Ecuador: empresa petrolera Occidental ¿publicidad, lavado de imagen?, por Acción Ecológica

Hace algunas semanas, el tema del IVA petrolero respecto a la empresa petrolera Occidental estaba en las primeras planas de los medios. La posición del procurador fue alabada por diferentes editorialistas y la opinión pública en general y las cámaras de televisión corrían detrás del Procurador, luego se decidió hacer una revisión del contrato con Occidental y de dar por anulado el mismo por una serie de incumplimientos de la empresa. Hasta ahí llegó el espíritu de soberanía y justicia con el que algunos magistrados y medios de comunicación se habían alineado.

La revisión de los contratos entre el Estado y las empresas transnacionales ha empezado a dar sus primeras señales, desde el lado de las empresas, claro; el momento de lucidez del Procurador y de los medios ha devenido en un silencio cómplice. Enseguida una agresiva campaña publicitaria transnacional empezó a aparecer en la prensa nacional. En las últimas semanas hemos sido objeto de la campaña publicitaria de empresas como Repsol, Oxy, OCP, Texaco.

En una publicación en el diario El Comercio, del 4 de noviembre, la empresa OCP dice haber transportado 75 millones de barriles en un año; esto daría un promedio de 205 479,4 barriles diarios (bpd), cuando su capacidad de transporte es de 450.000 (bpd), o por lo menos eso fue lo que le dijeron al pueblo ecuatoriano. ¿Será que este déficit de transporte se debe a: la inexistencia de reservas de crudo pesado en el país?; ¿a la inoperancia de las empresas miembros del consorcio?, ¿a los derrames de crudo por las fallas de operación que se dieron durante la etapa de prueba en el mes de octubre del año pasado?.

Otra pregunta sería si de los 75 millones de barriles que dicen haber transportado, se está tomando en cuenta que en la etapa de prueba tuvieron que llenar el oleoducto en su totalidad? , o están considerando el crudo de Petroecuador que transportaron en marzo pasado cuando se produjo la ruptura del SOTE a pesar de que ese transporte fue pagado por el Estado ecuatoriano?. Entonces, el promedio diario de transporte bajaría notablemente como lo evidencian las notas de prensa que dicen que el OCP transportaba al inicio 185.000 barriles diarios y actualmente transporta 165.000. No se justifica la construcción de un nuevo oleoducto para transportar cantidades mínimas.

Por otro lado, qué significan los 75 millones de barriles de los que OCP se enorgullece de haber transportado si hablamos en dinero?. OCP indica que las ganancias por transportar esa cantidad de crudo ha sido de 280 millones de dólares, es decir que transportar cada barril de crudo pesado costó 3, 7 dólares que es 7 veces más que el transporte de cada barril de crudo liviano por el SOTE (50 centavos de dólar por barril). Según el contrato con el Estado, de las ganancias que genere el OCP el 70% es para el Consorcio y el 30% para el Estado. La publicidad de OCP nos quiere hacer creer que el transporte de todos esos 75 millones de barriles nos conviene al país pero realmente ¿cuánto nos queda a los Ecuatorianos? , ¿Para quién es el negociado? ¿Dónde está la plata?

Volviendo al tema de la empresa Occidental con sus ostentosas publicidades, ¿pagadas por el pueblo ecuatoriano?, trata de limpiar su imagen ante un pueblo que ha sido testigo de sus impactos. En las publicidades pasadas por televisión se omiten algunos impases y conflictos que está enfrentando la empresa con las comunidades indígenas afectadas por sus operaciones. La empresa arroja aguas contaminadas al río Napo afectando la salud y la cultura del pueblo Kichwa allí asentado; no se menciona los conflictos con las comunidades de Limoncocha, Itaya, Yamanunka y con el Pueblo Secoya. ¿Es ético publicitar que la empresa salva vidas de niños, cuando arroja aguas tóxicas donde toman el agua otros niños indígenas en la selva, que no salen en la propaganda?

Y como si estuvieran cortadas por la misma tijera la empresa española Repsol YPF anuncia también por televisión sus ?buenas obras? principalmente en el campo de la salud realizadas en barrios marginales de la ciudad de Guayaquil. ¿Quiere acaso con eso ocultar que la población indígena Huaorani que vive en el bloque donde Repsol extrae petróleo está contagiada con enfermedades incurables probablemente adquiridas en los campamentos petroleros? ¿Cuáles son las verdaderas intenciones de esta publicidad?

Y para terminar lo de Texaco no tiene nombre, está claro que su publicidad son ?pataleos del ahogado?.

Acción Ecológica
Quito, 15 de noviembre de 2004
BOLETÍN DE PRENSA