Bélgica: Firma contra despido de investigadora por participar en acción contra transgénicos

No expulsen a Barbara Van Dyck

Estamos sorprendidos por esta sanción que es absolutamente desproporcionada y que traspasa la legalidad laboral y el principio de libertad académica y libertad de expresión. Barbara Van Dyck tomo parte en la acción realizada en Wetteren durante su tiempo libre (era domingo) no durante su jornada de trabajo. Tampoco ha sido acusada de asaltar una propiedad privada sino de mostrar su solidaridad con los activistas y por apoyar públicamente sus acciones. Creemos que de ninguna manera son estas razones suficientes para que la Universidad la despida.

Con esta desproporcionada sanción, que recuerda a Berufsverbot, la Universidad conculca uno de sus más caros principios esencial en su tarea: la libertad académica. Nos gustaría recordar a las autoridades que la libertad académica no sólo implica la posibilidad de realizar una investigación independiente sino también la libertad personal del investigador para tomar una postura crítica ante ciertas tendencias y sectores de la sociedad. Esta libertad constituye la piedra angular de nuestra identidad académica (como dijo el mismo Rector en la conferencia de inauguración del curso académico del 2003[i]) y como se recoge también en las recomendaciones de la UNESCO : “ el profesorado universitario disfrutara de la debida libertad de pensamiento y conciencia…. No se les impedirá ejercer sus derechos civiles como ciudadanos incluyendo su derecho a contribuir al cambio social a través de la libertad de opinión (…) y tampoco sufrirán castigo alguno por ejercitar tales derechos. [ii]

La Universidad (de Leuven) conculca también uno de los derecho democráticos básicos de nuestra sociedad: la libertad de expresión. Al despedir a una de sus investigadoras por manifestar su apoyo a esta acción la Universidad de Leuven se incluye a sí misma en la nueva ola de criminalización del activismo o lo que es peor en la criminalización por simpatizar con el activismo. Barbara Van Dyck ha sido sancionada por mostrar abiertamente sus simpatías con el Frente de Liberación de los Campos no por sus hechos. No se tiene por qué estar de acuerdo con este objetivo o las tácticas de este tipo de acciones para reconocer su amplia relevancia social: ¿Qué entendemos por una agricultura justa y ecológicamente sostenible? ¿Cuál es el papel de los OGM en todo esto y cómo se reparten los presupuestos de investigación de una forma equitativa entre las diferentes opciones? Limitar el carácter de esta acción a una manifestación violenta es distraer la atención de un debate social cada vez más necesario. La presencia de científicos en ambos campos de la contienda prueba que tampoco dentro de la comunidad científica existe un consenso absoluto acerca de la necesidad y el valor de los transgénicos.

Por tanto pedimos a las autoridades universitarias que sigan confiando en el sentido crítico y el compromiso social de sus investigadores. Solicitamos que se replanteen esta expulsión. Hacemos una llamada al personal de la Universidad de Leuven y a la comunidad académica internacional para que muestre su disconformidad con esta expulsión considerando que este caso presenta ramificaciones que sobrepasan la situación individual de Barbara Van Dyck pues toca al futuro de la Ciencia (y sus conexiones con la Industria) así como también a los derechos fundamentales de libertad académica y libertad de expresión.

[i] Rector Oosterlinck Discurso Inaugural 2003-2004
[ii] Recommendation concerning the Status of Higher-Education Teaching Personnel, UNESCO, 11/11/97

Para obtener más información ir a http://threerottenpotatoes.wordpress.com/

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Fuente: Greenpeace Mexico