Fallo de la Suprema Corte en el caso Monsanto es una victoria para el CSA y los agricultores

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"El Centro para la Seguridad Alimentaria (CSA) celebró hoy el dictamen de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos en la querella Monsanto vs. Geertson Farms, el primer caso de un cultivo genéticamente modificado que ha sido llevado ante el máximo tribunal."

 

El Máximo Tribunal emitió un fallo que mantiene en vigor la prohibición de la siembra de alfalfa Roundup Ready, en el primer caso sobre un cultivo de transgénicos en la historia de la Corte

 

El Centro para la Seguridad Alimentaria (CSA) celebró hoy el dictamen de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos en la querella Monsanto vs. Geertson Farms, el primer caso de un cultivo genéticamente modificado que ha sido llevado ante el máximo tribunal. Si bien la decisión de la Suprema Corte revierte en parte las sentencias de los tribunales menores, el fallo sostiene que un vacatur (recurso de nulidad) prohíbe la siembra de la Alfalfa Roundup Ready de Monsanto, hasta tanto y a menos que se produzca una desregulación en el futuro. Es una victoria para el Centro para la Seguridad Alimentaria y los agricultores y consumidores que representa.

 

"La decisión de hoy de los jueces significa que la venta y la siembra de alfalfa Roundup Ready es ilegal. La prohibición del cultivo se mantendrá en vigor hasta que el USDA (Departamento de Agricultura de EE. UU., según su sigla en inglés) prepare una Evaluación de Impacto Ambiental adecuada y completa y desregule oficialmente el cultivo. Esto podría tardar un año o más, según la propia agencia, y aún entonces, la medida de desregulación puede quedar sujeta a ulterior litigación si el análisis de la agencia no es adecuado", explicó Andrew Kimbrell, Director Ejecutivo del Centro para la Seguridad Alimentaria. "En suma, se trata de una victoria significativa en nuestra continua lucha por proteger la elección del agricultor y el consumidor, el medio ambiente y la industria orgánica."

 

En el dictamen de mayoría redactado por el juez Samuel Alito, la Corte sostuvo: "En resumen ... el vacatur interpuesto sobre la decisión de desregulación del APHIS (Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal, según su sigla en inglés) significa que virtualmente no se puede cultivar o vender Alfalfa Roundup Ready hasta tanto entre en vigor una nueva decisión de desregulación y también que, como sabemos, cualquier sector que se considere agraviado por una hipotética futura medida de desregulación tendrá amplia oportunidad de impugnarla, y procurar el desagravio preliminar apropiado, siempre y cuando sea tomada esa decisión." (Dictamen, en pág. 22).

 

La Corte también sostuvo que:

 

Todo nuevo intento de comercializar Alfalfa RR aun en parte puede requerir una Evaluación de Impacto Ambiental sujeta a impugnación legal.

 

La Corte además reconoció que la amenaza de contaminación transgénica es perjudicial y onerosa para los agricultores orgánicos y convencionales y que el perjuicio les permite impugnar futuras comercializaciones de cultivos biotecnológicos en tribunales.

 

En su argumentación a la Corte Suprema, el Departamento de Agricultura indicó que la desregulación total demandará alrededor de un año y que no se propone una desregulación parcial en el ínterin. Todo nuevo intento de desregulación en un todo o en parte quedará sujeto a impugnación legal.

 

"Lo fundamental es que la Suprema Corte desestimó el interdicto, pues al dejar sin efecto la decisión de comercialización ya nos dio toda la ayuda que necesitábamos al prohibir la siembra de alfalfa RR hasta que la agencia tome una nueva decisión. Y en ese momento, los agricultores y consumidores siempre tienen el derecho de impugnar la adecuación de ese proceso", explicó George Kimbrell, abogado litigante del CSA. "El dictamen de la Corte afirma que la amenaza de contaminación genética de plantas naturales que plantean los cultivos biotecnológicos es un tema de considerable preocupación ambiental, ahora y en el futuro".

 

En este juicio, el Centro para la Seguridad Alimentaria se enfrentó con poderosas entidades antagónicas, incluido el Departamento de Agricultura y el gigante de la biotecnología agrícola, la Corporación Monsanto. El Centro y los otros demandados fueron apoyados por una amplia gama de intereses diversos, organizando no menos de siete escritos de adhesión amicus curiae.(1) Entre los amici (2) se contaron tres fiscales generales de Estado, destacados expertos científicos, juristas teóricos, ex funcionarios gubernamentales, agricultores, exportadores, grupos ambientalistas, compañías de alimentos y grupos comerciales de la industria orgánica. La Asociación Trade Organic (Comercio Orgánico) y empresas como Stonyfield Farms, Bar Cliff y Eden Foods expresaron en forma unánime su preocupación por la amenaza que un fallo favorable a Monsanto plantearía a las empresas de alimentos orgánicos, el sector de más rápido crecimiento en la industria alimentaria estadounidense. Los fiscales generales de California, Oregon y Massachussets presentaron un escrito en nombre de sus ciudadanos haciendo hincapié en "el interés de los Estados en la protección del medio ambiente, sus recursos naturales y los derechos de sus ciudadanos a ser informados sobre los impactos ambientales de las acciones federales." Una lista completa de las más de sesenta organizaciones, compañías y ciudadanos individuales que presentaron escritos en apoyo del CSA y se opusieron a Monsanto puede verse aquí.

 

Monsanto fue apoyado por un bloque de poderosos intereses corporativos y grupos industriales, entre los que se contaron American Farm Bureau, Biotechnology Industry Organization, American Petroleoum Institute, la Cámara de Comercio de EE. UU., y CropLife America.

 

Los impactos ambientales, sobre la salud, culturales, y económicos de la semilla de alfalfa genéticamente modificada, que está diseñada para ser inmune al Roundup, el herbicida estrella de Monsanto, y el plan de la USDA para comercializarla, estuvieron en el centro de esta disputa desde 2006, cuando el CSA presentó una demanda contra USDA en nombre de una coalición de organizaciones sin fines de lucro y agricultores que desean mantener la opción de cultivar alfalfa no transgénica. El tema central es la deriva transgénica no deseada: la alfalfa genéticamente modificada puede propagarse de manera incontrolable por medio de las abejas que efectúan la polinización cruzada entre plantas a varios cientos de kilómetros de distancia, contaminando tanto la alfalfa convencional como la orgánica con ADN extraño, patentado por Monsanto.

 

"Hemos llevado este caso a la corte porque yo y otros agricultores convencionales, sufriremos sin duda un daño económico irreversible si se permite la siembra de alfalfa transgénica", aseguró Phil Geerston, uno de los demandantes. "Se trató simplemente de una cuestión de nuestra supervivencia propia, y si bien no ganamos en todos los puntos de la ley, estamos agradecidos de que el resultado práctico del fallo de hoy es que Monsanto no puede quitarnos nuestros derechos y la alfalfa Roundup Ready no puede poner en peligro nuestro sustento".

 

La alfalfa es el cuarto cultivo de importancia en EE. UU. en términos de superficie, y una fuente clave de forraje ganadero. Los agricultores orgánicos y convencionales enfrentaron la pérdida de sus negocios debido a la extendida contaminación de la alfalfa transgénica patentada por Monsanto, y la previsible contaminación de la alfalfa no domesticada o silvestre podría garantizar una fuente continua y permanente de contaminación transgénica en parajes remotos semejante a de las especies invasoras.

 

La alfalfa Roundup Ready también podría aumentar la utilización de Roundup y por lo tanto exacerbar la grave epidemia en curso de supermalezas resistentes a glifosato. Como se analizó recientemente en el New York Times y el Wall Street Journal, las supermalezas llevaron a un mayor uso de herbicidas tóxicos, más labranza con erosión de suelo y mayores costos de producción para los agricultores. Si se permite su difusión, podrían reducir la producción alimentaria y llevar a un aumento de precios de los alimentos. La USDA no ha tomado en serio las supermalezas ni propuesto ningún medio para hacerles frente.

 

La información general sobre la historia de este caso y los estudios científicos están disponibles aquí.

 

La decisión de la Corte Suprema se puede ver aquí

 

El Centro para la Seguridad Alimentaria es una organización nacional sin fines de lucro, por membresía, fundada en 1997, que trabaja para proteger la salud humana y el medio ambiente, a través de frenar el uso de tecnologías perjudiciales de producción de alimentos y mediante la promoción de la producción orgánica y otras formas de agricultura sostenible. En la web: Ver aquí

 

Publicado el 21 de junio 2010, por Heather

 

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N. de T:

 

(1) En latín, amigo de la corte. Escrito presentado por un tercero sin solicitación de las partes litigantes con vistas a ayudar el tribunal a solucionar un determinado caso.

 

(2) Amici: Plural de amicus, en latín.

 

Traducción: Gladys Guiñez para Acción por la Biodiversidad

 

Fuente: The Center for Food Safety

Temas: Transgénicos

Comentarios

28/05/2019
Dictamen xibtra Monsanto, por Diana Guillen
Buenas tardes, Desearia saber si es posible tener acceso al dictamen completo. Gracias