Javier Rico

Decenas de razas de ganado, como la vizcaína vaca monchina o la gallina pinta pinta asturiana, y miles de variedades de plantas cultivadas se pierden cada año en todo el mundo. Esta merma genética afecta a la base de nuestra alimentación y empobrece la diversidad natural y cultural de nuestros campos. Hay cosas que difícilmente volverán. Un daño a la diversidad y a la alimentación.

Los sabores perdidos de la abuela

Crecen las dudas sobre su capacidad para reducir CO2 y los temores a sus efectos adversos - Reino Unido cuestiona los objetivos marcados por la UE

Los biocombustibles pierden la etiqueta ecológica