Argentina: "necesitamos la ayuda de San Luis para que Monsanto no cultive en el Conrlara"

Idioma Español
País Argentina

“Es muy importante que los puntanos nos ayuden. En la zona del Conlara, Monsanto está arrendando una cantidad de campos muy grande. Y ahí van a producir la semilla transgénica que se va a procesar en la factoría de Monsanto de Malvinas Argentinas. La semilla de maíz que van a reproducir acá es un monstruo..."

“Es muy importante que los puntanos nos ayuden. En la zona del Conlara, Monsanto está arrendando una cantidad de campos muy grande. Y ahí van a producir la semilla transgénica que se va a procesar en la factoría de Monsanto de Malvinas Argentinas. La semilla de maíz que van a reproducir acá es un monstruo. Es una semilla de maíz que tiene dos genes, uno que resiste al glifosato y otra que resiste a otro herbicida que se llama glufosinato. Cuando siembren esa semilla van a poder aplicar glifosato y Glufosinato juntos; y además tiene tres genes más que hacen que la planta segregue tres toxinas que son insecticidas. O sea, para no tener que regar insecticidas, hacen que la planta segregue tres toxinas insecticidas más, es decir que el maíz lo han convertido en una planta venenosa que expande venenos mientras sus células estén vivas y se va a cultivar aquí en el valle del Conlara. Van a fumigarlos con grandes cantidades de agro tóxicos. Porque de estos cultivos para semilla tiene que salir una semilla de maíz perfecta, para sembrar casi 4 millones de hectáreas en la Argentina. En la planta de Malvinas en Córdoba va a ser tratada, curada la llaman ellos, pero en realidad significa envenenarla más todavía. La van a impregnar con unos insecticidas muy tóxicos y persistentes, son tratamientos que convierten a las semillas de maíz en una verdadera bomba. Como será que la tienen que pintar con colores fluorescentes, porque si alguien la come se muere, sean pollos, chanchos o humanos. Esta semilla no se puede consumir, te mata y ya hay muchos casos en todo el mundo, por eso la tienen que pintar y recubrirlas de un plástico para que no se despinten. No la pueden comer ni los pollos ni nadie. Es para nosotros muy importante articular con los puntanos, que se pueda constituir una organización como el Paren de Fumigar de Córdoba, Santa Fe o Bs As, sería bueno contar con una fuente de información y apoyo aquí en San Luis donde se está instalando Monsanto, porque es un problema, esto es un gran negocio para la política y un gran problema para los pueblos no solo por la contaminación química sino también política. Monsanto es el mayor corruptor de gobiernos de todo el mundo, tiene procesos judiciales y denuncias en todos lados”. Más sobre la charla del Dr Avila

Estas fueron las palabras de uno de los representantes más activos de Médicos de Pueblos Fumigados, el pediatra y neonatólogo Medardo Ávila Vázquez, en su paso por San Luis el 17 de mayo pasado. Invitado por Cuadernos Rebeldes y el Dpto. de Formación y Educación Popular Docente, expuso junto a María Godoy, Madre de Bº Ituzaingó y Fernando Bretck de la Organización Paren de Fumigar de Alcira, en la charla debate que se realizó ese día en el Asociación de Docentes Universitarios sobre “Agrotóxicos, salud y resistencia”. Días más tarde, llegó a las redes sociales el informe completo producido por el equipo de coordinación de la Reduas – Red Universitaria de Ambiente y Salud – Médicos de pueblos fumigados, bajo el título “Las semillas mutantes de maíz y el Santuario transgénico de Monsanto en San Luis”.

En el contexto de las más de 52 marchas realizadas entre el 23 y el 25 de mayo pasado en todo el mundo en contra de la Multinacional Monsanto, las recientes noticias de haber sido rechazado contundentemente prácticamente en casi todos los países Europeos, el informe alertó y preocupó a la población y en estos días prácticamente todos los medios de comunicación de nuestra provincia se hicieron eco de esta noticia, ofreciendo importantísima información respecto al peligro que implica tener de huésped en nuestras tierras a esta empresa de reconocida trayectoria mortal para la diversidad biológica y humana. En cuadros adjuntos, el lector podrá encontrar una pequeña muestra de la infinidad de información existente en relación a Monsanto y sus ambiciosas estrategias para cooptar el mercado de la alimentación mundial acosta de la destrucción y contaminación de cursos de agua, tierras y poblaciones que conviven con sus semillas genéticamente modificadas.

Habiendo escrito varias notas sobre la agricultura química que impuso Monsanto en el mundo, esta vez sólo pretendo sumar una lectura que intente aportar a la comprensión de porqué campesinos, ciudadanos y comunicadores tenemos el derecho y el deber de cuestionar, querer saber, alertarnos, movilizarnos para intentar evitar el desarrollo de un emprendimiento productivo que ya ha mostrando resultados perjudiciales en demasiados lugares del mundo y significará sin lugar a dudas un legado de contaminación, enfermedad y desertificación para las generaciones futuras. La Ley General del Ambiente 25.675, instituye en su Art. 4, diez principios básicos de toda política ambiental. Entre ellos, el principio de prevención establece que “Las causas y las fuentes de los problemas ambientales se atenderán en forma prioritaria e integrada, tratando de prevenir los efectos negativos que sobre el ambiente se pueden producir” y el principio precautorio “Cuando haya peligro de daño grave o irreversible la ausencia de información o certeza científica no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces, en función de los costos, para impedir la degradación del ambiente”

Insertos e involucrados como estamos en este sistema extractivista y explotador de la naturaleza necesitaríamos comenzar a recitar como al Himno Nacional, los derechos y deberes que esta Ley fundamenta, sobre todo si son nuestras autoridades provinciales quienes tienen la responsabilidad de la vicepresidencia del COFEMA –Consejo Federal de Medio Ambiente- autoridad de aplicación para la instrumentación efectiva de esta Ley madre del Ambiente. Es una realidad innegable que la presencia de Monsanto en San Luis, es fruto de complejísimos factores que mucho tienen que ver con la corrupción enquistada en nuestro país desde hace más de dos décadas, que permitió un paquete de autorizaciones, “controles” y aprobaciones de prácticas y productos a medida de la multinacional. Sin embargo, así como en el 2008, se pudo crear en la provincia una Ley que preserva a nuestro territorio de la minería química tóxica por la potestad que las provincias tienen sobre sus recursos naturales a partir de la Reforma de la Constitución Nacional de 1994; hoy se cuenta con todas las herramientas y fundamentos legales para proceder respetando los principios de la Ley 25.675 y “La vocación de cada zona o región, en función de los recursos ambientales y la sustentabilidad social, económica y ecológica”

En el país y específicamente en San Luis se han creado Leyes y se han firmado Pactos Estratégicos de paz entre Progreso y Medio Ambiente de sobra, por lo que hoy es evidente que sólo es necesaria la voluntad política de permitir que sean los pueblos y sociedades quienes elijan –por ejemplo mediante audiencia pública- qué empresas podrán ser albergadas y aceptadas en nuestro territorio, o qué tipo de agricultura puede practicarse y cuál no. Si la provincia y autoridades de San Luis han recibido premios y menciones de reconocimiento por el cuidado del ambiente, tendrán todo el derecho y la responsabilidad de elegir reparar todo el daño que ya se ha hecho a nuestros pueblos del interior rodeados por monocultivos transgénicos y a nuestras fértiles tierras, desmontadas y expoliadas una y otra vez de sus nutrientes, impulsando otro tipo de agricultura orgánica más saludable, que hoy se vislumbra en los estándares más cotizados del mercado internacional. Somos los habitantes de esta tierra linda y de buenos amigos quienes tendremos que exigir, peticionar y trabajar para intentar evitar una epidemia de enfermedades, el robo del agua, la desertificación y contaminación ambiental irreversible, si las autoridades que nos representan no tienen la voluntad de velar por la salud de quienes les han otorgado el poder.

Cecilia Sustersic
moc.liamg@cisretsusicec
www.alertatierra.org.ar

Fuente: Alerta Tierra

Temas: Transgénicos

Comentarios

07/02/2014
Hola, por Javier Arambarri
Hola, ojalá y Monsanto no ingrese al valle del conlara.

ni esté presenta en la argentina.

saludos desde La Habana