Brasil: discurso de apertura del V Congreso MST. Reforma Agraria: por justicia social y soberanía popular

Idioma Español-Portugués
País Brasil

"... Nuestro V Congreso tiene que ser un hito en la Historia de la clase trabajadora. Un hito contra el imperialismo, un hito contra las políticas neoliberales de este gobierno, un hito contra las transnacionales, un hito en la lucha por una legislación que límite el tamaño máximo de la propiedad... Un hito en la lucha y defensa de la Reforma Agraria como forma de democratizar la tierra, distribuir la renta, producir empleo y trabajo..."

Direccion Nacional

En nombre de la dirección nacional y de las familias del MST, saludo a los representantes de las entidades que integran la mesa, al mismo tiempo que reconocemos la importancia de la presencia de cada uno de Uds.y de sus entidades para la lucha de los trabajadores en Brasil.

Saludo a todas las entidades y organizaciones invitadas, a la delegación internacional de más de 28 países, en especial a las organizaciones de la Vía Campesina de los diversos continentes, a los amigos y amigas del MST, a los parlamentarios: senadores, diputados, alcaldes, concejales.

Saludo con respeto a toda la militancia por el coraje y dedicación, espíritu de sacrificio y responsabilidad para preparar nuestro Congreso en las bases, en los estados y aquí en el patio del gimnasio donde han construido la ciudad de los Sin Tierra.

Y de forma muy cariñosa, saludo a los casi 20 mil delegados, delegadas, a los más de mil Sin Tierritas, compañeros y compañeras, verdaderos héroes de esta nación, presentes en los 24 estados donde nuestro movimiento está organizado.

Este Congreso fue transferido algunas veces, por varios factores. Seguro, lo estamos realizando en el momento más oportuno de la Historia y de la correlación de fuerzas en América Latina.

Oportuno, porque estamos presenciando en todo el mundo la intervención del imperialismo a través de las guerras, de la invasión a países para disponer los recursos naturales, de los organismos internacionales como el Banco Mundial, BIRD y el FMI.

Oportuno, porque vivimos en Brasil, a través de la estructura del Estado burgués, la preservación de los privilegios y la defensa de los intereses de las elites, sea a través del poder Legislativo, Ejecutivo o Judicial.

Oportuno, porque vemos al gobierno brasileño, en su segundo mandato, mantener una política económica de continuidad, que sigue a la letra las reglas neoliberales, con altas tasas de interés, mantenimiento del superávit primario, con una política del cambio, monetaria y tributaria de estimulo a las exportaciones.

Un gobierno que hace reformas y proyectos que benefician al capital financiero internacional en detrimento de los derechos de los trabajadores conquistados históricamente a través de la lucha.

Constatamos como se prioriza a las transnacionales, incentivando la producción de monocultivos, la liberación y uso de transgénicos y herbicidas, la Reforma Agraria tratada como compensación social.

Oportuno, porque percibimos en Brasil una nueva fase del poder económico en el campo a través del agronegocio, organizado por el latifundio retrasado y por las empresas transnacionales, que quieren asegurar el control de nuestra agua, de los recursos naturales, de la biodiversidad, de las semillas y robar nuestra Amazonia, construyendo diques e implementando la transferencia del Río San Francisco. Y dejando a los brasileños sólo desempleo y miseria. Por ello, compañeros, nuestro V Congreso tiene que ser un hito en la Historia de la clase trabajadora. Un hito contra el imperialismo, un hito contra las políticas neoliberales de este gobierno, un hito contra las transnacionales, un hito en la lucha por una legislación que límite el tamaño máximo de la propiedad, un acierto en la orientación de Florestan Fernandes: en dejarse cooptar, en dejarse aplastar, obtener conquistas para el pueblo.

Un hito en la lucha y defensa de la Reforma Agraria como forma de democratizar la tierra, distribuir la renta, producir empleo y trabajo y combatir el calentamiento global provocado por el modelo de sociedad consumista, que no se preocupa con el agotamiento de los recursos naturales y sus consecuencias en la vida de la población. Y, sobre todo, un hito en la construcción de las luchas por la preservación y avance de los derechos conquistados por la clase trabajadora, en unidad, en la formación de militantes y lideres, en el impulso del nivel de consciencia y cultural del pueblo, en la defensa del medio ambiente.

Y, sobre todo un hito en la construcción de un instrumento de lucha que provoque el reascenso del movimiento de masas y posibilite un proyecto político, popular, revolucionario, que resuelva los problemas sociales del pueblo brasileño, de América Latina y del mundo.

En el mañana, ciertamente nuestro V Congreso será considerado como uno de los mayores eventos de campesinos de Brasil y del mundo. Este reconocimiento no será solamente por el número de trabajadores que reunimos, sino por la calidad de luchas, porque en estos casi 30 años de nuestra larga marcha de enfrentamiento y resistencia al latifundio y al capital, conquistamos y construimos mucho, superamos desafíos. Nuestra fuerza reside en el numero de personas organizadas, aprendemos que un pueblo organizado es como una muralla invencible.

Nuestra lucha creció y se multiplicó, nuestra organización se esparció y se enraizó por todo Brasil, proyectamos nuestras propuestas y nuestras ideas por toda América Latina y en varias partes del mundo, donde conquistamos amistades, fortalecimos la utopía colectiva de un mundo más justo. Cultivamos la solidaridad entre nosotros y con todos los pueblos en lucha en los 4 continentes.

Llegamos donde ni imaginábamos llegar al inicio de nuestra organización, construyendo la Escuela Nacional Florestan Fernandes, haciendo florecer escuelas en los campamentos y asentamientos esparcidos por nuestro país, emprendiendo la mayor lucha contra la ignorancia, derrumbando las cercas del latifundio del conocimiento. Tenemos nuestra campaña nacional en curso “Todos y Todas Sin Tierra estudiando”. Los frutos de ese incentivo al estudio es la propia realización de este Congreso. Vean: en el pasado, teníamos que contratar los artistas; hoy, tenemos la capacidad de pintar nuestro propio mural.

Todavía tenemos mucho que hacer, enfrentar muchos retos, pero ya podemos honrarnos en tener y estar formando nuestros propios médicos, pedagogos, agrónomos, abogados, administradores y la militancia en un alto grado de consciencia política e ideológica. Aprendemos que nadie es imprescindible, y que quien conduce la organización de masas es el colectivo.

En toda nuestra historia de enfrentamientos difíciles, sufrimos muchas bajas. Las armas de la ganancia y la violencia del latifundio, la codicia sin fin de los explotadores, la prepotencia de las oligarquías, la acción criminal y asesina de pistoleros y policías a su servicio, nos quitaron muchas vidas, de muchos que podrían estar aquí con nosotros hoy.

Los que cayeron se volvieron nuestros guías en la construcción del futuro; cultivamos su memoria con todo nuestro afecto y respeto, su sangre nos fortalece y nos da la certidumbre del triunfo que vendrá, como cantamos en nuestro Himno. Sin embargo, peor que la muerte física, el desafío que nos provoca y convoca a cerrar filas para enfrentarlo y derrotarlo definitivamente, es el desafío de la fragilidad ideológica de compañeros y compañeras de lucha. Nuestros enemigos saben que, más eficaz que la muerte para derrotarnos, sería la muerte de nuestros valores, la muerte de la creencia en nuestra profunda solidaridad, de nuestra dedicación integral en la construcción de un nuevo mundo para nuestros hijos e hijas y para las próximas generaciones. No tengamos dudas, pueden sacarnos todo, menos los valores socialistas y humanistas. El capitalismo y su ideología de culto al egoísmo y al dinero, de veneración de la propiedad privada, de la concentración de la tierra, de explotación del hombre por el hombre, sabe infiltrarse en los corazones y mentes.

Nadie es indemne ni los grandes referentes que tenemos en la lucha. Es en ese momento que empieza la derrota, y donde podemos debilitarnos colectivamente. Por ello, necesitamos reforzar nuestra firmeza ideológica. Es fundamental que comprendamos profundamente, con la cabeza y lo corazón, las razones mayores de nuestra lucha. Que sepamos asumir por entero nuestros sueños y valores humanos, cultivando nuestro espíritu para estar siempre a la altura de los desafíos, para afrontarlos y vencerlos, sin dejar brecha alguna al virus del capitalismo. Desde el punto de vista humanista y socialista, el MST ya es patrimonio de la humanidad, por ello tenemos que cuidarlo. Nuestro V Congreso también tiene que ser un hito para que continuemos venciendo esos desafíos, necesita ser un hito en el fortalecimiento del método revolucionario de dirección. Necesitamos fortalecer el espíritu de pertenencia, como Oziel Alves, joven de 17 años que entregó su vida defendiendo nuestros principios y la Reforma Agraria.

Es necesario fortalecer nuestro método de democracia y participación. Romper con el miedo de hablar, participar activamente de los procesos de toma de decisión. Garantizar que las mujeres y los jóvenes asuman cada vez más el mando de nuestra organización, fortaleciendo las instancias de decisión, respetando las decisiones tomadas por los colectivos y aprender con las lecciones de otras organizaciones que existieron antes de nosotros.

Necesitamos avanzar para organizar el lugar de la infancia en el MST, pensarla como sujeto de derecho, como vive en los asentamientos, como estudia y como la comunidad va a asumir el proceso de formación de los Sin Tierrita. A través de la educación, en las guarderías y en las escuelas, se da la formación de estos pequeños: es lo que los hará desde temprano formar la consciencia de pertenencia a la organización de la clase trabajadora. El futuro del MST depende de lo que hacemos hoy con nuestra niñez. Nos enseñó Mao Tse Tung: “si tenemos un proyecto para un año, sembremos cereales. Si tenemos proyectos para dos años, plantemos árboles, pero si nuestro proyecto es para toda la vida, debemos educar y formar a las personas”.

Necesitamos, sobre todo, cuidar y valorizar nuestro mayor patrimonio, que es nuestra MILITANCIA. Esta militancia, incluso con todas las dificultades y problemas, hace que el MST exista, cuida y construye la base de sustentación del Movimiento, que es la unidad, la disciplina y la participación.

Por lo tanto, cuanto más numerosos seamos, hombres y mujeres de Brasil y del mundo, más brillante, más irreversible y más fecunda será la conquista. Cuánto más cualidades humanas, más valores humanos tendrán nuestras acciones, nuestras actitudes y nuestra revolucionaria acción colectiva, tanto mayor y tanto más cercana estará nuestra victoria.

Sin embargo, la lucha de los trabajadores es internacional, no haremos la revolución aisladamente, es la suma de todas las luchas y la acumulación de fuerzas que nos hará vencer. Por ello, las victorias electorales ocurridas en varios países de América Latina significan el inicio de la derrota del proyecto de las elites y de los organismos internacionales que pregonan el ajuste fiscal y la disminución del papel del Estado. La elección de estos gobiernos es de fundamental importancia para la reorganización política, social y económica de estos países. A los movimientos sociales, cabe el papel de fortalecer sus organizaciones y la lucha, para que estas victorias electorales se vuelvan acumulación para la clase trabajadora. Y que en la disputa de proyecto con la burguesía no se pierda el rumbo de los cambios necesarios a ser realizados, sin perder la autonomía política frente a los partidos y los gobiernos.

A pesar de estas victorias electorales, no podemos dejar de hablar del papel nefasto que los mass media conservadores están cumpliendo en todos los países. Con miedo de perder poder, manipula las informaciones en el intento de construir hegemonía alrededor de su proyecto de sociedad. Por ello, demostramos toda nuestra solidaridad al gobierno y al pueblo de Venezuela por el coraje en la lucha por la democratización de los medios de comunicación, sin la cual nunca tendremos verdaderas democracias en América Latina.

En Brasil, los mass media son tan serviles que todos los días intenta criminalizar a los movimientos; pero no lo consiguen, porque los movimientos sociales están enraizados en el conjunto de la sociedad. No conoce nuestra organización, nuestro modelo de agricultura basado en los principios de la agroecología, nuestra forma de producción. No reconoce nuestra organización, nuestro proyecto de educación y participación. Nos llaman revolucionarios como forma de encuadrarnos en un mero recurso de lenguaje, como si el modelo de sociedad que defendemos significase retraso y retroceso en la llamada modernidad.

Nosotros no debemos tener miedo de ser llamados revolucionarios, porque gracias a nuestra lucha y organización estamos viendo que miles de personas que antes pasaban hambre, hoy se alimentan con abundancia todos los días. Estamos viendo cientos de personas que eran analfabetas, que nunca habían tenido la oportunidad de sentarse en un banco de escuela, hoy leyendo, escribiendo, y muchos de nosotros frecuentando la universidad.

Estamos viendo personas que ya estaban en un gran nivel de degradación social, hoy con los valores del amor, de la solidaridad, de la cooperación, del cuidado son gente con dignidad. Todo eso es revolucionario!!!!!!!! Continuemos luchando y cantando, como dice el poeta: sólo es cantarín quien trae en el pecho el olor y la color de su tierra, la marca de sangre de sus muertos y la certidumbre de lucha de sus vivos!

Por ello, en nombre de los grandes luchadores e ideólogos del socialismo en el mundo como Karl Marx y Rosa Luxemburgo

- En nombre de los luchadores del socialismo y de la revolución en América Latina, como Che Guevara y Aidê Santamaria. En nombre de los grandes estudiosos, pensadores y socialistas brasileños como Josué de Castro, Madre Cristina, y Paulo Freire.

- En nombre de los poetas, negros y revolucionarios brasileños como Maria Carolina de Jesús y Mario Lago.

- En nombre de aquellos que plantaron nuestra semilla como las Ligas Campesinas, Contestado y Canudos. En nombre de los mártires de la lucha por la tierra como la Hna. Doroty y Teixerinha.

- En nombre de todos los movimientos que componen la Vía Campesina Brasil,

- Y en nombre de la Dirección Nacional y de las familias del MST, con mucho amor, con mucha alegría y con mucha esperanza de la construcción de la Reforma Agraria: por justicia social y soberanía popular, declaro abierto el V Congreso nacional del MST!!!!!!!!

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Portugues

Discurso de abertura

Reforma Agrária: por justiça social e soberania popular

Direção Nacional

Em nome da direção nacional e das famílias do MST, saúdo os representantes das entidades que compõem a mesa, ao mesmo em tempo em que reconhecemos a importância da presença de cada um de vocês e de suas entidades para a luta dos trabalhadores no Brasil.

Cumprimento todas as entidades e organizações convidadas, a delegação internacional de mais de 28 países, em especial as organizações da Via Campesina dos diversos continentes, os amigos e amigas do MST, os parlamentares: senadores, deputados, prefeitos, vereadores.

Cumprimento com respeito toda a militância pela garra, dedicação, espírito de sacrifício e responsabilidade em preparar o nosso Congresso nas bases, nos estados e aqui no pátio do ginásio onde construíram a cidade dos Sem Terra.

E de forma muito carinhosa, cumprimento os quase 20 mil delegados, delegadas, os mais de mil Sem Terrinha, companheiros e companheiras, verdadeiros heróis dessa nação, presentes dos 24 estados onde nosso movimento está organizado.

Este Congresso foi transferido algumas vezes, por vários fatores. Com certeza, estamos realizando no momento mais oportuno da História e da correlação de forças na América Latina.

Oportuno, porque estamos presenciando em todo o mundo a intervenção do imperialismo através das guerras, da invasão em países para disputar os recursos naturais, dos organismos internacionais como o Banco Mundial, o BIRD e o FMI.

Oportuno, porque vivenciamos no Brasil, através da estrutura do Estado burguês, a manutenção dos privilégios e a defesa dos interesses das elites, seja através do Legislativo, Executivo ou do Judiciário.

Oportuno, porque presenciamos o governo brasileiro, em seu segundo mandato, manter uma política econômica de continuidade, que segue à risca as regras neoliberais, com altas taxas de juros, manutenção do superávit primário, com uma política cambial, monetária e tributária de estimulo às exportações.

Um governo que faz reformas e projetos que beneficiam o capital financeiro internacional em detrimento dos direitos dos trabalhadores conquistados historicamente através da luta.

Assistimos serem priorizadas as transnacionais, incentivando a produção de monocultivos, a liberação e uso de transgênicos e agrotóxicos, a Reforma Agrária tratada como compensação social.

Oportuno, porque percebemos no Brasil uma nova fase do poder econômico no campo através do agronegócio, organizado pelo latifúndio atrasado e pelas empresas transnacionais, que querem assegurar o controle de nossa água, dos recursos naturais, da biodiversidade, das sementes e roubar a nossa Amazônia, construindo barragens e implementando a transposição do Rio São Francisco. E deixando para os brasileiros apenas o desemprego e a miséria.

Por isso, companheirada, nosso V Congresso tem que ser um marco na História da classe trabalhadora. Um marco contra o imperialismo, um marco contra as políticas neoliberais desse governo, um marco contra as transnacionais, um marco na luta por uma legislação que limite o tamanho máximo da propriedade, uma certeza na orientação de Florestan Fernandes: não se deixar cooptar, não se deixar esmagar, obter conquistas para o povo.

Um marco na luta e defesa da Reforma Agrária como forma de democratizar a terra, distribuir renda, produzir emprego e trabalho e combater o aquecimento global provocado pelo modelo de sociedade consumista, que não se preocupa com o término dos recursos naturais e suas conseqüências na vida da população. E, principalmente, um marco na construção das lutas pela manutenção e avanço dos direitos conquistados pela classe trabalhadora, na unidade, na formação de militantes e lideranças, na elevação do nível de consciência e cultural do povo, na defesa do meio ambiente.

E, sobretudo um marco na construção de um instrumento de luta que provoque o reascenso do movimento de massas e possibilite um projeto político, popular, revolucionário, que resolva os problemas sociais do povo brasileiro, da América Latina e do mundo.

No amanhã, certamente nosso V Congresso será considerado um dos maiores eventos de camponeses do Brasil e do mundo. Este reconhecimento não será somente pelo número de trabalhadores que reunimos, mas pela qualidade de lutas, porque nesses quase 30 anos de nossa longa marcha de enfrentamento e resistência ao latifúndio e ao capital, conquistamos e construímos muito, superamos desafios. Nossa força reside no numero de pessoas organizadas, aprendemos que um povo organizado é como uma muralha invencível.

Nossa luta cresceu e se multiplicou, nossa organização se espalhou e se enraizou por todo o Brasil, projetamos nossas propostas e nossas idéias por toda a América Latina e em várias partes do mundo, onde conquistamos amizades, fortalecemos a utopia coletiva de um mundo mais justo. Cultivamos a solidariedade entre nós e com todos os povos em luta nos 4 continentes.

Chegamos onde nem imaginávamos chegar no início de nossa organização, construindo a Escola Nacional Florestan Fernandes, fazendo florescer escolas nos acampamentos e assentamentos espalhados pelo nosso país, empreendendo a luta maior contra a ignorância, derrubando as cercas do latifúndio do conhecimento. Temos nossa campanha nacional em andamento “Todos e Todas Sem Terra estudando”.

Os frutos desse incentivo ao estudo é a própria realização desse Congresso. Vejam: no passado, tínhamos que contratar os artistas; hoje, temos a capacidade de pintar nosso próprio painel.

Ainda temos muito o que fazer, enfrentar muitos desafios, mas já podemos nos honrar em ter e estar formando nossos próprios médicos, pedagogos, agrônomos, advogados, administradores e a militância num alto grau de consciência política e ideológica. Aprendemos que ninguém é imprescindível, e que quem conduz a organização de massa é o coletivo.

Em toda nossa história de enfrentamentos difíceis, sofremos muitas baixas. As armas da ganância e a violência do latifúndio, a cobiça sem fim dos exploradores, a prepotência das oligarquias, a ação criminosa e assassina dos jagunços e policiais a seu serviço, nos tiraram muitas vidas, de muitos que poderiam estar aqui conosco hoje.

Os que caíram se tornaram nossos guias na construção do futuro; cultivamos sua memória com todo nosso afeto e respeito, seu sangue nos fortalece e nos dá a certeza do triunfo que virá, como cantamos em nosso Hino.

No entanto, pior que a morte física, o desafio que nos provoca e convoca a cerrar fileiras para enfrentá-lo e derrotá-lo definitivamente, é o desafio da fragilidade ideológica de companheiros e companheiras de luta. Nossos inimigos sabem que, mais eficaz do que a morte para nos derrotar, seria a morte de nossos valores, a morte da crença na nossa profunda solidariedade, da nossa dedicação integral na construção de um novo mundo para nossos filhos e filhas e para as próximas gerações. Não tenhamos dúvidas, podem nos tirar tudo, menos os valores socialistas e humanistas.

O capitalismo e sua ideologia de culto ao egoísmo e ao dinheiro, de veneração da propriedade privada, da concentração da terra, de exploração do homem pelo homem, sabe se infiltrar nos corações e mentes.

Ninguém é imune nem às grandes referências que temos na luta. É neste momento que começa a derrota, companheirada, e onde podemos nos enfraquecer coletivamente. Por isso, precisamos reforçar nossa firmeza ideológica.

É fundamental compreendermos profundamente, com a cabeça e o coração, as razões maiores de nossa luta. Que saibamos assumir por inteiro nossos sonhos e valores humanos, cultivando nosso espírito para estar sempre à altura dos desafios, para enfrentá-los e vencê-los, não deixando nenhuma brecha para o vírus do capitalismo. Do ponto de vista humanista e socialista, o MST já é patrimônio da humanidade, por isso temos que cuidar.

Nosso V Congresso também tem que ser um marco para continuarmos vencendo esses desafios, precisa ser um marco no fortalecimento do método revolucionário de direção. Precisamos fortalecer o espírito de pertença, como Oziel Alves, jovem de 17 anos que entregou sua vida defendendo nossos princípios e a Reforma Agrária.

É necessário fortalecer nosso método de democracia e participação. Romper com o medo de falar, participar ativamente dos processos de tomadas de decisão. Garantir que as mulheres e os jovens assumam cada vez mais o comando de nossa organização, fortalecendo as instâncias de decisão, respeitando as decisões tomadas pelos coletivos e aprender com as lições de outras organizações que existiram antes de nós.

Precisamos avançar em organizar o lugar da infância no MST, pensá-las como sujeitos de direito, como vivem nos assentamentos, como estudam e como a comunidade vai assumir o processo de formação dos Sem Terrinha. Através da educação, nas cirandas e nas escolas, acontece a formação destes pequenos: é o que os fará desde cedo formar consciência de pertença à organização da classe trabalhadora. O futuro do MST depende do que fazemos hoje com nossas crianças. Nos ensinou Mao Tse Tung: “se temos um projeto para um ano, semeamos cereais. Se temos projetos para dois anos, plantamos árvores, mas se nosso projeto é para a vida toda, devemos educar e formar as pessoas”.

Precisamos, sobretudo, cuidar e valorizar o nosso maior patrimônio, que é a nossa MILITÂNCIA. Esta militância, mesmo com todas as dificuldades e problemas, faz o MST acontecer, cuida e constrói a base de sustentação do Movimento, que é a unidade, a disciplina e a participação.

Portanto, quanto mais numerosos formos, homens e mulheres do Brasil e do mundo, mais brilhante, mais irreversível e mais fecunda será a conquista. Quanto mais qualidades humanas, mais humanos valores tiverem nossas ações, nossas atitudes e nossa revolucionária ação coletiva, tanto maior e tanto mais próxima estará a nossa vitória.

No entanto, a luta dos trabalhadores é internacional, não faremos a revolução isoladamente, é a soma de todas as lutas e o acúmulo de forças que nos fará vencer. Por isso, as vitórias eleitorais ocorridas em vários países da América Latina significam o início da derrota do projeto das elites e dos organismos internacionais que pregam o ajuste fiscal e a diminuição do papel do Estado. A eleição destes governos é de fundamental importância para a reorganização política, social e econômica destes países.

Aos movimentos sociais, cabe o papel de fortalecer suas organizações e a luta, para que estas vitórias eleitorais tornem-se acúmulo para a classe trabalhadora. E que na disputa de projeto com a burguesia não se perca o rumo das mudanças necessárias a serem feitas, não perdendo sua autonomia política frente aos partidos e os governos.

Em que pesem estas vitórias eleitorais, não podemos deixar de falar do papel nefasto que a mídia conservadora tem cumprido em todos os países. Com medo de perder poder, manipula as informações na tentativa de construir hegemonia em torno de seu projeto de sociedade. Por isso, demonstramos toda nossa solidariedade ao governo e ao povo da Venezuela pela coragem na luta pela democratização dos meios de comunicação, sem a qual nunca teremos verdadeiras democracias na América Latina.

No Brasil, a mídia é tão servil que todos os dias tenta criminalizar os movimentos; mas não consegue, porque os movimentos sociais estão enraizados no conjunto da sociedade.

Não conhece nossa organização, nosso modelo de agricultura baseado nos princípios da agroecologia, nossa forma de produção. Não reconhece nossa organização, nosso projeto de educação e participação. Nos chamam de revolucionários como forma de nos enquadrar em um mero recurso de linguagem, como se o modelo de sociedade que defendemos significasse atraso e retrocesso na chamada modernidade.

Nós não devemos ter medo de ser chamados de revolucionários, porque graças à nossa luta e organização estamos vendo milhares de pessoas que antes passavam fome, hoje se alimentarem com fartura todos os dias. Estamos vendo centenas de pessoas que eram analfabetas, que nunca tiveram a oportunidade de sentar num banco de escola, hoje lendo, escrevendo, e muitos de nós freqüentando a universidade.

Estamos vendo pessoas que já estavam em um grande nível de degradação social, hoje com os valores do amor, da solidariedade, da cooperação, do cuidado. Gente com dignidade. Tudo isso é revolucionário!!!!!!!!

Continuemos lutando e cantando, como diz o poeta: só é cantador quem traz no peito o cheiro e a cor de sua terra, a marca de sangue de seus mortos e a certeza de luta de seus vivos!

Por isso, em nome dos grandes lutadores e ideólogos do socialismo no mundo como Karl Marx e Rosa Luxemburgo

- Em nome dos lutadores do socialismo e da revolução na América Latina, como Che Guevara e Aidê Santamaria.

- Em nome dos grandes estudiosos, pensadores e socialistas brasileiros como Josué de Castro, Madre Cristina, e Paulo Freire.

- Em nome dos poetas, negros e revolucionários brasileiros como Maria Carolina de Jesus e Mario Lago.

- Em nome daqueles que plantaram a nossa semente como as Ligas Camponesas, Contestado e Canudos.

- Em nome dos mártires da luta pela terra como Ir. Doroty e Teixerinha.

- Em nome de todos os movimentos que compõem a Via Campesina Brasil,

- E em nome da direção Nacional e das famílias do MST, com muito amor, com muita alegria e com muita esperança da construção da Reforma Agrária: por justiça social e soberania popular, declaro aberto o V Congresso nacional do MST!!!!!!!!

Fuente: Minga Informativa de Movimientos Sociales

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