Declaración de México-Tenochtitlan 2010

Idioma Español
País México

"Desde la esencia de esta tierra de profunda historia y cobijados con el espíritu de la Gran Tenochtitlan… cuyo corazón sigue latiendo y con la ayuda de los guardianes de este lugar, que nos hacen confluir para hablar de nuestras raíces ancestrales…."

Bajo el principio político de que a un Estado le corresponde una Nación, los criollos y mestizos hace apenas poco más de 200 años fundaron a los actuales Estados-Nación ignorando y excluyendo, como Naciones preexistentes, a los Pueblos originarios del Abya Yala.

 

Nuestros abuelos de las Naciones Originarias fueron convocados a las guerras de independencia; criollos y mestizos les pidieron ofrendar su vida con la promesa de que así conquistarían su libertad política y recuperarían sus territorios despojados. Los abuelos tenían la esperanza de volver a renacer como Pueblos-Nación. Pero una vez lograda la independencia los nuevos gobernantes nunca devolvieron los territorios de que fuimos despojados, nunca sanaron las heridas causadas por el invasor español y fue un engaño la libertad política ofrecida.

 

Los nuevos Estados Nación se constituyeron como Nación única e indivisible bajo el criterio liberal e hipócrita de “igualdad ante la Ley”. La razón era muy simple: los criollos y mestizos de los nuevos Estado Nación de América en realidad se creian los verdaderos dueños de los Territorios nacionales también amparados -como lo hicieron en su momento los europeos tres siglos antes- en la Doctrina del Descubrimiento, todavía vigente en el derecho internacional de la época.

 

Los nuevos Estados Nación impusieron a las Naciones Indias Originarias condiciones de vida de dominación política, explotación económica y de segregación de los proyectos económicos, sociales, políticos y culturales de los nuevos sistemas dominantes. El despojo de tierras, territorios y recursos naturales continúo hasta nuestros días.

 

El modelo socioeconómico neoliberal actual, todavía mantiene a esta población en una situación de exclusión política, de explotación económica, de imposición de un modelo educativo que nos disminuye y discrimina, de una dominación cultural, social y política en todos los ámbitos de nuestra vida y bajo una práctica de saqueo y despojo de nuestros recursos naturales, de migración por causa de la pobreza y falta de trabajo, y de una falta de reconocimiento pleno de nuestros derechos; por lo mismo, los hombres y mujeres de las Naciones y Pueblos Indígenas. Seguimos siendo extranjeros en nuestras propias tierras.

 

Los Pueblos Indígenas de Abya Yala, hemos venido luchando por el reconocimiento de nuestros derechos políticos y humanos colectivos, identidad, cosmovisión, autodeterminación, tierra, territorios así como la administración autónoma de nuestros recursos naturales; esta lucha ha permitido avanzar en el reconocimiento de un marco jurídico internacional sobre derechos indígenas, siendo uno de los logros más recientes, la Declaración sobre Derechos de los Pueblos Indígena de la ONU.

 

A la mayoría de los gobiernos, no les interesa el desarrollo de los Pueblos indígenas, se coluden con los intereses de las grandes transnacionales, acondicionando los marcos jurídicos nacionales para despojar a nuestros Pueblos Originarios.

 

Actualmente los Estado-Nación de la llamada América están festejando el Bicentenario de las llamadas Independencias de Abya Yala. Nuevamente ratifican la concepción de que fue correcta y justa la decisión de fundarse excluyendo políticamente a las Naciones originarias. Más aún, pretenden ser los herederos de la cultura milenaria de las Naciones mesoamericanas, absurda e increíblemente dan por un hecho que no existen las Naciones Originarias y sus descendientes son grupos o poblaciones aculturizados que ya no reivindican su historia milenaria.

 

Ante esta situación, los movimientos indígenas del Abya Yala tenemos varios desafíos que debemos analizar y reflexionar para establecer compromisos de acción, así como objetivos de corto, mediano y largo plazo para recuperar y ejercer derechos fundamentales como la Libre determinación y la Autonomía, líneas alternas de Autodesarrollo y buen vivir, y para aportar nuestra experiencia cultural milenaria a la tarea de Refundación de los Estados nacionales para construir nuevos Estados Plurinacionales.

 

Desde el seno de la Gran Tenochtitlan valoramos y apoyamos las luchas de resistencia y defensa de las tierras y territorios que se han realizado y se seguirán haciendo por nuestros pueblos indígenas y afrodescendientes, porque para nosotros no existe vida, ni cultura ni futuro, sin tierras y territorios. Y porque debemos mantener la herencia que debemos dejar a nuestros hijos. Por ello exigimos a los gobiernos de los Estados-Nación la desmilitarización de nuestros territorios y la derogación de las actuales leyes agrarias que atentan contra nuestros derechos. Especial indignación nos causa la privatización de nuestras tierras, la concesión de proyectos mineros y de explotación privada del agua en nuestros territorios.

 

La humanidad, de la que somos parte, vivimos una enorme crisis mundial: financiera, ambiental, energética, alimentaria, de salud, de valores y en general hay crisis en todos los estados-nación que mercantilizan la vida y los bienes de la Pachamama, de la madre tierra, vulnerando derechos, soberanías y hoy estamos a un paso de la hecatombe planetaria. Por eso responsabilizamos a los estados desarrollados por la crisis climática del mundo; por eso pedimos que se cumpla el protocolo de Kioto y se acepte la propuesta del Buen Vivir.

 

Con base en lo anterior y como producto del Encuentro de Pueblos Indígenas Originarios y afrodescendientes:

 

Proponemos:

 

· La construcción de nuevos proyectos de Estados-Nación, con inclusión de los pueblos indígenas y afrodescendientes, a través de un proceso de refundación de los Estados-Nación;

 

· Una nueva relación de respeto y de reconocimiento político de los Estados-Naciones con los pueblos indígenas;

 

· La construcción de estrategias para el fortalecimiento del movimiento indígena continental a partir de las bases sociales de los pueblos, de las condiciones de organización locales y de las realidades socioculturales de las diferentes naciones existentes.

 

· La definición de estrategias para el pleno reconocimiento constitucional de los derechos de los pueblos indígenas, en cada país, con base en los instrumentos internacionales existentes;

 

· Luchar por la articulación y la unidad de los pueblos y naciones del Abya Yala y afrodescendientes, a realizar un esfuerzo de acercamiento entre todos los actores sociales que los componen, como organizaciones indígenas, autoridades civiles, comunales, tradicionales y ejidales, profesionistas indígenas, intelectuales y líderes naturales de los pueblos indígenas de América.

 

· Construir alianzas con otros sectores que compartimos la misma problemática y la misma memoria histórica, para comprometernos en hacer realidad una misma esperanza, la de un mundo mejor para los pueblos indígenas y no indígenas de la actualidad.

 

· Generar condiciones e impulsar los procesos de la libre determinación en el marco de las autonomías, con o sin reconocimiento legal, bajo el propósito de garantizar la supervivencia de los Pueblos y Naciones Indígenas; por tanto

 

· Participar activamente en la Cumbre Mundial del cambio climático a realizarse en México y que la voz de los pueblos y naciones indígenas sean escuchados para salvar la vida del planeta.

 

NOS PRONUNCIAMOS POR:

 

· El reconocimiento y aplicación efectiva del convenio 169 de la OIT y la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas proclamada por la ONU, por los gobiernos de los actuales Estados-nación.

 

· El rechazo a los festejos del Centenario y Bicentenario al que se le han destinado presupuestos millonarios, ya que los pueblos indígenas y afrodescendientes no tenemos nada que celebrar.

 

· El reconocimiento de los derechos de los pueblos Afrodescendientes de América y del Caribe y a su contribución cultural a la vida de nuestros pueblos y estados-nación.

 

· El respeto pleno a nuestras ceremonias ancestrales en los lugares sagrados y en los sitios donde nuestros abuelos expresaron sus adelantos civilizatorios y que hoy mal llaman zonas arqueológicas.

 

· Respaldar y hacer nuestros los Acuerdos de la IV Cumbre Continental de los Pueblos Indígenas de Abya Yala, celebrada en Puno, Perú, así como la Declaración de los Derechos de la Madre Tierra, emitida recientemente en Cochabamba, Bolivia.

 

· El reconocimiento a la enorme participación y contribución de las mujeres indígenas en las luchas por la defensa de nuestros derechos.

 

· Los jóvenes indígenas ratificamos nuestra responsabilidad de mantener en alto la bandera de la resistencia indígena continental.

 

· El rechazo y la injerencia de partidos políticos, religiones e instituciones oficiales y privadas que han creado divisionismo y confrontación entre las comunidades y naciones indígenas.

 

· El rechazo a la existencia de toda frontera en los estados-nación del Abya Yala, porque nuestro territorio no tiene límites.

 

· El repudio a la ley SB 10 70 de Arizona EE.UU, por su carácter racista, discriminatorio, violatorio, antimigrante e inhumano. Los Pueblos Indígenas de Abya Yala, no somos inmigrantes en nuestro propio continente.

 

· El rechazo a los cultivos transgénicos que atentan contra la vida y pedimos la unidad en la defensa, conservación y reproducción de las semillas nativas y en especial el Maíz.

 

· Repudiamos los asesinatos que realizan los gobiernos de los estados-nación y fuerzas opresoras a luchadores indígenas, defensores de derechos humanos y periodistas. Exigimos justicia a los asesinatos de los compañeros Beatriz Alberta Cariño Trujillo y el observador finlandés Jyri Antero Yaakkoola en la Caravana por la Paz para romper el cerco en que viven los triquis del municipio autónomo de San Juan Copala, los recientes asesinatos del líder triqui Timoteo Alejandro Ramírez y su esposa Cleriberta Castro en Yosoyuxi, Oax., así como el exterminio de los pueblos indígenas de Colombia y en especial los asesinatos de los hermanos y hermanas del pueblo nasa del Cauca Colombia y los de Bagua, Perú.

 

· Esperamos que la ley de derechos indígenas para la ciudad de México D. F. sea la base para la formulación de la futura Constitución de la ciudad capital en la que se reconozcan los derechos de los pueblos indígenas que viven en esta gran metrópoli.

 

· Proclamamos este encuentro como un lazo vinculante de alianza y articulación de la lucha de los Pueblos Indígenas, originarios y afrodescendientes de América latina y del Caribe, con las fuerzas democráticas de México.

¡POR LA UNIDAD Y AUTONOMÍA DE LOS PUEBLOS DEL ABYA YALA! ¡VIVAN LOS PUEBLOS DEL ABYA YALA!

Dado en México-Tenochtitlan, el 22 de mayo de 2010.

Fuente: Minga Informativa de Movimientos Sociales

Temas: Pueblos indígenas

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