Argentina: Etanol: ¿oportunidad de qué?

Ing. Enrique Martínez
Presidente del INTI

Se viene hablando mucho del etanol y muy probablemente esto se incremente. Resulta necesario entender por qué el tema es tan relevante.

La producción de alcohol a partir de hidratos de carbono y azúcares es tan vieja como la humanidad. Muchas bebidas se han hecho por fermentación alcohólica desde hace miles de años. También se ha buscado obtener un combustible de uso masivo. En la Argentina, durante la segunda guerra mundial, se trabajó mucho en la definición del “carburante nacional”, a partir de maíz, ante las dificultades para importar naftas. Mas cerca en el tiempo, un año después de la crisis del petróleo de 1978, funcionaban en Iowa mas de 1000 surtidores que vendían nafta con agregado de etanol. Ni hablar del programa “movido a álcool” que tiene Brasil desde hace casi 40 años, usando la caña de azúcar como materia prima.

Sin embargo, ahora es distinto. Estados Unidos ha decidido que producir etanol en ese país es política de máximo interés nacional. Clinton inició el camino y Bush ha aumentado la apuesta varios órdenes de magnitud. Se subsidia el agregado de etanol a la nafta; se aplica aranceles a la importación del producto desde Brasil; se han fijado metas tan altas de consumo que ya hay mas de 100 destilerías en operación, a las que se sumarán otras 80 que están en construcción.

La materia prima disponible es el maíz. En 2006 el 18% del maíz norteamericano se derivó a alcohol. Esta proporción aumentará mucho en los próximos años, mientras se espera que lleguen a escala comercial los desarrollos para convertir celulosa en alcohol, permitiendo así que cualquier vegetal, aún desechos agrícolas, pueda ser materia prima. Se cree que en 2012 comenzará la producción con la nueva tecnología. Se ha elegido el switchgrass, una gramínea perenne, como la materia prima recomendada y se espera destinar a su cultivo más de 50 Millones de hectáreas en 2025. Esto es mucho más que toda la superficie cultivable de la Argentina y los planificadores del tema imaginan que está enorme cantidad podrá ser restada a la que actualmente se dedica al pastoreo ganadero, a través de mejorar la eficiencia del manejo del resto de la tierra.

Como se ve, se busca una descomunal transformación productiva en la propia agricultura del Norte. ¿Con qué resultados? Producir por esta vía el 12% de la energía consumida en Estados Unidos en el 2025. Referido al consumo de combustible de los vehículos, será el 30%.

Permítaseme agregar dos datos.

En esa fecha, se prevé que las energías enteramente renovables (solar, eólica, geotérmica, hidráulica) provean el 13% de la energía total consumida en ese país.

Estudios muy serios demuestran que con la generalización de tecnologías ya disponibles o muy avanzadas, para utilizar electricidad y celdas de hidrógeno en vehículos más eficientes, se podría ahorrar el 30% del consumo de combustible, en menos de 10 años, con una inversión mucho menor que la prevista para la producción de alcohol.

Ninguno de los dos caminos –energías renovables; ahorro de combustible por usar autos híbridos– tiene los efectos negativos del plan etanol. Estos son:

- Aumento del precio del maíz, que los mismos estudios calculan en 80% en valor real para el 2025. Esto es mirado como un beneficio para los productores norteamericanos de maíz, -país con bajo consumo humano directo de maíz- pero es un drama para los países en que este cereal es alimento básico, como buena parte de Latinoamérica. Incluso afecta ya a los productores de pollos, cerdos o leche del propio Estados Unidos. El efecto mundial puede ser amplificado por la reducción de exportaciones de maíz desde ese país.
- Aumento del precio de otros productos como el trigo o la soja, por disminución de la superficie sembrada.
- Creación de un mercado mundial de etanol con un comprador muy dominante (Estados Unidos), que por lo tanto definirá la rentabilidad de toda la cadena y previsiblemente la llevará al mínimo luego que el sistema de producción esté establecido.

¿Por qué pasa esto? ¿Por qué se ha elegido este camino disponiendo el país que toma la iniciativa de mejores alternativas casi evidentes?

Encontramos una única explicación. Las energías alternativas, tanto para producir electricidad como para mover un vehículo, permitirán imaginar un sistema de generación y de consumo descentralizado, que no sea tan concentrado y dependiente del conjunto de grandes compañías que hoy controlan la refinación y distribución del combustible. Esto, sumado al ahorro de energía, afectaría directamente los intereses de las grandes corporaciones que dominan el negocio del petróleo en el mundo.

El camino del etanol, por su parte, mantiene todo el actual sistema de poder y además sirve como factor de contrapeso del precio del petróleo crudo –al que no se propone reemplazar de modo terminante, solo controlar su precio-, con lo cual apunta a mejorar la renta de las corporaciones petroleras.

En ese tránsito, se aumenta el precio de un alimento básico de los humildes, se transfiere el uso de millones de hectáreas desde los alimentos al combustible, se obliga a subsidiar la producción de casi cualquier carne.

Si alguien tiene otra explicación que la traiga. Pero, por favor, que no se insista que los argentinos tenemos una brillante oportunidad a consecuencia del mayor precio del maíz. ¿Oportunidad de qué?

Fuente: INTI