Paraguay: “No solamente se hace masacre con armas, también con contaminación y semillas transgénicas”

Idioma Español
País Paraguay

La lucha por la tierra se lleva desarrollando en América Latina desde hace años, aunque en Europa es una lucha que nos puede resultar mas o menos ajena, está muy relacionada con la batalla contra el neoliberalismo y por la soberanía alimentaria y cultural.

En un país como Paraguay donde la desigualdad social es flagrante en cuestión de acceso a la riqueza,a las tierras, a la sanidad y a la educación, donde se da un intenso proceso migratorio campo-áreas urbanas y un progresivo despojo de tierras a la población campesina e indígena. Una gran cantidad de territorio está en poder de latifundistas paraguayos, brasileros y argentinosprincipalmente, que cuentan con miles de hectáreas para estancias ganaderas o cultivo de transgénicos. Es por esta razón por la que el movimiento de los sin tierra, denominados carperos en Paraguay, aglutina a muchos campesinos que mantienen una tensión política y de supervivencia por la tierra mediante ocupaciones de tierras denominadas malhabidas, es decir, que no están utilizadas y no tienen titularidad.

El 15 de Junio de 2012 se produjo una ocupación de tierras en Marina Kue, Curuguaty, departamento de Canindeyu. Unos 60 campesinos, hombres y mujeres, entraron simbólicamente en unas tierras que llevaban tiempo cultivando por considerarlas de titularidad pública, incluso contando con papeles que lo demostraban. Se produjo una masacre que abrió la puerta al golpe de estado institucional que derrocó al gobierno electo de Lugo y con ello a un proceso de cambio y apertura en Paraguay mediante una reforma agraria que repartiría las tierras entre el campesinado y otros avances sociales que comenzaron a implementarse tímidamente como la descentralización y accesibilidad sanitaria que llevó cientos de puestos de salud al interior del país. Las tierras de Marina Kue supuestamente pertenecían al exsenador colorado Blas Riquelme quien las había arrendado a sojeros brasileros con la connivencia del poder judicial local, nunca se pudo demostrar la propiedad de las mismas mediante titulación, en cambio posteriormente se admitió la titularidad pública de las mismas tal y como los campesinos defendían.

Los 60 campesinos entraron en las tierras con la intención de recuperarlas como habían hecho con otras tantas para la reforma agraria desde hacía varios años, iban armados con palos, escopetas de caza y machetes, entre ellos había hombres de todas las edades, mujeres e incluso bebés. Para el desalojo se dispuso un operativo de 324 policías al mando de Erven Lovera, quien contaba con basta experiencia en el desalojo de tierras. Frente a los campesinos se desplegaron el Grupo Antimotines armado de escudos, porras y balas de goma y mas atrás el Grupo Táctico con armamento reglamentario. Además contaban con dos helicópteros. Cuando la policía comenzó las negociaciones para la salida pacífica de los ocupantes, comenzaron a entrar los grupos policiales por izquierda y derecha y se inició el fuego según relatan los propios ocupantes. La Fiscalía mantiene la versión de que fueron los campesinos quienes iniciaron la balacera, sin embargo los detallados informes paralelos realizados por la Plataforma de Estudios de Conflictos Campesinos y el Coordinadora de Derechos Humanos de Paraguay (CODEHUPY) y los vídeos públicos demuestran que es imposible que los campesinos dispararan viejas escopetas de caza con tanta rapidez. El sonido y la cadencia de los disparos corresponden a fusiles de guerra por lo que la hipótesis de francotiradores escondidos entre los maizales que tendieron una trampa a policías y campesinos empieza a tener más importancia. Cuando la balacera terminó algunos campesinos que no se encontraban en la negociación salieron a entregarse y fueron baleados, algunas mujeres que portaban bebes huyeron al bosque y fueron gaseadas. El resultado fue una masacre, 6 policías asesinados y 11 campesinos y casi 80 heridos.

Las investigaciones señalan argumentadamente ejecuciones sumarias extrajudiciales, personas que fueron disparadas una vez detenidas o bien cuando se encontraban heridas en el campo, omisión de socorro de heridos por parte de la policía y diferencia en la atención medica: rápida para la policía, lenta, hasta esperar todo el día o atención en los pasillos del hosptial, traslado en camiones, para los campesinos. Las detenciones también fueron reportadas como irregulares y denunciadas torturas y violencia sexual contra las mujeres que no han sido investigadas por la fiscalía. Muchos de los detenidos declaran que no estaban presentes en la finca en el momento de la ocupación, que se encontraban trabajando y fueron apresados en el momento de visitar a compañeros heridos, algunas personas detenidas de esta forma han sido puestas en libertad y no imputadas pero no ha sido tampoco investigado por ninguna instancia.

Desde la ocupación de las tierras se ha imputado a 12 personas que se encuentran apresadas de manera dispersa en distintas carceles del país. En diciembre de 2012 fue asesinado a balazos Vidal Vega, dirigente campesino de la zona y testigo clave de la masacre, quien aportó datos en contra de la versión de la Fiscalía En estos días fue desconvocada nuevamente la audencia preliminar para determinar los cargo a pedido de la defensa ya que no se ha hecho oficial la titularidad pública de Marina Kue, lo cual rebajaría los cargos de los acusados/as.

La masacre de Marina Kue fue el primer paso para una vuelta atrás en el Paraguay. Después de la matanza, los medios y algunos diputados y senadores manifestaron que era la tibieza del Ministerio del Interior y del Poder Judicial con los campesinos la razón de la misma. Posteriormente se organizó un juicio político a Lugo que culminó con su destitución y el encumbramiento en el poder de Federico Franco del Partido Liberal. La crudeza de la masacre, la evidencia de las armas utilizadas, la poca voluntad para el esclarecimiento, hace pensar en teorías de la conspiración que tal vez tengan algun fundamento a juzgar por la cantidad de pruebas fundamentadas por informes paralelos.

Desde entonces se han celebrado unas elecciones que han dado como presidente electo a Horacio Cartes, candidato del Partido Colorado. Cartes ha sido ganador de unas dudosas elecciones plagadas de compras de votos e irregularidades varias según documenta la observación internacional, y a pesar de que su nombre aparece vinculado al narco en los cables de Wikileaks y de sus novisima afiliación al partido. Es un empresario multimillonario. Ha devuelto el poder a quien nunca lo había soltado, el Partido Colorado.

Durante la campaña electoral ni el Frente Guasu, partido por el cual Lugo ha sido elegido Senador, ni ningún otro partido ha mencionado el caso Curuguaty como la esperpéntica vulneración de Derechos Humanos que es, ni le han otorgado la dimensión política que tiene: la usurpación de la tierra en el Paraguay y la sistemática matanza de campesinos.

Ruben Villalba

Ruben Villalba es considerado el dirigente de la ocupación de Marina Kue. Originario de Caaguazú, se trasladó a Canindeyú en 2003 donde además de ser catequista, entró a formar parte del Partido Comunista y del Movimiento Agrario del Paraguay (MOAPA). Desde hace años forma parte del movimiento de sin tierra en Paraguay ocupando exitosamente y de forma pacífica tierras malhabidas que posteriormente fueron titularizadas y normalizadas según la reforma agraria. En el momento de la masacre, Villalba estuvo al frente de las negociaciones pero fue herido en la cabeza, consiguió ser rescatado y puesto a salvo. En la ocupación su pareja y su bebé de meses también estaban presentes y consiguieron huir al bosque, actualmente su pareja se encuentra en arresto domiciliario con su bebé, quien todavía acusa problemas respiratorios por efecto de los gases y no cuentan con apoyo humanitario para sobrevivir.

Villalba permaneció huido cinco meses, tiempo durante el cual se recuperó parcialmente gracias a la solidaridad de los vecinos. Él mismo relata cómo se entregó a la policia cuando escuchó torturar a las personas que le habían acogido.

Una vez fue arrestado y bajo la amenaza de ejecución, Rubén presentó una querella judicial contra Federico Franco, quien públicamente y sin que la fiscalía hubiese presentado la acusación le llamó “asesino”. Desde entonces Villalba se convirtió en “el hombre más peligroso de Paraguay” acusado de comunista y de pertenecer a la guerrilla del Ejército del Pueblo Paraguayo y fue apresado en el penal de Tacumbú en Asunción, cuyas condiciones son dignas de revisión por cualquier inspección de organismo internacional.

En la actualidad se puede observar la marca de la bala que le rozó la cabeza y cuyas secuelas, ausencia de visión y audición en el lado izquierdo y convulsiones, nunca han sido valoradas clínicamente.

Rubén Villalba se define como un humanista que se preocupa por sus compañeros indígenas, obreros, campesinos. Es una persona tranquila, optimista, pero que siente que se ha cometido una gran injusticia con su encarcelamiento y vive con la angustia contínua del recuerdo de la masacre. Por este motivo inició a principios de año una huelga de hambre junto a otro preso del caso Curuguaty, Néstor Castro. La huelga duró 55 días, tiempo durante el cual Rubén fue hospitalizado pero no recibió la visita de Lugo ni de ninguna otra autoridad política que se encontraba en precampaña electoral. La huelga finalizó cuando se otorgó la prisión domiciliaria a Fanny Olmedo y Dolores López, embarazadas en el último trimestre de gestación que se encontraban en prisión común contra todo convenio humanitario.

Como el resto de sus compañeros detenidos se encuentra a la espera de un juicio justo. Él cuenta con la desventaja de haber sido ya denominado “asesino” por el presidente golpista.

Las palabras a continuación son la transcripción del mensaje que Ruben Villalba quiere transmitir a la opinión pública europea para dar a conocer el problema de la tierra en Paraguay y la masacre de Curuguaty:

“El capitalismo entró en Paraguay después de la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870) y ahí desapareció nuestra cultura, la educación y la forma de gobierno de Rodriguez de Francia y del Mariscal Lopez. Después vino otra guerra, la del Chaco que tambiém era por política imperialista, no era una guerra por las tierras, nosotros consideramos que fue una guerra sucia donde estaba implicada una empresa norteamericana, Shell. Después de esa guerra viene otra supuesta revolución donde peleaban PLRA (Partido Liberal Revolucionario Autentico) y Colorados. Fue una masacre, había violaciones, robos. Ahí empezaron las divisiones de nuestro país y también la tiranía del dictador Stroessner. Perseguían a los campesinos y a los que pensaban difefrente. Durante el gobierno del dictador Stroessner hubo muchos muertos y desaparecidos, ahí entraron los latifundustas como Teixeira, Riquelme, y todos los políticos cobardes en todas partes del país utilizando la tierra como si fuera suya. Entonces empezaron la guerra contra los latifundistas. Después de la caida de Stroessner siguió su política hasta ahora en el Poder judicial, Parlamento, en todas partes. La estructura ha permanecido igual. Desde ahí empezó la lucha campesina y el capitalismo con sus privatizaciones de las empresas estatales generando despidos de obreros y también entraron las empresas transnacionales. Ha habido un abandono del campo y zonas urbanas, no llegan medicamentos ni doctores, no hay escuela ni educación para el desarrollo, hay un 40% de analfabetismo y un 37 % de analfabetos funcionales. No hay infraestructuras públicas, ni de fomento, ni mercado para que los campesinos vendan sus productos. Perdimos la producción agraria por las empresas como Carhill y Monsanto que quieren que los productores dejen sus chacras.

Masacre de Curuguaty

Tenemos un poder judicial y parlamentario manejado por las empresas y los latifundistas. Tenemos un país manejado por el capitalismo o sea que no tenemos democracia, todavía estamos en dictadura porque en democracia no hubiera pasado esa masacre.

Blas Riquelme se adueñó de 50.000 hectáreas de tierra del Estado, nosotros se lo pedimos a los militares. Las utilizan las empresas que alquilan a Riquelme y eran tierras del Estado. Nosotros entramos en las tierras del pueblo, no de Riquelme, como dice la prensa. Ahí pasó esa masacre que acabó con los campesinos y humildes policías. Responsibilizamos al poder judicial, poder ejecutivo, parlamentarios y los partidos tradicionales. Al capitalismo no le interesan las personas, solamente como va a recuperar poder, como ganar mas plata. Aquí ya se han plantado cuatro millones de hectáreas de soja y maíz transgénico. No solamente se hace masacre con armas, también con contaminación y semillas transgénicas.

Después de Stroessner, mataron a mucha gente, casi 70 dirigentes campesinos fueron asesinados por los latifundistas. Los partidos tradicionales son responsables. Hay muchos desalojos salvajes cuando hay ocupaciones de tierra. Nosotros también. Yo como Rubén, sufrimos amenazas, persecuciones, desalojos. Eramos perseguidos con armas por los sicarios. En Marina Kue nos perseguían con armas largas, al principio de la ocupación (llevaban 8 años de lucha entrando y saliendo y 4 meses ocupando antes de la masacre). En otras ocupaciones se repartió la tierra en Curuguaty pero hasta ahora siguen con amenazas de los latifundistas, no están los documentos de la tierra. Como dirigentes campesinos estamos preocupados por la situación de nuestro país . No hay trabajo, hay migraciones, millones de paraguayos en Argentina, en España. Obreros sin trabajo, despedidos por la ley de la maquila. También hay indígenas invadiendo las ciudades porque las empresas les quitan sus tierras. Con el nuevo gobierno será la misma política, el mismo partido durante casi 65 años.

El caso Curuguaty

Me parece que la acusación no tiene argumentos para inculparnos y la investigación no es imparcial, tenemos una investigación parcialista. Pedimos el apoyo de los DDHH internacionales, especialmente en España para que se haga justicia y para pedir nuestra libertad porque estamos en la carcel injustamente, somos presos/as políticos/as. Pedimos también ayuda económica porque perdimos nuestras casas, nuestras tierras, nuestros medios de subsistencia, hay niños huérfanos. Pedimos solidaridad para las víctimas de la masacre. Vamos a seguir luchando por nuestro país. La lucha no se gana con armas y balas, sino con inteligencia y resistencia. Quiero hacer política, no politiquería en nuestro país. Quiero mandar saludos a mis compatriotas, me preocupa la gente que está fuera del país porque deja a su familia. Nosotros estamos peleando para que ell@s puedan volver y recuperar sus tierras y estar junto a su familia como paraguay@s. A pesar de que estamos perseguid@s por latifundistas, seccionaleros, empresas y politiqueros, no nos vamos a callar. Como dice López: vencer o morir”.

Rubén Villalba
Prisión de Tacumbú, Asunción. Junio 2013

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25.06.2013

Por María Bilbao, psicóloga (Paraguay)

Fuente: Toma la palabra

Temas: Agronegocio, Criminalización de la protesta social / Derechos humanos, Transgénicos

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