España: nuevos aires de unidad en la lucha contra los transgénicos

"Ahora que es clamorosa la evidencia de la inevitable contaminación transgénica, más allá de cualquier reglamento de coexistencia entre cultivos transgénicos y no transgénicos, debemos incrementar nuestros esfuerzos para favorecer la rectificación de quienes han jugado a poner una vela a dios y otra al diablo. Debemos mirar hacia delante sin resentimiento, aunque también sin olvidar lo negativo de algunos comportamientos antidemocráticos e incluso represivos contra quienes no bailábamos al son de las negociaciones con el gobierno del PSOE. El objetivo hoy es la reconstrucción de un frente unido contra los transgénicos"

UNA DECLARACIÓN QUE SIENTA LAS BASES PARA EL CAMBIO

Con fecha 24 de mayo Amigos de la Tierra, COAG, Ecologistas en Acción y Greenpeace inician un proceso de adhesiones a una declaración contra el uso de transgénicos en la agricultura y la alimentación. “Frente a las promesas de la industria queremos aportar un documento que muestre la realidad de la introducción de los transgénicos. Queremos conseguir una declaración que sea de la sociedad civil, y buscamos el apoyo de representantes de organizaciones, asociaciones, ONG’s, sindicatos, investigadores y gente de la Universidad, para dejar claro que el debate sobre los transgénicos es un debate que afecta al conjunto de la sociedad”[1].

La declaración, de 4 páginas, ilustra cómo después de 11 años de cultivos transgénicos caracterizados por “no ser una simple prolongación de la mejora vegetal … al permitir franquear las barreras entre especies, crea seres vivos que no podrían obtenerse en la naturaleza y con las técnicas tradicionales de mejora genética” y dado que “los conocimientos actuales no son suficientes para predecir las consecuencias de la manipulación del nuevo organismo vivo … ni su evolución en interacción con otros seres vivos” no sólo no reportan los beneficios anunciados en empleo, rendimientos, eficiencia en el uso de recursos, calidad de alimentos, solución a los problemas de la agricultura química, aliviar la pobreza y el hambre en el mundo, sino que “sus impactos medioambientales están cada vez más documentados … la aparición de malas hierbas resistentes a varios herbicidas asociados a los cultivos transgénicos”. Señala que incluso en la UE, con una de las regulaciones más estrictas del mundo, no hay confianza en las “instituciones responsables de aprobar y velar por la seguridad de estos productos” porque el procedimiento es antidemocrático, ya que “la Comisión Europea puede autorizar la entrada de un nuevo OGM en el mercado europeo aunque una mayoría de los Estados Miembros se haya pronunciado en contra” y porque la “Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ha sido cuestionada por falta de transparencia y no tener en cuenta las observaciones de los Estados miembros”. Además “los estudios científicos sobre los que se basa la evaluación previa a la autorización son realizados por las propias empresas, sin que sea posible en muchos casos verificar los datos y resultados de forma independiente”. “Lo que más desconfianza ha generado son los casos de OMG aprobados pese a la existencia de grandes incertidumbres, o peor todavía, a pesar de evidencias sobre su peligrosidad para la salud y/o el medio ambiente”. Continúa con una ilustración de ejemplos que cuestionan la seguridad del procedimiento de autorización.

Todas estas argumentaciones llevan pronunciándose, casi en los mismos términos, aunque cada vez más documentadas, desde que cesó la moratoria europea en 2004. Pero lo que constituye la diferencia sustancial es la declaración de la imposibilidad de coexistencia, frente a la petición de una normativa de coexistencia eficaz que se inauguró en marzo de 2005.

Por esa razón, los Grupos Autogestionados de Konsumo (GAKs) de Madrid, hemos expresado nuestra adhesión a dicha declaración en los siguientes términos. Nos adherimos a la “ Declaración de organizaciones y personalidades de la sociedad civil sobre las aplicaciones de la biotecnología en la modificación de plantas, ante la amenaza que representan para la agricultura y la sostenibilidad. Democracia, precaución y medio ambiente.” impulsada por Amigos de la Tierra , COAG, Ecologistas en Acción y Greenpeace contra el uso de los transgénicos en la agricultura y la alimentación.

Nos alegramos que se hayan sustituido afirmaciones anteriores que, al menos desde el documento de mínimos[2] elaborado por estas mismas organizaciones en marzo de 2005, han formado parte de las alegaciones y notas de prensa emitidas ante los distintos borradores de normativa de coexistencia del gobierno.

En particular, el siguiente párrafo de la nota de prensa del 26/6/2006 decía: “ El cúmulo de casos de contaminación genética documentados en la historia de los cultivos MG en nuestro país y en el resto del mundo y la avalancha de nuevas variedades MG impulsadas por las empresas biotecnológicas hace que sea de vital importancia disponer de unas normas de coexistencia eficaces que aseguren la supervivencia de la agricultura convencional, y especialmente de la agricultura ecológica, libre de transgénicos. Cómo se ha demostrado en Estados Unidos, la ausencia de este tipo de medidas conduce inevitablemente, y de manera alarmantemente rápida, a la contaminación de la base del sistema alimentario mundial: las semillas.”[3]

Ahora sin embargo, en esta declaración se afirma: “ Por otra parte, se ha demostrado claramente que no es posible la coexistencia entre cultivos MG y ecológicos o convencionales. Los numerosos casos de contaminación a lo largo de toda la cadena alimentaria, desde las semillas hasta el producto final, son una demostración clara de que la contaminación transgénica es inevitable. La contaminación de las semillas – que puede alcanzar proporciones nada desdeñables en poco tiempo, como se ha demostrado en EEUU reviste especial gravedad por su carácter irreversible, impidiendo una posible marcha atrás en caso de ser necesaria la retirada del mercado de determinados OMG. De ahí la exigencia irrenunciable de que se aplique el principio de precaución, relegado al olvido actualmente al permitirse el cultivo de variedades MG en nuestros campos y la introducción de ingredientes transgénicos en nuestros platos.”[4]

Este cambio aproxima la posición de las organizaciones impulsoras de esta declaración, a la mantenida por los GAKs incluso cuando estas mismas organizaciones impulsaron una campaña a favor de una coexistencia eficaz, promovida mediante la adhesión a dicho documento en marzo de 2005. Con esta última declaración promovida en estos últimos días se sientan las bases para una nueva y más fuerte expresión unificada del sector agrario, ecológico y agroecológico en el rechazo inequívoco hacia los transgénicos capaz de expresarse en la consigna Coexistencia con transgénicos, no, no y no.

Sin embargo, desde nuestra adhesión a esta declaración, pensamos que su contenido mejoraría notablemente si incluyera 4 determinaciones que tienen que ver con el aquí y el ahora de la oposición a los transgénicos.

1.- Exigir al Gobierno la retirada de cualquier propuesta de normativa de coexistencia de transgénicos, más aún al quedar incluida entre las medidas a desarrollar en el Plan Integral de Actuaciones para el Fomento de la Agricultura Ecológica 2007-2010 (Actuación 3.3.1 pág. 107).

2.- Exigir la retirada del maíz transgénico MON-810 como único modo de frenar drásticamente la contaminación que está provocando en los cultivos no transgénicos colindantes.

3.- Promover una moratoria europea de los cultivos transgénicos comerciales y experimentales.

4.- Promover el archivo de todos los procedimientos penales que afectan a personas implicadas en acciones de denuncia y protesta contra de la proliferación de cultivos transgénicos, a menudo ilegales.

DECLARACIONES DE PRINCIPIOS E INTERVENCIÓN SOCIAL

CAMPAÑA DE SOLIDARIDAD CON JOSEP PÀMIES[5]

El 13 de septiembre de 2003, Assemblea Pagesa de Cataluña conjuntamente con Ecologistas en Acción de Aragón, realizaron una protesta a causa de la proliferación de campos de experimentación transgénica en nuestras tierras. Con la mayoría absoluta del PP, el estado español se estaba convirtiendo en el principal laboratorio transgénico de Europa, mientras la mayor parte de los pueblos europeos vivían intensos procesos de debate, moratoria y hasta referéndums.

Esa mañana, y siguiendo una convocatoria internacional de Vía Campesina, unas cincuenta personas se concentraron en un campo de experimentación de Syngenta en la localidad de Alcoletge (Lleida), que no reunía ninguna medida de seguridad. Esta multinacional comercializaba entonces el maiz BT176, prohibido en los Estados Unidos, des de 2001, por generar resistencia a los antibióticos en las personas. Después de hacer una siega simbólica y recoger unas muestras, las personas concentradas fueron a la subdelegación del gobierno en Lleida para entregarlas conjuntamente con un manifiesto. Al no encontrar ningún representante de la administración, se encerraron pacíficamente hasta la llegada de alguna autoridad competente. Justo después de entregar el manifiesto al secretario de esta institución e identificándose convenientemente, las 13 personas que habían ocupado el edificio, lo abandonaron.

Más de un año después, Josep Pàmies, histórico sindicalista agrario de Balaguer (Lleida) y activista por las libertades y la dignidad en el campo, recibía una notificación de una denuncia de Álvaro Giménez y Sacanell, guardia civil de puerta de aquel día. Esta misma es la que lo llevará a juicio el día 11 DE JUNIO, bajo las acusaciones de atentado a la autoridad y lesiones, por las que el fiscal pide una pena de 4 años de prisión y una indemnización de 50.000 euros.

La versión tergiversada del guardia manifiesta que recibió “ empujones, agarrones y golpes en el labio superior y brazos de los representantes de la mentada Assamblea Pagesa”. Por eso, y según manifiesta el denunciante, ese día se le produjo una lesión que le impedirá utilizar nunca más un arma de fuego, y, en consecuencia, reincorporarse a la carrera militar y al cuerpo. Pero la realidad es más sencilla: aprovechando su despiste, una parte de los allí congregados se deslizaron hacia dentro, en acto de desobediencia civil.

Desde la Campaña en Solidaridad con Josep Pàmies, denunciamos la falta de fundamento de las acusaciones y el que creemos que es un intento de criminalizar y reprimir la lucha contra la imposición transgéncia. El hecho que se haya denunciado, solamente, a uno de los implicados y que este sea uno de los miembros más visibles de la lucha de base, confirma la voluntad de los aparatos estatales para escarmentar toda disidencia organizada. Una vez más, se quiere decapitar el movimiento, tal y como se pretendía hace pocos meses con el juicio a Albert Ferré, portavoz de la plataforma Transgènics Fora!

Además, pensamos que el guardia presentó denuncia para justificar su incompetencia militar de ese día en que, unos pocos agricultores y ecologistas, armados sólo con mucha picardía, tomaron la subdelegación del Gobierno en Lleida. No queremos ni pensar en la imagen de Josep Pàmies encarcelado. Ni tampoco en la de Giménez Sacanell retirado, con doble paga sin incompatibilidad de cargo, por haber caído en heroico acto de servicio a la patria. ¡No lo vamos a permitir!

Por último, reiteramos los peligros de los cultivos transgénicos sobre la salud, el medio y la agricultura tradicional. Y, como ejemplo, denunciamos el último caso de contaminación transgénica de la variedad autóctona del maiz “del queixal”, que se reproducía en el Centre de Conservació Esporus de Manresa, con el cual queremos, también, solidarizarnos. De acuerdo con todo esto, pedimos:

FERIA DEL LIBRO DE MADRID, ZONA LIBRE DE TRANSGÉNICOS

El sábado 26 de mayo, los Grupos Autogestionados de Konsumo (GAKs) de Madrid realizamos una acción informativa contra los cultivos y alimentos transgénicos en la Feria del Libro. Los objetivos fueron:

1- Recoger firmas de librerías, editoriales y empleados de las casetas en apoyo a Josep Pàmies, agricultor de la Assemblea Pagesa encausado por una acción contra un cultivo experimental de la multinacional Syngenta que, además, no reunía los requisitos exigidos por la ley. Promovida por Assemblea Pagesa y Ecologistas en Acción de Aragón el 13 de septiembre de 2003, la acción consistió en la siega de dicho cultivo ilegal de maíz transgénico y la posterior entrega de una muestra de dicha siega y de un manifiesto en la Diputación de Lleida para denunciar la ilegalidad de tal cultivo.

2- Promover la adhesión de libreros, editores y trabajadores del gremio a la denuncia de los transgénicos colocando en su caseta un cartel con el siguiente contenido: “CASETA DE LA FERIA DEL LIBRO DE MADRID LIBRE DE TRANSGÉNICOS. COEXISTENCIA CON TRANSGÉNICOS, NO, NO Y NO. CAMPAÑA DE LOS GRUPOS AUTOGESTIONADOS DE KONSUMO DE MADRID GAKS”.

3- Dar a conocer la indefensión ciudadana ante la imposición de los cultivos y alimentos transgénicos por la complicidad de multinacionales y gobiernos. Denunciar la represión como única respuesta de los poderes públicos contra quienes se atreven a denunciar la ilegalidad con la que se desarrollan cultivos comerciales y experimentales contaminando campos vecinos, cultivos y piensos ecológicos y semillas autóctonas.

Nada más abrirse las casetas, iniciamos un recorrido por toda la Feria llevando cuatro cartelones con los lemas “POR UNA FERIA DEL LIBRO DE MADRID, LIBRE DE TRANSGÉNICOS”, “COEXISTENCIA NO, NO Y NO”, “ABSOLUCIÓN JOSEP PAMIES”, “SOBERANÍA ALIMENTARIA EN EL NORTE Y EN EL SUR, “NO A LOS AGROCOMBUSTIBLES, POTENCIARÁN LOS TRANSGÉNICOS”, “MORATORIA DE TRANSGÉNICOS EN LA UNIÓN EUROPEA”.

A lo largo de dicho recorrido, repartimos miles de manifiestos a los visitantes de la Feria. Durante las casi cuatro horas que duró la acción, tuvimos la oportunidad de dialogar con centenares de personas ya que, muchas de ellas se paraban a leer los cartelones, nos pedían el manifiesto y nos preguntaban por los contenidos de los cartelones. Simultáneamente grupos de militantes de los GAKs dialogaban con las personas que estaban al cuidado de las 350 casetas, una a una, entregándoles el manifiesto, pidiendo solidaridad con Josep Pamies a través de su firma e invitándoles a colocar el cartel mencionado más arriba con la petición central: “COEXISTENCIA CON TRANSGÉNICOS NO, NO Y NO”.

Hacia la mitad del recorrido nos interpelaron policías municipales argumentando que no podíamos exhibir dichos carteles sin autorización. Contábamos con ello. Las policías municipales de Madrid y de otras ciudades pertenecientes a la Comunidad Autónoma están a la vanguardia de la eliminación de cualquier mensaje no comercial de las calles. Tras recordarles que tal autorización no era necesaria al estar asistidos por el derecho a la libre expresión de nuestras opiniones, sin interferir en la circulación de personas ni la actividad de la Feria, comprendieron que tendrían que llevarnos detenidos si querían que cesáramos en nuestra actividad y después, responder por la extralimitación de sus funciones y el abuso de poder con la finalidad de obstruir el ejercicio de libertades fundamentales. Todo ello con pruebas fotográficas que se estaban tomando y con numerosas personas que acudirían de testigos. Hicieron sus cálculos y decidieron seguir su camino. Y nosotros el nuestro.

La tarea que nos habíamos planteado era superior a la que podíamos realizar las 23 personas de los GAKs implicadas en ella. Durante la mañana sólo nos dio tiempo a una lenta procesión por el recinto de la Feria, el diálogo con los viandantes y los habitantes de las casetas. Recoger documentos firmados, volver “cuando estuviera el jefe”, reponer documentos y carteles extraviados, nos ha costado 4 días más.

Hemos podido comprobar que nuestra campaña contra los transgénicos en la Feria del Libro al estar vinculada con la defensa de los protagonistas de una acción directa, ha inhibido de firmar o poner el cartel a los sectores más conservadores. Sin embargo, lo prioritario era la solidaridad con Josep Pàmies y nos quedan miles de ocasiones para hacer campañas contra los transgénicos más “suaves”. A pesar de todo, el resultado de esta acción es el siguiente: a) 24 casetas que firman como entidad; b) 29 personas regentes de casetas que firman el manifiesto a nivel personal; c) 186 firmas de trabajador@s de las casetas; d) 36 carteles con el texto “CASETA LIBRE DE TRANSGÉNICOS…” entre los entregados y colocados; e) varios libreros de Madrid nos pidieron manifiestos para incluirlos en la bolsa de cada persona que les comprara un libro. Hemos dejado no menos de 1500 ejemplares a estas casetas a las que expresamos nuestro agradecimiento. Además de la difusión de nuestros lemas ante decenas de miles de personas que abarrotaban la Feria, hemos dialogado con cientos de viandantes y muy en particular con, al menos, 500 personas de las casetas pertenecientes al Gremio del Libro.

Todas las adhesiones han sido enviadas (los documentos originales) a l@s compañer@s de la Assemblea Pagesa. Paralelamente los GAKs, junto a otros colectivos y redes sociales de Madrid, hemos recogido multitud de firmas que se les han enviado de manera descentralizada.

Ahora que es clamorosa la evidencia de la inevitable contaminación transgénica, más allá de cualquier reglamento de coexistencia entre cultivos transgénicos y no transgénicos, debemos incrementar nuestros esfuerzos para favorecer la rectificación de quienes han jugado a poner una vela a dios y otra al diablo. Debemos mirar hacia delante sin resentimiento, aunque también sin olvidar lo negativo de algunos comportamientos antidemocráticos e incluso represivos contra quienes no bailábamos al son de las negociaciones con el gobierno del PSOE. El objetivo hoy es la reconstrucción de un frente unido contra los transgénicos en base a: 1) la retirada de cualquier propuesta de normativa de coexistencia para una aplicación verdadera del principio de precaución, 2) la prohibición del cultivo comercial de maíz transgénico MON-810, 3) una moratoria europea de cultivos y alimentos transgénicos, 4) el sobreseimiento inmediato de todas las causas pendientes de los ciudadanos conscientes que se han arriesgado a enfrentarse personalmente contra los abusos de las multinacionales y la complicidad de las autoridades y 5) la declaración de millones de “Zonas Libres de Transgénicos. Coexistencia ¡NO, NO y NO!.”

11/06/2007

Pilar Galindo, Grupos Autogestionados de Konsumo (GAKs) de Madrid

Notas

[1] Contenido central de la carta enviada por Amigos de la Tierra por email a un amplio directorio para difundir la Declaración y pedir adhesiones.

[2] “Consideraciones básicas a incluir en las normas españolas sobre coexistencia entre cultivos modificados genéticamente, cultivos convencionales y ecológicos”, marzo de 2005. Documento completo aquí

[3] Penúltimo párrafo de Nota de prensa 26/6/2006 titulada “Las ministras de agricultura y medio ambiente perfilan una norma que legitima la presencia de transgénicos en la agricultura convencional y ecológica. Agricultores, ecologistas y representantes del sector de la producción ecológica presentan un documento de alegaciones a la nueva versión del Proyecto de Real Decreto ‘de coexistencia’. Puede consultarse, a falta de prueba documental en las web de las organizaciones que lo emitieron, en la web de CAES ver aquí

[4] Texto completo de la Declaración aquí

[5] ABSOLUCIÓN PARA JOSEP PÀMIES - Adhesiones
ENTIDAD / NIF: / EMAIL:
REPRESENTADA POR: / NIF: / TEL:
Envia a Campanya en Solidaritat amb Josep Pàmies. C/ Lleida, 1-bajos. 25600. Balaguer (Lleida). O bien a moc.liamg@eruillseimap. Para aportaciones económicas, Nº cuenta: 2085 4959 11 0330209363

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