Comer no es lo mismo que alimentarse (I y II)

Idioma Español
País Paraguay

Hay un mundo de ferias de alimentos orgánicos que nos recuerda que alimentarse no es lo mismo que comer. En América Latina el 80% de lo que comemos todavía nos llega de la agricultura familiar. La autora de este reportaje advierte que “se ha creado una asociación, no tan lícita, entre industria alimentaria y farmacéutica que va en detrimento de nuestra calidad de vida”.

E'a / 27 junio, 2014

Comer no es lo mismo que alimentarse (I)

De la feria Jakaru pora hagua.

Por Soledad Viera.

En esta civilización “difícil” pusimos todo el poder fuera de nosotros. Dentro de esas transferencias de derechos y poder dejamos en manos de la industria alimentaria el contenido de la mesa familiar. Así en muchas ocasiones caímos en la trampa de las ofertas y luego tenemos que correr a la farmacia por un digestivo, antihipertensivo o moderador de la diabetes; sin hablar de los promocionados métodos químicos para escapar a la obesidad.Por una u otra razón nos alejamos de los modelos familiares de producción y así pasamos a comer en lugar de alimentarnos. Como resultado y en líneas generales nuestros niños rechazan los vegetales porque no salen en la TV, así se va debilitando su sistema inmunológico.

Esta es la capa más superficial de las costumbres alimentarias “modernas”, pero en profundidad estamos dejando fuera la calidad de lo que comemos y renunciando a la soberanía alimentaria, ¡por confiados que somos nomás!

Antes que aparecieran los alimentos genéticamente modificados ya la industria química había dado cuenta sigilosamente de la producción agrícola por medio de los abonos químicos. Hoy con gran esfuerzo familias campesinas, organizaciones sociales, cooperativas, asociaciones de huertas ecológicas y personas con sentido común nos ayudan a tratar de recuperar una alimentación orgánica, esa que se basa en la tierra abonada con turba de monte, desechos orgánicos y vaka rekaká. Donde el cerdo se alimenta de mangos, las gallinas de maíz y las vacas de pasto.

Pero al agricultor primario no le es tan fácil competir, el sistema tipo dumping* que utilizan los supermercados les permite vender a menor precio que al campesino. Así comemos (sólo un ejemplo) tomates con gran cantidad de metales con los que fue tratado desde la semilla. Los mil guaraníes que ahorramos al comprar en la cadena de supermercados a la larga los gastamos multiplicado en farmacia.

Muchas organizaciones campesinas ofrecen alimentos de la chacra en las ferias.

Ya lo decía Hipócrates, “que tu alimento sea tu medicina”; sin embargo se ha creado una asociación, no tan lícita, entre industria alimentaria y farmacéutica que va en detrimento de nuestra calidad de vida.

Los núcleos de productores orgánicos salieron a pelear el mercado. Primero fue eco agro, de la huerta orgánica - Areguá, a la que se sumaron Alimentos Mainumby, la feria que los jueves se realiza en la Casa del Humanismo frente al parque Carlos Antonio López. En mayo hizo lo suyo la Federación Nacional Campesina (FNC)con su segunda Feria Nacional de Producción, en la plaza del Panteón de los Héroes, donde ofrecieron gran variedad de productos frutihortícolas y de granja cultivados en los asentamientos conquistados en la lucha por la tierra. Históricamente la FNC viene produciendo alimentos sanos y diversificados además de materia prima industrializable.

En la feria vendieron queso, gallinas y huevos caseros, poroto, mandioca, choclo, lechón, maíz chipá, tomate, almidón, miel de abeja, maní y productos hortícolas como lechugas, cebollitas, perejil, locote, entre otros verdes. Los productos eran de asentamientos de los departamentos de San Pedro, Caazapá, Caaguazú, Canindeyú, Concepción, Guairá y Central.

Denuncian el envenenamiento

La FNC viene denunciando ante la sociedad nacional que la sojización y el modelo agroexportador, latifundista, atenta directamente contra la producción nacional, trunca el desarrollo y envenenan al hombre, a la tierra, el agua y el medio ambiente.

Feria campesina en el patio del INDERT

Desde el lnstituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT), se elaboró un calendario quincenal de feria y comercialización de productos agropecuarios, que se realizan en el patio principal del ente rural, Tacuary y Mariscal Estigarribia – Asunción.

La muestra arrancó con la participación de los productores de la Colonia Toro Pirú, departamento de San Pedro. Entre los rubros comercializados figuraban: choclo, maní, mandioca, poroto, leche, queso, huevos, gallina casera y carne de cerdo. También piña, banana, naranja, pomelo, así como hierbas medicinales.

Los pequeños productores que participaron de la segunda exposición son oriundos de la Colonia 4 de octubre – Ex Mompox, distrito de Eusebio Ayala, departamento de Cordillera, zona que se caracteriza por tener la frutilla más rica del país.

La tercera feria se denominó “De la granja a tu mesa”. Las y los productores del Comité de Mujeres Renacer, del distrito Santa Rosa del Aguaray, departamento de San Pedro, vendieron en dos horas todos los rubros expuestos. El Comité de Mujeres Renacer aglutina a las colonias San Jorge, Santa Librada, San Miguel del Norte y Kororoi del citado departamento. En el caso de estas tres últimas ferias citadas el instituto facilita los vehículos que transportan los productos agrícolas desde el campo hasta la feria.

Las asociaciones de productores y organizaciones a participar de la feria de productos de la huerta familiar, a realizarse dos miércoles al mes en el INDERT deben inscribirse y formar parte del calendario de expositores de productos naturales, elaborados y artesanales, en la Gerencia de Desarrollo Rural.

Finalmente, con Ña Juana comienzan las ferias de Conamuri (Montevideo casi Segunda), ofreciendo comidas típicas de san Juan y todos los productos que mujeres rurales e indígenas tienen en sus chacras. Ahí ya la ciudadanía asuncena se decidió a pedir un calendario permanente de ferias que nos permitan alimentarnos sanamente, sin químicos ni transgénicos.

Movida internacional

La Vía Campesina definió participar del Año Internacional de la Agricultura Familiar impulsada por la ONU en este 2014, como un espacio de debate y construcción colectiva para posicionar la soberanía alimentaria que tiene como base el campesinado. Las y los campesinos en todo el mundo resisten produciendo y proporcionando una alimentación saludable y soberana a los pueblos, al contrario de la industria alimentaria cuya prioridad es el lucro y la especulación. Su estrategia es hacer cada día a la agricultura más dependiente de sus agrotóxicos, incrementando así sus ganancias por la venta de herbicidas, saqueando y contaminando bienes naturales.

Hemos sido testigos de una profunda crisis alimentaria que ha visibilizado -la producción alimentaria campesina y – erradicación del hambre en la agenda de la ONU, donde se ha reconocido el papel crucial de los campesinos y campesinas en esta ardua tarea.

En 2012, el Relator Especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación, Olivier De Shutter, presentó al Consejo de Derechos Humanos un informe en el que denuncia que los sistemas alimentarios actuales no sólo no han conseguido acabar con el hambre, sino que además promueven dietas malsanas que generan sobrepeso y obesidad, dos fenómenos que provocan aún más muertes en el mundo que un peso inferior al normal.

La agricultura familiar responde por una parte fundamental de la producción de los alimentos consumidos internamente en América Latina. En promedio, las explotaciones en manos de pequeños agricultores representan más del 80 % del total, y aportan entre el 30 y 40 % del PIB agrícola regional. Además, estimula el empleo en las zonas rurales donde se encuentran los focos más duros de pobreza e inseguridad alimentaria.

A pesar de que los pequeños agricultores familiares cuentan con un enorme potencial para aumentar la disponibilidad local de alimentos a un precio accesible, aún enfrentan grandes retos y restricciones, especialmente en comparación con la agricultura mecanizada orientada a la exportación.

La FAO trabaja junto a los países, y comunidades estimulando el desarrollo y el empleo rural, y fortaleciendo la agricultura familiar. La organización presta asistencia técnica a los gobiernos para generar políticas que lleven a mercados agroalimentarios más equitativos, transparentes y competitivos, que permitan que los beneficios de la agricultura lleguen a quienes más lo necesitan.

No obstante, La Vía Campesina recuerda la urgencia de que en este Año Internacional de la Agricultura Familiar realmente se den pasos importantes y se movilicen voluntades para implementar políticas que protejan y fortalecen la agricultura familiar campesina. La Vía Campesina defiende un modelo de producción de alimentos para la soberanía alimentaria y esto incluye el acceso y control sobre los recursos productivos como la tierra, el agua, las semillas campesinas y el crédito.

*”Existe dumping cuando las ventas se realizan a precios inferiores a los fijados por la misma empresa en el propio mercado, cuando esos precios son distintos a los de los diversos mercados de exportación o cuando son inferiores al precio de fábrica” definición realizada por el Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles, aquí

Comer no es lo mismo que alimentarse (II)

E'a / 11 julio, 2014

Los alimentos orgánicos fortalecen el sistema inmunológico. Foto: FNC.

El alimento ha pasado a ser un arma de control político. En las ferias agroecológicas puede encontrar alimentos sanos y a precio justo.

Por Soledad Viera

Feria realizada por la FNC por su 23 aniversario. Foto: FNC.

Si la ley de la oferta y la demanda es la que marca las tendencias del mercado, hay un sector de productores y consumidores que no está satisfecho con la calidad de la oferta. Así surgen alternativas para alimentarse de forma más sana o alcalina por medio de productos orgánicos y se crean puntos y formas de venta directa con precios justos y producción ética.

Cuando redactaba el primer de estos dos artículos, Roque Mereles me acercó una grabación del sociólogo Tomás Palau, quien en 2010 citaba los Documentos de Santa Fe – California que sirvieron como plataforma de debate a Ronald Reagan y Margaret Thatcher para definir “el alimento como arma de control político”. Esto no es poca cosa, decía el inmortal y sencillo sociólogo paraguayo. “Esta idea fuerza de esos estrategas imperialistas fueron aplicadas. Y en menos de 30 años, América Latina, un continente que tenía abundancia de comida donde los niveles de pobreza en materia alimentaria eran bajísimos, hoy tiene un nivel promedio de 22% de indigencia, que significa no tener capacidad para cubrir las necesidades alimentarias básicas.

“¿Qué pasó? ¡Que hay pérdida de soberanía alimentaria!”. Con estas palabras, Palau señalaba que el imperio de la soja y la ganadería desplazan la cultura de cultivos sustentables de las familias del continente. Aún en 2010, cuando Tomás participaba del Foro Social de las Américas, no estábamos tan empapados en los efectos de los transgénicos, agroquímicos y el procesamiento de alimentos que nos da de comer, pero no nos alimenta.

En ese orden del “alimento como arma de control político”, la Federación Nacional Campesina (FNC) celebraba 23 años de lucha por la tierra. Los dirigentes de la organización, Teodolina Villalba y Marcial Gómez, coincidieron en que la Justicia paraguaya solo beneficia a unos pocos, mientras que los pobres, incluyendo al campesino, deben tolerar una serie de inequidades como la expulsión del campo. Entre estas inequidades está también la poca calidad de la comida que consumen las familias desplazadas por tener que comer con poco dinero, pero no se alimentan, porque la justicia no regula el etiquetado de alimentos coloreados químicamente o los que contienen transgénicos como el aceite mezcla o el de soja.

El 8 de julio, la FNC realizó en las plazas frente al Congreso mesas temáticas, muestras y ventas de productos frutihortícolas y de granja, cultivados en los asentamientos campesinos. Ofertaron a precios justos quesos, poroto, mandioca, choclo, maíz chipá, tomate, almidón, miel de abeja, maní y productos hortícolas, como lechugas, cebollitas, perejil, locote y animales de corral criados de forma natural.

Alcalinizar para no enfermar

Los alimentos orgánicos fortalecen el sistema inmunológico. Foto: FNC.

En la entrega anterior decíamos que la comida elaborada a base de productos orgánicos nos evita la visita al médico y a la farmacia porque los alimentos producidos con abonos químicos u OGM, así como los muy procesados, tienen sus efectos sobre la salud humana, afectando principalmente al sistema inmunológico.

En esa línea es que las organizaciones campesinas acercaron a los damnificados en Asunción varias toneladas de frutas y verduras producto de su trabajo en las tierras conquistadas.

Ellos saben que consumir los cítricos de estación que crecieron abonados con materia orgánica y las verduras de hoja o raíz aleja a la gripe y otras enfermedades. Esta alimentación se llama “dieta alcalina”. Es que estos alimentos quitan acidez a la sangre, lo que hace al organismo un poco más resistente a virus y bacterias.

“Las enfermedades son diferentes niveles o grados de degeneración del cuerpo causada por deficiencias elementales y/o sobrecargas tóxicas que elevan la acidez del bioterreno. Luego comprometen la habilidad del cuerpo para repararse y regenerarse a nivel celular”, dice el Dr. Gabriel Gaviña, en el libro de la citada dieta publicado por muybio.com.

La Nutricia Mainumby, a través de Maxi Yegros, nos explica que cambiando lo que se come y bebe se pueden ajustar los niveles de pH (concentración de iones de hidrógeno).

“Unos cambios en la dieta y la correcta hidratación con agua alcalina serán útiles para elevar los niveles de pH del cuerpo. Si tu dieta está compuesta principalmente por alimentos que dejan residuos ácidos, tu cuerpo tratará de reequilibrarlo y volver a un estado alcalino. Al hacerlo, el cuerpo toma el calcio proveniente de los huesos y los dientes y a largo plazo te pone en riesgo de padecer osteoporosis”, señala Maxi.

En su rigurosidad, Yegros ha ido investigando para ofrecer alimentos saludables. Así vio que en promedio la dieta moderna contiene gran cantidad de alimentos que forman residuos ácidos.

“La proporción aproximada se estima en 80 por ciento de formadores de ácido y 20 por ciento de alimentos formadores de álcali. Con un nivel de pH global de entre 5.0 y 6.5. Esto es demasiado ácido y crea un ambiente muy favorable para comenzar a acumular peso corporal y hacer literalmente del líquido intercelular un caldo de cultivo para gérmenes”, añade.

Para mantener un nivel de pH saludables debemos revertir esas proporciones, es decir, idealmente comer alimentos formadores de álcali en un 80 por ciento y los alimentos formadores de ácido en un 20 por ciento.

Una alta ingestión de proteínas (sobre todo de origen animal) roba al cuerpo su alcalinidad por una alta producción de fosfatos y sulfatos. Además la fermentación crónica intestinal produce grandes cantidades de ácidos (endotoxinas).

Un alto consumo de azúcares refinados sobre-exige el metabolismo, el cual debe usar enormes cantidades de enzimas, vitaminas y minerales para poder desglosarla, digerirla y que no fermente. Por lo tanto, el azúcar actúa como un ladrón permanente de micronutrientes, enzimas y hormonas debilitando y dañando la habilidad del cuerpo para equilibrar la sobre-acidificación (efecto Buffer).

Así que incluir en la dieta alimentos como frutas o verduras de diferentes colores y semillas germinadas o vivas en mayor proporción que carnes o porotos, nos acerca a un estado de alcalinidad del organismo que nos garantiza mejor estado de salud.

Dónde conseguir alimentos de calidad

*Nutricia Mainumby ofrece sus alimentos, elaborados principalmente a base de semillas vivas. Entrega a domicilio si llaman al Tel 0961 603725 y en el mercadito agroecológico de Sajonia, un grupo de consumo ecológico cuyo mail es moc.liamg@ocinagroomusnocedpooc. Los jueves de cada semana hacen feria en la Casa del Humanismo: Avenida Carlos Antonio López 745 (frente al Parque Carlos Antonio López) ofrecen gran variedad de productos frutihortícolas que deben comprarse sobre pedido.

*Así también la red Red Agroecológica de Kuña Pyrenda hace feria una vez al mes. La Red nace dentro del movimiento KP y hace de nexo entre las mujeres productoras del campo y los consumidores en la ciudad. Los pedidos se hacen accediendo a la página www.laredkp.org/productos. Nos dice Gabriela Schvartztman y se retiran de la casa de Kuña Pyrenda (Fulgencio R . Moreno 177 entre Yegros e Independencia Nacional).

*Todos los sábados del mes de 6 a 11 y una vez al mes hasta las 17 hs. se realiza el Mercado Guazú en la Plaza de los Héroes de Areguá. En esta feria agroecológica los productores de la zona ofrecen sus productos. Allí se puede comprar frutilla, por supuesto andai, zapallos, zapallitos, verduras de hoja verde como acelga, rúcula, lechuga, albahaca, porotos, huevos, queso, harina de maíz, mieles y alimentos elaborados como tartas y tortas.

*En conjunto con Organizaciones Sociales de San Ignacio – Misiones las mujeres del Bañado Sur que componen el grupo denominado pre cooperativa realizan una feria. La próxima será el sábado 19 de julio en “La Casita de las Mujeres”, ubicada en Av. Japón casi 34 Proyectada de 8 a 17 hs. En esta feria se encuentran todo tipo de productos frutihortícolas venidos directamente de San Ignacio Guasú, además de productos elaborados bajo la marca Agricultor, de la misma asociación, como aceite de sésamo orgánico y yerba mate.

*De la Huerta Orgánica (DLHO): alimentación sana y consciente: Mail: moc.liamg@acinagroatreuhaled. De La Huerta Orgánica es una proveeduría orgánica que trabaja desde Areguá y hace la entrega de pedidos en Asunción y área metropolitana 3 veces por semana

*EcoAgro: Sus productos se pueden adquirir en el mercado de Abasto y pertenece a la Asociación de Productores Orgánicos. Reciben pedidos al Tel. 0981989473, nos informó Marcelina Vera de Chamorro, asidua cliente de EcoAgro que también recibe pedidos vía mail: moc.liamg@etnemlarutanorgaoce. Proveen verduras, frutas, azúcar orgánica eco Agro, yerba mate orgánica La Potente, Yerba Silvícola Ka’aite, té de yerba mate con diferentes hierbas, plantas medicinales, dulces de guayaba, leche y miel, entre otros. También se pueden obtener los productos en su Tienda ecológica en ruta General Eugenio A. Garay y Cañada Solis San Lorenzo, Laurelty.

*Las ferias de Conamuri tienen fechas a confirmar dentro del año, pero no día específico por el momento.

*Mientras que las Ferias de productores en el Indert se realizan miércoles de por medio, pero dependen de las condiciones de los caminos para llegar a Asunción.

De cada familia depende tomarse el trabajo de buscar productos orgánicos si prefieren alimentarse y no comer lo que proviene de producciones mecanizadas. ¡Eju jakaru porã ñane resãi haguã!

Fuente: E'a

Temas: Sistema alimentario mundial, Soberanía alimentaria

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