Argentina: Neuquén: la tierra y los beneficios para unos pocos

Idioma Español
País Argentina

El Gobierno dice que duplicó la superficie cultivable en los últimos seis años. Las actividades agropecuarias no superan el 1% del Producto Bruto Geográfico y el 60% de la tierra es fiscal. La revolución productiva de Jorge Sobisch es otro blef como lo fue la “verde” de su padrino Carlos Menem

(AW) (Por Antonio Miglianelli- Corresponsal popular de Agencia Walsh). El Gobierno dice que duplicó la superficie cultivable en los últimos seis años pero las actividades agropecuarias no superan el 1% del Producto Bruto Geográfico y el 60% de la tierra es fiscal. La revolución productiva de Jorge Sobisch es otro blef como lo fue la “verde” de su padrino Carlos Menem. Esto implica que Neuquén sigue siendo hidrocarburíferadependiente, cuyos bienes comunes en ambiente de sustento son propiedad de las empresas multinaciones y cuyas reservas nos hacen pensar que deberemos paulatinamente ir preparándonos para dejar de utilizar el gas como consumo doméstico y pasar gradualmente a la electricidad como en muchos países y como lo fue en los años 70 toda la villa El Chocón mientras se construía la represa y después de ello.

Uno de los ejes de su campaña para Gobernador (Jorge Sobisch), fue el ir cambiando la fisonomía económica-productiva de la provincia. Pasar del modelo de prestación de servicios y concesionaria de hidrocarburos, a una faz provechosa de tierra que por millones de hectáreas están en estado virgen, sin contaminar y en manos provinciales; el 60 % es tierra fiscal.

Cuando en los años 80 vinieron técnicos Japoneses a instalar piscifactorías en Neuquén, no podían creer que tanta tierra estuviese ociosa, sin producirla, existiendo como ahora, una oferta de agua y energía de sobra.

La historia no es nueva no solo para Neuquén sino también para Río Negro. Cuando se construyó El Chocón estaba escrito poner bajo riego un millón de hectáreas, mitad para cada provincia. Si eso se hubiese llevado a cabo, esta región, a 35 años de la puesta en marcha de “la obra del siglo” habría pasado a ser uno de los valles y zonas productivas mas fabulosas de todo el mundo. Pero en realidad, como decía mi viejo desde un lugar federalista, “El Chocón sirve para darle luz a los cines de la calle Lavalle”. Con su lógica el viejo tenía razón. La energía de la represa es de punta, solo se pone en marcha en las horas pico cuando el cordón industrial del centro del país lo requiere.

Pero hay otro problema que se suma a la falta de zonas productivas y lo es la concentración de la tierra en pocas manos y para mal de males, en poder de empresarios que no solo no tienen historia en esas producciones, sino que ni siquiera viven en el lugar; más aún: en otra provincia y amigos dilectos del ahijado político del gran patilludo. Un ejemplo de esto y que ya hemos dado cuenta de ello, es el hermoso valle en San Patricio del Chañar a unos 60 kilómetros de Neuquén capital.

“Una investigación realizada por los docentes de la Universidad Nacional del Comahue Osvaldo Preiss y Silvia Roca, reveló que a pesar de la inversión hecha en San Patricio del Chañar la localidad crece con pobres indicadores sociales”, señala hoy una publicación en el Diario Río Negro. Esta tarea fue dada a conocer el año pasado y hoy tomó estado público.

Señalan los investigadores que "el sector empresarial genera empleo genuino hacia el estrato de profesionales a cargo de la gestión administrativa y económica de los establecimientos frutícolas, no así hacia los eslabones primarios de la cadena agroindustrial”

Lo que ocurre es el gobierno dice que “Neuquén duplicó en 6 años las hectáreas cultivadas Viñedos, frutas de carozo y horticultura fueron los motores del crecimiento. Sin contar los créditos a bodegueros, se repartieron 350 millones de pesos. El incremento de la superficie plantada no gravitó en la mano de obra. El sector agropecuario representa el 5% del trabajo en la provincia, mientras que el Estado sigue siendo en el gran empleador” como reza la nota del matutino. “Así, debido a la flexibilización laboral y las características propias del ciclo de producción, se generó en la ciudad un fenómeno de "pluriactividad" y "multiocupación" ya que las labores rurales son insuficientes”, dice este informe. Sobre este escenario, concluye esta investigación, "sólo el 52% de los hogares ubicados en el casco urbano está en óptimas condiciones de habitabilidad". Sin embargo, añade, "sigue adelante la ocupación de tierras fiscales y el 22% de la población mayor de 20 años, tanto de la ciudad como del campo, está atendida con programas asistenciales".

Y aquí viene el tema de marras que venimos desarrollando. El Gobierno otorgó en estos años 350 millones de pesos a pequeños productores. Esto solo implicó pasar de unas 6.500 hectáreas a 13.000, muy lejos para que Neuquén no siga dependiendo, por ejemplo de Mendoza, en la provisión de hortalizas.

Si bien el clima patagónico y su suelo no es el de la pampa húmeda, en otros sitios como Israel, no solo desalinizan el agua del mar para el consumo, sino que las granjas colectivas fueron creadas en plana arena del desierto.

Pero “esa cifra no incluye los 120 millones de pesos otorgados por el Iadep -Instituto Autárquico de Desarrollo Productivo- a un reducido grupo de empresarios bodegueros en San Patricio del Chañar algunos de ellos vinculados al gobierno provincial, y cuya deuda fue refinanciada el año pasado a plazos mayores a los previstos y con tasas más bajas”. ¿Se va entendiendo verdad…?

El final del mandato de Jorge Sobich en diciembre de este año dejará a Neuquén, sin las joyas de la abuela; los 700 millones de dólares que Nación le dio en los 90 en concepto de regalías mal liquidadas; las zonas hidrocarburíferas contaminadas y sin remedación; comunidades de pueblos originarios prácticamente condenados a una muerte lenta y enfermedades degenerativas por ingesta de agua con metales pesados, acumulación del poder económico en sus allegados y socios; enajenación de los bienes comunes en ambiente de sustento a manos de las multinacionales, y uno de los costos de vida mas alto del país que provoca privaciones y estado de pobreza por a casi la mitad de la población en una de las provincias mas ricas de la Argentina.

Como Menem nos deja maniatados en cuanto al poder estratégico. La tierra no socializada en manos de unos pocos como en el resto del país con Monsanto y la soja transgénica dependiente; la producción de energía y los hidrocarburos regalados al capital multinacional, y cuando estos últimos se vayan en el 2.027 ,(si es que se van), solo quedará un páramo en las áreas explotadas y nada de beneficios reales en las familias Neuquinas.

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Fuente: AGENCIA DE COMUNICACION RODOLFO WALSH

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