Conocer, despabilar, despertar, desenredar

El pasado 2 de Octubre se cumplieron tres años de la fundación de la Universidad Comunal Intercultural del Cempoaltépetl(UNICEM), que integra dos licenciaturas: Desarrollo Comunal y Comunicación Comunal. Quiero hacer hincapié en la última ya que desde hace tiempo acompañando diferentes procesos de comunicación comunitaria, me ha tocado conocer proyectos de igual importancia en Argentina y en Colombia; universidades en las cuales la carrera de comunicación ocupa un lugar importante en su curricula, y que comparten un comun denominador: Una respuesta a la educación colonizada y a la visión empresarial de la formación en comunicación.

La UNICEM se encuentra en Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca, México. Es una institución que se define pedagógicamente desde la Comunalidad para la formación del Humano-Pueblo. La Licenciatura en Comunicación comunal ofrece tres áreas: Radio comunitaria, Televisión comunitaria y Comunicación digital. Uno de sus objetivos es la formación de profesionistas que generen investigaciones y construyan propuestas de comunicación desde la lengua y la filosofía de sus pueblos. La UNICEM es un proyecto que se concretizó luego de un proceso de treinta años.

Y si de proyectos de largo aliento hablamos, en el centro de Argentina, en la Villa de Ojo de Agua se encuentra la Universidad Campesina SURI que forma parte de los esfuerzos del Movimiento Nacional Campesino Indígena y del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE-Vía Campesina). Sus banderas de lucha son la soberanía alimentaria y la Reforma Agraria Integral. Claudio Costilla es uno de los encargados de la edificación de la universidad. No es una metáfora: ellos empezaron a construir la universidad desde sus bases. Cuando les visité hace un par de años, estaban haciendo los adobes para los salones y dormitorios con diseños ecológicos y baños secos. Claudio me contó que crear una universidad distinta a todas las universidades del país era un sueño desde hace veinte años: “Siempre miramos al futuro, haciendo las cosas para nuestros nietos. Los campesinos venían exigiendo el derecho a la tierra, a la salud, a la educación, es entonces que ante la negativa de los gobiernos, optaron por construirla con la idea que el campesino trabaje, estudie, se forme, se reciba y regrese a su territorio con todo lo adquirido”.

En abril del 2014 se inauguró formalmente la UNICAM Suri con las carreras de Agroecología y desarrollo rural; Derechos humanos, Tierra y territorio; Música y cultura popular; y por supuesto, la carrera de Gestión de medios y Comunicación popular.

En Colombia, la Universidad Autónoma Indígena e Intercultural (UAII) es una iniciativa del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), organización reconocida como autoridad indígena. En su página de internet dice: “La universidad se concibe desde la experiencia del movimiento indígena orientado por el CRIC, organización que ha emprendido un significativo proceso de replanteamiento de la educación a partir de fundamentarla desde las raíces del pensamiento y costumbres de las culturas indígenas”. Una educación propia pues, que atiende la formación de maestros en territorios indígenas. Las carreras que imparten son: Pedagogía comunitaria, Administración y gestión, Derecho propio, Desarrollo comunitario, Salud comunitaria y Comunicación con identidad.

Si bien es cierto que dos de estas universidades son creadas por organizaciones sociales como el MOCASE y el CRIC, en el caso de la UNICEM de Tlahuitoltepec la organización comunitaria es la que le sostiene, las tres experiencias muestran un ejercicio de autonomía en las formas propias de pensar, planear y operar proyectos políticos pedagógicos distintos. ¿Y por qué político-pedagógico? Porque creo que existe una base común de estos proyectos autónomos y es la respuesta a una educación colonizada. En el caso de las carreras de comunicación es una respuesta a la visión empresarial de las universidades que ofertan la licenciatura en ciencias de la comunicación y en periodismo, donde uno de los objetivos es formar profesionales para garantizar las necesidades de las empresas de comunicación, generar competencias (que no compartencias) y liderazgos para crear estrategias de comunicación masiva, organizacional, institucional, publicitaria. Olvidándose del Humano-Pueblo.

Al contrario, en estas universidades comunales, campesinas o indígenas, el plan de estudios se basa en un sistema modular —o de alternancia— donde los estudiantes asisten a la universidad para tomar clases presenciales por quince días y pasan de dos a cuatro semanas en sus diferentes regiones, para generar una mayor articulación entre campo y universidad y para que se pueda aplicar lo aprendido.

Hay que mencionar que entre sus antecedentes de formación como universidades impartiendo la carrera de comunicación, tienen como ancestras a las radios comunitarias. La UNICAM cuenta con la radio comunitaria FM 89.9 MHz – Suri Manta, que es un apoyo para los cursos de introducción al uso social de las tecnologías, además de cinco radios comunitarias que están trabajando en la mística del movimiento campesino a lo largo de Argentina. En el Cauca, Colombia, son ocho emisoras indígenas filiales a la Red-AMCIC, y en Oaxaca, la Sierra Norte ha sido escenario de proyectos de radio y de televisión comunitaria desde los años ochenta.

Tres años han pasado desde la fundación de la UNICEM. Platicando con uno de los coordinadores, Rigoberto Vazquez, me decía: “el reto es que estos comunicadores comunales tengan una visión más allá de la lógica de comunicación clásica que se conoce, que puedan construir otros modos de relación con la tecnología, y sobre todo que el sentido de comunicar de manera colectiva pueda generar propuestas de comunicación desde la filosofía de los pueblos”.

Tres vueltas al sol han pasado desde la fundación de la UNICEM, faltan muchas más, enhorabuena compañeros.

Fuente: Desinformémonos

Temas: Comunicación y Educación

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