Colombia: minería y monocultivos, un ejemplo de extractivismo y acaparamiento

Idioma Español
País Colombia

Con las “Locomotoras minero-energética y agroindustrial” del actual Gobierno, que no es otra cosa que un nuevo impulso a las políticas económicas neoliberales de los anteriores mandatarios, se ha impuesto de nuevo el termino extractivismo, muy usado desde la década de los 50’s en estas latitudes “subdesarrolladas” y, junto a él, se posiciona el termino de acaparamiento, que se nutre del extractivismo; estas páginas se proponen exponer conceptualmente cada termino y concatenarlo con su expresión en nuestros territorios colombianos.

Del Extractivismo

Para comenzar, es necesario tener presente algunos antecedentes del concepto extractivismo, este “es un término empleado por los economistas por lo menos desde la década de 1950, pero se volvió muy popular en los países del sur al ser utilizado por agencias de desarrollo como el Banco Mundial”1, en efecto, ha sido usado principalmente para denominar actividades mineras y petroleras destinadas, es su mayor parte, a la exportación. También es común el uso de éste término para referirse a las “industrias extractivas” lo cual nos lleva a aclarar que el extractivismo no es una industria ni genera un enlazamiento productivo, como lo argumentan las empresas y los gobiernos que lo imponen, y tampoco es una industria o generador de ella, por la sencilla razón que en el proceso de extracción del mineral o el hidrocarburo no se realiza ninguna transformación del mismo más allá de la estrictamente necesaria para su posterior exportación.

Por otra parte, se hace necesario mencionar que el extractivismo conlleva a la generación de economías de enclave, entendemos por economías de enclave aquellas que se localizan en determinadas regiones, explotando intensamente un solo producto mientras dura la demanda del mercado, utilizando mano de obra explotada y barata. Al finalizar la demanda deja poco o nulo provecho para el país donde se desarrolla, pues no existe reinversión ni diversificación de la economía, ni genera un mercado regional de producción y consumo. Las ganancias contribuyen al crecimiento de las fortunas personales de los productores, mientras el Estado tiene escasa o ninguna intervención más allá de la captación de ingresos fiscales, este término se ha usado para denominar diversos tipos de actividades extractivas, asociadas, en su mayor parte, a la explotación de bienes de la naturaleza (agua, petróleo, minerales, monocultivos, entre otros). “Por lo tanto, el extractivismo es aquí definido como un tipo de extracción de recursos naturales, en gran volumen o alta intensidad, y que están orientados esencialmente a ser exportados como materias primas sin procesar, o con un procesamiento mínimo”2.

Del Acaparamiento

El termino acaparamiento, muy similar al de acumulación, hace referencia a la apropiación, de manera legal o no, pacifica o violenta de grandes extensiones de tierra destinadas, en su mayoría, a la plantación de monocultivos, pero, al referirnos a acaparamiento, muy probablemente lo primero que se nos viene a la cabeza, además de la locomotora agroindustrial es la maniobra ilegal3 ejecutada por empresas nacionales como Riopaila S.A y extranjeras como Mónica Semillas (Brasil) y Cargill (Estados Unidos) asesoradas por la oficina de abogados “Brigard & Urrutia” despojaron a la Nación y a gran cantidad de campesinos/as de una inmensa porción de territorios4 baldíos en la altillanura colombiana como lo denunció la Revista Semana5, hecho que le costó el puesto al hasta entonces embajador de Colombia en Estados Unidos, Carlos Urrutia.

Pero, ¿qué tiene la altillanura que cautiva a los nuevos llaneros? Sencillo, vastas extensiones de tierra que, pese a tener un PH ácido, con un tratamiento a base de cal, como se hizo en grandes extensiones de tierra deforestada en la amazonia brasilera por el gobierno de ese país, se convierte en fértiles campos dispuestos para la siembra de monocultivos extractivos y ecocidas entre los que están la palma africana, el maíz, la soya, el caucho y las plantaciones forestales. Además de los daños ambientales causados por la intensidad de las plantaciones (cultivos no rotativos), la utilización de grandes cantidades de agrotóxicos y de incalculables cantidades de agua, está presente el triste panorama de los campesinos/as y pequeños/as propietarios/as que ven como el Estado, con sus políticas neoliberales, poco a poco los expulsa de sus tierras y los obliga a convertirse en campesinos proletarios mediante la figura de las “alianzas estratégicas”, obligando al campesino a arrendar su parcela a cambio de trabajar para el empresario de turno, así mismo, surge la problemática generada por la aumento exponencial del valor de los predios ubicados en territorios del Meta y el Vichada primordialmente.

Pese a esto, el gobierno de la “prosperidad para todos/as” expidió un CONPES para invertir 9,6 billones de pesos6 destinado, principalmente, a la construcción de vías que permitirán el continuo desangre de nuestras riquezas.

¿Y la Minería?

Luego de lo anterior se hace evidente la relación entre el extractivismo y la locomotora minero energética de la “Prosperidad para Todos/as” ya que ésta, no es más que la expresión salvaje y rampante de lo anteriormente expuesto. El extractivismo, la expoliación y los ecocidios generados por la política santista se materializan en los casi 10 mil títulos mineros7 que hoy hacen mella en nuestros territorios generando todo tipo de conflictos y daños socio ambientales, “la proliferación de emprendimientos extractivos se ha vuelto uno de los principales factores de presión sobre los ecosistemas latinoamericanos, sea por contaminación de suelos, aguas y aire, como por la apertura de áreas naturales, con efectos muy negativos sobre la biodiversidad”8.

De los múltiples casos que se presentan hoy día en nuestro país (el Cerrejón, Cerro Matoso, la Jagua de Ibiríco, entre muchos otros) vale destacar la precaria situación en la que se encuentran ecosistemas estratégicos de nuestro territorio como son los páramos9, sistemas frágiles y susceptibles que nos aportan gran cantidad de agua para todos/as los/as ciudadanos/as y de los cuales Colombia cuanta con alrededor del 70% de la superficie mundial; reflejo de esto es lo que actualmente ocurre con el páramo de Santurbán10 en Santander, el cual envidia la seguridad jurídica11 que, a capa y esmad, el Estado colombiano asegura para los capitales extranjeros que lo pretenden, o, el caso del páramo de Pisba, ubicado en Boyacá, un lugar extraordinario por donde hace más de 200 años pasaron las tropas libertadores y que da vida tanto al río Sogamoso como al río Cravo Sur, principal fuente hídrica del departamento del Casanare.

Es acá donde el extractivismo y el acaparamiento entran como piedras angulares para los procesos de acaparamiento por desposesión12 de los bienes comunes de la humanidad ya que la cantidad de agua y superficie terrestre que usan (y abusan) es abismal.

Notas

1 - Eduardo Gudynas “Extracciones, extractivismos y extrahecciones. Un marco conceptual sobre la apropiación de recursos naturales” Observatorio del Desarrollo, nº 18. CLAES. Febrero 2013.

2 - Ibídem.

3 - Pese a que se mencionó que la maniobra no fue ética pero sí fue legal, la Ley 160 de 1994 prohibió que una sola persona sea dueña de más de una Unidad Agrícola Familiar, pero, ¿cómo fue posible que se acumularan tantos predios?, sencillo, los predios fueron fraccionados (como sucedió con Agro Ingreso Seguro) lo que permitió que varias empresas, todas de papel, compraran los predios y mediante compra y venta de acciones en bolsas extranjeras, principalmente en Luxemburgo (paraíso fiscal), todas regresaran el mismo y único dueño, todo, como por arte de magia.

4 - Riopaila Castilla S.A. adquirió 42.000 hectáreas de tierra en el departamento del Vichada, en el proyecto denominado Veracruz. La multinacional estadounidense Cargill compró 52.500 hectáreas en la misma zona (de hecho sus proyectos son adyacentes). Está demostrado que ambas empresas violaron la ley 160 de 1994 al acumular tales extensiones.

5 - Revista Semana “El chicharrón de los baldíos” aquí consultado el 27 de noviembre.

6 - Revista Portafolio “Plan de 9,6 billones de pesos para la altillanura” aquí

7 - El Espectador, “Así está el mapa minero del país”, aquí, consultado el 16 de octubre de 2013.

8 - Eduardo Gudynas “Extracciones, extractivismos y extrahecciones. Un marco conceptual sobre la apropiación de recursos naturales” Observatorio del Desarrollo, nº 18. CLAES. Febrero 2013.

Eduardo Gudynas 2013.

9 - La Silla Vacía, “Los páramos de la discordia” aquí, consultado el 16 de octubre de 2013.

10 - La Republica “Delimitación de Santurbán tiene en vilo 51 títulos" aquí

11 - La Silla Vacía, “El nuevo atlas de paramos premiado, por científicos y bloqueado por min ambiente” aquí, consultado el 16 de octubre de 2013.

12 - Término desarrollado por David Harvey en el texto “Nuevo Imperialismo”

Temas: Acaparamiento de tierras, Extractivismo

Comentarios

30/12/2013
GRACIAS, por CARLOS A DIAZ G
gracias