Chile: Anamuri participa en diseño de campaña mundial en defensa de las semillas

Idioma Español
País Chile

Hasta el IALA de las mujeres del campo en Chépica llegó parte del equipo técnico de La Vía Campesina para conocer la experiencia chilena y planificar los procesos de formación y difusión en defensa de las semillas como patrimonio de la humanidad en todos los continentes.

Desde México, Argentina y Brasil viajaron los integrantes del equipo técnico de La Vía Campesina que participan en la construcción de la Red IALA y en la sistematización de los distintos procesos, escuelas y espacios de formación en agroecología que se levantan junto a las distintas organizaciones que componen la internacional campesina.

La experiencia acumulada por parte de las dirigentas de Anamuri es fundamental para la articulación que construye este equipo. Así lo reconoce Peter Rosset, reconocido activista e investigador, uno de sus integrantes. "Fueron fundadoras de La Vía Campesina, y muchas de las cosas buenas fueron conquistas en gran parte por el impulso de Anamuri, como por ejemplo equidad de género en todos los espacios de participación, de toma de decisiones, de planificación, de análisis, que fue una conquista difícil, pero muy importante", explica Rosset.

En paralelo a la reunión de trabajo con el grupo de directoras nacionales se desarrolló el cuarto módulo de la 2a Escuela Nacional de Agroecología, por tanto la ocasión perfecta para que las mujeres de distintas partes de Chile, que son parte de este espacio de formación técnica y política, pudieran conocer las reflexiones y experiencias que se desarrollan en otras partes del mundo.

También una instancia para que los especialistas conocieran el trabajo que se proyecta desde el IALA de las mujeres, experiencia única en Latinoamérica. "Ver este espacio de intercambio de saberes y experiencias entre mujeres de las diferentes culturas y regiones de Chile es muy emocionante", enfatiza el investigador. Como activista de la agroecología e impulsor de la necesidad de avanzar hacia la soberanía alimentaria, Peter Rosset ha tenido la oportunidad de observar procesos de distintos territorios y con esa experiencia asegura que superar el patriarcado es vital. "El papel de las mujeres ha sido fundamental en casi todos los casos de éxito de la agroecología", asegura Peter.

"En la guerra que el capital lleva contra los pueblos del campo en todo el mundo, la apropiación de la semilla y la privatización de la semilla es una de las principales armas que están usando para extinguir a los pueblos rurales, entonces el recuperar el control sobre las semillas para las comunidades, para las familias, para las organizaciones populares es fundamental. Sin la semilla no vamos a construir soberanía alimentaria, sin la semilla no vamos a practicar agroecología, sin la semilla no hay posibilidad de construir una autonomía, aunque sea relativa, en el campo. En este gran conflicto entre el capital, las multinacionales, y los pueblos y la madre tierra en el campo, la semilla viene jugando un papel fundamental (...) es una semilla sumamente política, y quien controla la semilla tiene la posibilidad de controlar el sistema", dice Peter, quien está radicado en México.

"La experiencia del IALA de las mujeres es cada vez nombrado", dice el secretario del Área Técnica de La Vía Campesina, Juan Reardon, quien viajó desde Argentina para observar el trabajo del IALA en Chile y aportar al fortalecimiento de la red continental. El objetivo es articular las 60 experiencias de agroecología documentadas hasta el momento y dinamizar el diálogo entre ellas. "Hay muchas iniciativas interesantes, esa riqueza no la visualizamos en su conjunto", explica Juan, también especialista en agroecología. No conoce Chile, pero a simple vista le parece que es el modelo de la revolución verde el predominante.

Durante su presentación, Juan compartió la experiencia del último Encuentro Continental de Asia para mostrar el trabajo de mujeres que al otro lado del mundo luchan por objetivos similares, como las compañeras de la Asociación de Mujeres Campesinas de Corea (KWPA), las que junto a otras organizaciones hacen del feminismo una oportunidad y un desafío para el movimiento en su conjunto. "Tenemos organizaciones o miembros que no han tenido ese debate y hay resistencias a ese debate. El feminismo que nace de organizaciones como Anamuri y la CLOC, ese feminismo se lleva a la Vía Campesina Internacional como espacio de debate y luego a las bases", explica y luego profundiza: "Hay unidad y hay criterios comunes cuando se trata de la necesidad de transformar a la sociedad para lograr la soberanía alimentaria. Y en eso estamos con muchos debates y procesos internos para la maduración y superación de viejas contradicciones".

En la casa de las semillas y de las mujeres "sembradoras de esperanzas" también estuvo Gilberto Schneider, dirigente del Movimiento de Pequeños Agricultores de Brasil y el nuevo coordinador de la campaña "Semillas, patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad", esfuerzo que hasta hace poco impulsaba Francisca Rodríguez, una de las fundadoras de Anamuri y de La Vía Campesina.

Gilberto compartió su análisis sobre los distintos niveles de avance que experimentan las organizaciones del campo respecto de la agroecología, y las dificultades que han sufrido en Brasil para pasar de una producción familiar a una industrializada, y todas las contradicciones que suceden en ese proceso. Además, advirtió la necesidad de lograr un equilibrio entre el desarrollo de un mercado propio y la búsqueda de políticas públicas, para no depender de los vaivenes del mercado ni los tiempos de la política.

De todos sus intentos por organizar y convencer a la población de los beneficios de la agroecología, Gilberto destaca la campaña de adopción de variedades de semilla que impulsó el MPA para involucrar a muchas personas en la conservación de la biodiversidad en Brasil. La idea sería tomar esta experiencia y replicarla coordinadamente al menos dentro de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo, CLOC.

Para Gilberto es importante evitar que los campesinos y campesinas no tengan más opción que comprar paquetes tecnológicos a las multinacionales en el mercado tradicional. La misión es conservar la biodiversidad a nivel familiar, comunitario y territorial. En ese sentido, "Anamuri tiene un potencial muy grande", dice el dirigente campesino.

Fuente y fotos: ANAMURI

Temas: Agroecología, Feminismo y luchas de las Mujeres

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