Colombia: así como la uva no es vino, la coca no es cocaína

Idioma Español
País Colombia

"A punta de té de coca y bebidas energetizantes ni Uribe Vélez ni las empresas asesoras norteamericas continuarán recibiendo suculentas sumas de dinero (Plan Colombia) con las que mantienen su statu quo. La guerra es un negocio más promisorio que la paz y por eso los guerreristas vestidos de corbata desconocen, ignoran y reprimen las iniciativas ciudadanas que propenden por la construcción de una sociedad de todos y para todos"

Santander de Quilichao, Junio 22 de 2006

Hace tan solo un par de días, el gobierno boliviano a la cabeza de Evo Morales anunció su propósito de industrializar la planta sagrada de la coca, de la que se elabora un sinnúmero de productos (té, bebidas, jabón, champú) que ya tienen compradores interesados en China, India, Venezuela y Cuba. Hace tan solo un par de días, el gobierno colombiano a la cabeza de Álvaro Uribe le manifestó a George Bush su deseo de que las fumigaciones aéreas se incrementen, a raíz de que los cultivos de coca no han disminuido de manera significativa y por ende el precio de la cocaína en las calles estadounidenses se mantiene.

El primero dice que la coca es cultura entre los Pueblos Indígenas bolivianos y que el problema es de los Estados Unidos. El segundo, manifestando un profundo desconocimiento de la cultura indígena, no dice nada…..tan solo repite lo de su homólogo del norte que ha desplazado su problema a los campos y ciudades de Colombia.

Hace ya varios años los indígenas Nasa del departamento del Cauca venimos desarrollando un proyecto de industrializar nuestra planta sagrada que se ha materializado con la elaboración del té de coca Nasa Esh y de la bebida Coca Sek, lo que podría constituirse (en caso de masificarse nuestra propuesta) en una alternativa sana, legal y posible para los cultivadores de la hoja que no tienen otros compradores distintos a los narcotraficantes. Sabemos que el narcotráfico es el combustible que atiza la guerra fraticida en nuestro país y por eso elaboramos y presentamos esta propuesta alternativa al pueblo colombiano, sin embargo el INVIMA se ha negado una y otra vez a darnos licencia para ambos productos, incluso en su último pronunciamiento nos advierte que su comercialización será restringida a regiones indígenas. ¿Por qué?

La razón parece obvia: a punta de té de coca y bebidas energetizantes ni Uribe Vélez ni las empresas asesoras norteamericas (Hallbury por ejemplo, de la que hace parte el vicepresidente Dick Chayne) continuarán recibiendo suculentas sumas de dinero (Plan Colombia) con las que mantienen su statu quo. La guerra es un negocio más promisorio que la paz y por eso los guerreristas vestidos de corbata desconocen, ignoran y reprimen las iniciativas ciudadanas que propenden por la construcción de una sociedad de todos y para todos. Las fumigaciones han demostrado que ocasionan el desplazamiento de los cultivos a otras regiones lo que a su vez dispara la deforestación de nuestro patrimonio natural, no en vano nunca antes se habían ampliado las fronteras cocaleras a tantos Parque Naturales poniendo en riesgo la pervivencia de futuras generaciones. Con nuestra propuesta –consonante a la boliviana- se pretende justamente lo contrario, más aún cuando para elaborar té o bebidas no se emplean los insumos químicos necesario (made in USA) que demanda el procesamiento de la cocaína y que al ser vertidos a las fuentes de agua, entre otros impactos, contaminan los acueductos que surten a muchas de las poblaciones y ciudades colombiana.

Hace tan solo unas horas la mismísima esposa del presidente Uribe dijo que la legalización de la droga es un tema debía ser discutido. Nosotros decimos que legalicemos la coca no para elaborar droga sino para procesar productos sanos y alimenticios que redundarán en el desarrollo de las comunidades rurales a partir de lo cual estaremos caminando seriamente en la tan anhelada y esquiva paz.

Hace tan solo un par de noches nuestros espíritus nos aseguraron que la única lucha que se pierde es la que se abandona y por, a pesar de usted, mañana será otro día, señor presidente.

se.oohay@sarejitorrecodlibac

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