas. Para esta mayoría de pequeños agricultores, la principal fuente de semillas son, a menudo, los mercados locales, los familiares y vecinos, y la semilla guardada en las propias fincas. Prohibir estas prácticas será perjudicial y debilitará los sistemas de semillas de los agricultores en Malasia [25].

Mientras que el gobierno actual no está seguro de si ratificará el TPP, la presión para unirse a la UPOV, a expensas de los derechos de los campesinos, aún está vigente.

Filipinas

Los canales informales de semillas son los más comúnmente utilizados por campesinas y campesinos en Filipinas. Además, para muchos cultivos alimentarios no hay variedades protegidas legalmente. La mayoría de las semillas protegidas son solamente de dos cultivos: arroz y maíz [26] Incluso los agricultores y campesinos que cultivan maíz o arroz, tienden a obtener sus semillas mediante canales informales, de familiares, amigos o vecinos o usan semillas que guardaron de la última cosecha. Además de ayudar a reducir los gastos de las fincas, el intercambio de semillas entre agricultores ayuda a rejuvenecer los materiales de siembra y a minimizar las plagas y enfermedades, debido a que se intercambian diferentes variedades [27]. En un país propenso a condiciones climáticas extremas, que aumentan la incidencia de ataques de plagas y enfermedades, las variedades mejoradas por los agricultores son importantes. Por ejemplo, el programa MASIPAG, conducido por campesinas y campesinos, ha recolectado más de 2 mil variedades de arroz campesinas, de las cuales 18 son tolerantes a la sequía, 12 son tolerantes a las inundaciones, 20 tolerantes a aguas salinas y 24 tolerantes a plagas y enfermedades [28].

Para cumplir con la OMC, en 2002 el país adoptó una ley de protección a las variedades vegetales. Está basada principalmente en UPOV 91, aunque tiene excepciones especiales para los pequeños agricultores. Actualmente el gobierno habla de modificar el Acta de Desarrollo de la Industria de Semillas de 1992, para impedir la dispersión de “semillas falsificadas”, incluidas las semillas de maíz modificadas genéticamente [29]. Esto demuestra que el intercambio de semillas guardadas en las fincas, incluso de variedades transgénicas, prevalece entre las comunidades campesinas. En el caso del maíz RoundupReady de Monsanto, las semillas que circulan en los circuitos informales, son diez veces más baratas que las semillas compradas oficialmente [30].

El gobierno de Filipinas solicitó a UPOV que evaluara la conformidad de sus leyes con la convención de 1991, pero no ha habido otras acciones [31]. Mientras tanto, diversos estudios señalan que si UPOV 91 fuera impuesta en las Filipinas, los campesinos podrían perder sus saberes sobre las semillas y su capacidad para enfrentar la crisis climática [32]

Tailandia

Tailandia adoptó una ley de protección de las variedades vegetales en 1999 para cumplir con la OMC. La ley se diseñó a partir de la UPOV, pero deja más libertad para los agricultores. Se les permite resembrar semillas de variedades protegidas que se guarden de una temporada a otra, pero solamente en sus propias tierras. Esto significa que no se permite ningún intercambio o venta. Para algunos cultivos, hay una limitación en la cantidad de semillas que se puede resembrar. Y existe una regla: que los fitomejoradores deben compartir las ganancias con la fundación Plant Varieties Protection Fund, operada por el Estado [33]. Se dice que la ley permitió a la multinacional tailandesa Charoen Pokphand, junto con las corporaciones globales de semillas como Monsanto, Cargill y Pioneer, ganar control sobre el mercado, en particular sobre las semillas de maíz, pero también de otros cultivos anuales [34].

Pese al creciente control corporativo, muchos campesinos y grupos campesinos son capaces de producir semillas de arroz y maíz de buena calidad para su propio uso y para sus colectivos. Algunos agricultores han creado empresas de semillas comunitarias. Un movimiento llamado “Freedom Seeds”, creado en 2011 por la Red de Agricultura Alternativa [Alternative Agriculture Network], es capaz de producir 100 toneladas anuales de variedades de arroz jazmín y tradicional [35]. Cada año, antes de que comience la temporada de siembra del arroz, Freedom Seeds lleva a cabo un intercambio de semillas de manera que los campesinos puedan comprar, vender o intercambiar semillas. Otra empresa comunitaria de semillas, Praaw Farmer Seeds Enterprises, creada hace 20 años por un agricultor en Chiang Mai, es capaz de producir híbridos de maíz de alto rendimiento que actualmente tienen un 10% del mercado de semillas de maíz [36]. Estas empresas de semillas comunitarias han mostrado que las comunidades pueden obtener valor de sus habilidades como agricultores. La producción de semillas es una buena oportunidad para la diversificación de los ingresos en las áreas rurales.

En 2017, el Departamento de Agricultura de Tailandia propuso silenciosamente una modificación a la ley de 1999 para alinearse con UPOV 91, luego de intentos anteriores sin éxito, debido a la fuerte oposición. De acuerdo a BioThai y Alternative Agriculture Network, el borrador del proyecto de ley podría violar los derechos campesinos y aumentar el control monopólico por parte de las compañías de semillas, porque podría extender la duración de la protección para las nuevas variedades, del plazo actual de 12-17 años a 20-25 años. También podría abolir el artículo que permite a la gente resembrar semillas protegidas en su propia finca, lo que podría imponer penas criminales a la infracción [37]. La enmienda de borrador también eximiría del requisito de compartir ganancias de las nuevas variedades vegetales que no están basadas en material tailandés [38].

Hasta ahora el proyecto de ley no se ha aprobado. Aún hay mucho debate acerca de si esto dañará al campesinado y si llevará hacia un mercado de semillas monopólico en Tailandia [39].

Vietnam

Vietnam se unió a UPOV en 2006. Actualmente, es el niño símbolo para lo que UPOV quisiera alcanzar en Asia y, a menudo, es sede de intercambios para países como Tailandia e Indonesia que están tratando de armonizar sus leyes con UPOV.

Antes de unirse a UPOV, casi 100% del mejoramiento de semillas del país estaba en manos del sector público. Diez años después, la industria de semillas en Vietnam está altamente consolidada, con ocho compañías que dan cuenta de 80% del mercado del país. La mayoría son compañías semilleras transnacionales, como Syngenta, Monsanto y la japonesa Sakata [40]. Como resultado, los agricultores a pequeña escala enfrentan un no fácil desafío cuando tratan de distribuir su propia producción de semillas.

En el Delta del Mekong, donde está localizada la mitad de la producción de arroz del país, la mayoría del mejoramiento de semillas es realizado por pequeños agricultores. Los agricultores se organizan ellos mismos en lo que ellos llaman “clubes de semillas” para producir y distribuir semillas entre ellos mismos. En 2008, se vio que en el Delta había unos 300 clubes de semillas operados por agricultores, suministrando más del 16% de las semillas locales de arroz (mientras que solo el 3.5% proviene del sistema formal). Las semillas de las nuevas variedades de arroz producidas por los agricultores son más diversas, más baratas y ayudan a juntar ingresos para el sustento y les brindan habilidades [41]. Bajo la ordenanza de semillas de Vietnam de 2004, los agricultores que produzcan cultivos comestibles no necesitan certificación para distribuir o vender sus semillas, aunque tienen que garantizar, por sus propios medios, la calidad de las semillas. En consecuencia, en la práctica, los agricultores pueden mejorar y distribuir sus propias semillas, en tanto las semillas sean de buena calidad [42].

De acuerdo a la ONG vietnamita CENDI, a pesar de regulaciones más y más estrictas y del estatus de niño símbolo de la UPOV, los campesinos indígenas, especialmente quienes habitan en las montañas, aún practican las formas tradicionales de agricultura y tienen mucha más libertad para usar, guardar, intercambiar semillas entre ellos mismos, comparado con los agricultores de las tierras bajas, que están más expuestos a la agricultura industrial y bajo la fiscalización de la ley.

Conclusión

Estas experiencias en diferentes países asiáticos desmienten las afirmaciones sobre los beneficios socioeconómicos que implica pertenecer a UPOV. La UPOV compromete la libertad de los agricultores y campesinos en relación a sus semillas y consolida aún más la industria de las semillas. Siendo la guarda de semillas y la distribución informal de semillas una práctica todavía común entre muchas comunidades de Asia, unirse a UPOV 91 sería catastrófico, porque conduce a la criminalización de quienes laboran el campo simplemente por realizar sus prácticas cotidianas: guardar, mejorar y compartir semillas.

Proteger las semillas campesinas contra la privatización y el control monopólico de las corporaciones es una lucha continua, que es cada vez más difícil ante los varios acuerdos de libre comercio que imponen reglas de propiedad intelectual más estrictas. Quienes promocionan UPOV no están buscando otra cosa más que reemplazar las semillas campesinas por variedades comerciales uniformes.

Es absolutamente importante enfrentar los acuerdos comerciales y de inversión que presionan a los países de Asia a unirse a UPOV o seguir sus reglas. La buena noticia es que la oposición a estos tratados crece día a día. Las batallas actuales muestran varias lecciones aprendidas. La más importante es que debemos unir las manos entre los movimientos campesinos, de comunidades indígenas y activistas de derechos alimentarios junto con otros sectores para detener la corporativización y retomar el control sobre nuestras semillas y cultivos.

Notas:[1] Jingzhong Ye and Lu Pan, “Concepts and realities of family farming in Asia and the Pacific”, FAO, 2016,  www.fao.org/3/a-i5530e.pdf

[2] GRAIN, “La criminalización de las semillas campesinas – resistencias y luchas”, abril de 2015.  https://www.grain.org/es/article/5143-la-criminalizacion-de-las-semillas-campesinas-resistencias-y-luchas

[3] Para una revisión de las conversaciones comerciales que imponen a la UPOV, ver GRAIN, “Trade agreements privatising biodiversity outside the WTO: 2018 update”, agosto de 2018, https://www.grain.org/e/6030.

[4] Véase GRAIN, “New mega-treaty in the pipeline: what does RCEP mean for farmers’ seeds in Asia?”, marzo de 2016, https://www.grain.org/e/5405

[5] IPWatch, “Asian NGOs raise concern over IP and seeds in RCEP trade deal”, febrero de 2019, https://www.ip-watch.org/2019/02/26/asian-ngos-raise-concern-ip-seeds-rcep-trade-deal/

[6] Zhu Zhenyan, “Some Important Provisions in China’s Revised Seed Law”, TWN Info Service on Intellectual Property Issues, 4 marzo 2016. http://www.twn.my/title2/intellectual_property/info.service/2016/ip160302.htm

[7] Yangkun Hou, “Protecting new plant varieties in China and its major problems”, 7 de septiembre de 2019. https://link.springer.com/chapter/10.1007/978-981-13-8102-7_14#:~:targetText=Based%20on%20China's%20abundant%20plant,further%20development%20of%20breeding%20work.

[8] “China citizens protest ChemChina-Syngenta deal amid GMO worries”, Reuters, 8 de abril de 2016, https://www.reuters.com/article/us-china-gmo-protests/china-citizens-protest-chemchina-syngenta-deal-amid-gmo-worries-idUSKCN0X50MA

[9] Shiyu Gu, “How to Improve the Chinese Plant Variety Protection (PVP) Legislation System During the Transition Period Towards the UPOV 1991 Act?”, Informe de Tesis de Master, Universidad y Centro de Investigación de Wageningen, 22 de mayo de 2017, https://edepot.wur.nl/416375

[10] Siyuan XU, ”State-driven Marketization: a preliminary review of China’s seed governance and marketization history”, 5a Conferencia International del Initiative for Critical Agrarian Studies de BRICS, octubre de 2017. https://www.iss.nl/sites/corporate/files/2017-11/BICAS%20CP%205-54%20Xu%20S.pdf

[11] A Guide to Protecting New Variety Rights in China, BUREN China Law Offices, noviembre de 2018, https://www.burenlegal.com/sites/default/files/usercontent/content-files/NVPR_online_final_compressed.pdf

[12] “China may strengthen criminal punishment to protect seed IP”, 23 de febrero de 2018. http://www.xinhuanet.com/english/2018-02/23/c_136994543.htm

[13] Ver https://twitter.com/vsgupov

[14] Ver GRAIN, “La iniciativa de la Franja y la Ruta: las empresas chinas de agronegocios se globalizan”, febrero de 2019. https://grain.org/es/article/6159-la-iniciativa-de-la-franja-y-la-ruta-las-empresas-chinas-de-agronegocios-se-globalizan

[15] Gobierno de India, Departmento de Agricultura, “Draft Seed Bill for public comment”, 2019. http://agricoop.nic.in/recentinitiatives/draft-seeds-bill-public-comments

[16] Comunicación personal con el doctor Efrizal Jamal, director del organism de protección de variedades vegetales de Indonesia, julio 2019.

[17] EFTA, “Annex XVII referred to in article 5 protection of intellectual property”, 2018. https://www.efta.int/sites/default/files/documents/legal-texts/free-trade-relations/indonesia/efta-indonesia-annex17-intellectual-property-rights.pdf

[18] Foro EAPVP, “Introduction to the East Asia Plant Variety Protection Forum” http://eapvp.org/about/

[19] EU IP key Southeast Asia, https://ipkey.eu/en/south-east-asia

[20] Indonesian Human Rights Committee for Social Justice, “Our seed, our sovereignty-seed law victory in Indonesia”, 2013. https://www.grain.org/en/article/4774-our-seed-our-sovereignty-seed-law-victory-in-indonesia

[21] Ibid.

[22] Gisela Swaragita, “Farmer arrested for producing, selling unreleased rice seed variety”, 2019. https://www.thejakartapost.com/news/2019/07/27/farmer-arrested-for-producing-selling-unreleased-rice-seed-variety.html

[23] Departmento de Agricultura de Malasia, “New developments on PVP in Malaysia”, octubre 2012.  https://www.yumpu.com/en/document/read/37894525/pvp-in-malaysiapdf-the-east-asia-plant-variety-protection-forum

[24] Zanariah Abd Mutalib, “21 NGO bantah Malaysia sertai Konvensyen UPOV 1991”, septiembre de 2019. https://www.bharian.com.my/berita/nasional/2019/09/610836/21-ngo-bantah-malaysia-sertai-konvensyen-upov-1991

[25] Memorando de ‘Malaysia civil society and farmer groups’ sobre RCEP y la protección de variedades vegetales, febrero de 2019.  https://www.ip-watch.org/weblog/wp-content/uploads/2019/02/Malaysia-Memo-of-CSOs-And-Farmers-Groups-No-UPOV-In-RCEP.pdf

[26] Public Eye, “Owning seed, accessing food - A human rights impact assessment of UPOV 1991 based on case studies in Kenya, Peru and the Philippines”, 2014.  https://www.publiceye.ch/fileadmin/doc/Saatgut/2014_Public_Eye_Owning_Seed_-_Accessing_Food_Report.pdf

[27] Ibid.

[28] MASIPAG, ‘Amidst crisis farmer scientist group launch climate resilient rice varieties’, 2019.  http://masipag.org/2019/09/amidst-crisis-farmer-scientist-group-launch-climate-resilient-rice-varieties/

[29] Jasper Arcalas, ‘Flaw in law threatens to slow seeds sector’s success’, Business Mirror, junio 2018. https://businessmirror.com.ph/2018/06/06/flaw-in-law-threatens-to-slow-seeds-sectors-success/

[30] Public Eye, “Owning seed, accessing food - A human rights impact assessment of UPOV 1991 based on case studies in Kenya, Peru and the Philippines”, 2014. https://www.publiceye.ch/fileadmin/doc/Saatgut/2014_Public_Eye_Owning_Seed_-_Accessing_Food_Report.pdf#page=1&zoom=auto,-158,449

[31] Pusat Perlindungan Varietas Tanaman dan Perizinan Pertanian, Kementrian Pertanian Indonesia, ‘Perkembangan negara anggota EAPVP’, 2018.  http://pvtpp.setjen.pertanian.go.id/cms/wp-content/uploads/2018/01/Perkembangan-Negara-Anggota-EAPVP-Forum-Indirawati-Sintya-D-SS-MA.pdf

[32] CIDSE, “Resilient communities: The story of Masipag”, noviembre de 2016,  https://www.cidse.org/2016/11/18/resilient-communities-the-story-of-masipag/

[33] USDA FAS. “Thai Plant Variety Protection Act Amendment Update”, noviembre de 2017.  https://gain.fas.usda.gov/Recent%20GAIN%20Publications/Thai%20Plant%20Variety%20Protection%20Act%20Amendment%20Update_Bangkok_Thailand_11-2-2017.pdf

[34] Kingkorn Narintarakul, “Thailand’s freedom seeds network: Can Jack face the giant?”, Mekong Commons, 2015.  http://www.mekongcommons.org/thailands-freedom-seeds-network-can-jack-face-giant/

[35] Ibid. Comunicación personal con la Red de Agricultura Alternativa [Alternative Agriculture Network]

[36] Ibid.

[37] Biothai, “Will collecting seeds for replanting be made a crime?”, octubre de 2017, https://www.biothai.org/node/1428

[38] USDA FAS. “Thai Plant Variety Protection Act Amendment Update”, noviembre de 2017. https://gain.fas.usda.gov/Recent%20GAIN%20Publications/Thai%20Plant%20Variety%20Protection%20Act%20Amendment%20Update_Bangkok_Thailand_11-2-2017.pdf

[39] The Nation, “Amended plant protection act ‘must take care of farmers’”, julio de 2019. https://www.nationthailand.com/news/30372158

[40] Mordor Intelligence, “Seed sector analysis – Vietnam industry, growth, trends, and forecast (2019-2024)”, 2018. https://www.mordorintelligence.com/industry-reports/seed-sector-analysis-vietnam-industry

[41] Huynh Quang Tin, Nguyen Hong Cuc, Tran Thanh Be, Normita Ignacio & Trygve Berg, “Impacts of seed clubs in ensuring local seed systems in the Mekong Delta, Vietnam”, Journal of Sustainable Agriculture, 2011.

[42] Bert Visser, The impact of national seed laws on the functioning of small-scale seed system. A Country Case Study, Oxfam Novib, mayo 2017.  https://www.sdhsprogram.org/assets/wbb-publications/770/Seedlawstudy_Bert%20Visser.pdf

Fuente: GRAIN

Temas: Derechos de propiedad intelectual, Semillas, TLC y Tratados de inversión

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