Declaración pública sobre producción de flores

Plaguicidas y Transgénicos, realizado en Bogotá entre el 19 al 22 de Junio del 2000

Los delegados de 20 países de América Latina, Norte América y Europa participantes en el Seminario Taller Internacional: Enfrentando los Retos de la Agricultura de Exportación en el nuevo Milenio: Floricultura, Plaguicidas y Transgénicos, realizado en Bogotá entre el 19 al 22 de Junio del 2000 y organizado por CACTUS, RAPAL Y ILSA, hacemos llegar nuestras demandas con relación a los impactos sociales y ambientales del modelo de agricultura convencional, en especial el caso de la floricultura en la región:

Considerando:

Que la floricultura como actividad económica se ha incrementado significativamente en todos los países de la región en la última década, bajo un modelo exportador, monocultivista y de alto uso de insumos externos, principalmente agrotóxicos, provocando serios impactos sociales, ambientales, económicos y culturales, el cual ha modificado el patrón de vida, de consumo y salud de la sociedad local.

Que la apertura comercial de nuestros países, producto de la aplicación del modelo neoliberal ha facilitado que las inversiones agrícolas, en especial de las flores, no tengan ningún tipo de restricción administrativa, técnica y en muchos casos han recibido estímulos tributarios nacionales e internacionales, además de niveles de flexibilización de las legislaciones laborales, dejando de lado el apoyo a los trabajadores/as.

Que la globalización ha facilitado la expansión y el control de la agricultura de exportación por unos cuantos grupos de poder en nuestros países. En este contexto la floricultura se ha desarrollando sacrificando los beneficios sociales de los trabajadores, afectando su salud y degradando su medio ambiente. Especialmente en Colombia y Ecuador esta situación es de mucha gravedad y en otros países pese a algunas particularidades sigue el mismo patrón, generando un balance negativo entre costos y beneficios.

Que la visión mercantilista de las grandes empresas productoras en los países, no permite asumir su responsabilidad social y ética necesaria para el desarrollo justo de todos los involucrados. Esta situación propicia la inestabilidad social y condiciones de empleo indignos, inequitativos, que no resuelven los problemas de la pobreza.

Por lo tanto proponemos:

La evaluación de los impactos ambientales y planes de manejo de las inversiones en la producción de flores, que identifique los problemas comunes y sustente la necesidad del cambio del modelo productivo, asi como la no expansión de la frontera florícola en la región.

La aprobación de leyes y normas nacionales y locales para proteger la estabilidad laboral, el acceso a la seguridad social, a la mejora de ingresos y mejores condiciones de trabajo en las diferentes empresas de flores.

Propiciar mecanismos para el acceso de información para socializar toda la problemática relacionadas con la floricultura. Estas deben estar dirigidas a la opinión pública y consumidores nacionales e internacionales, así como al Estado y las autoridades locales.

Exigir a nuestros gobiernos la regulación en el uso de los recursos naturales para el cultivo de flores, protegiendo el suelo, el agua y el aire, evitando de esta manera poner en riesgo la soberanía alimentaria de nuestros países.

Establecer alianzas estratégicas entre organizaciones de consumidores, movimientos alternativos, organizaciones campesinas y gobiernos locales a nivel de los países productores para demandar el comercio justo y presionar a los gobiernos y empresas para propiciar la producción limpia y justa de las flores.

Exigimos a nuestros gobiernos no renunciar a sus obligaciones de defender y garantizar los derechos sociales integrales, que garanticen la vida digna de los trabajadores y trabajadoras de América Latina.
En este escenario las organizaciones participantes nos comprometemos a fortalecer los grupos de base, mediante acciones de intercambio de información, el desarrollo de propuestas y acciones educativas con trabajadores y trabajadoras.

Asimismo expresamos nuestra voluntad de construir y apoyar grupos y redes que luchen, fiscalizan y defiendan los derechos económicos, sociales y ambientales de los trabajadores y trabajadores de las plantaciones de flores en los países de América Latina.

" No renunciamos a la belleza natural de las flores, por ello queremos cambios en su producción "

Bogotá 22 de junio 2000

Comentarios